Aclaración: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen
a Jo Rowling, yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una
manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a
ella.
Harry Potter y el Prisionero de Azkaban
Capitulo XIX: "El vasallo de Lord Voldemort"
-Emm- Hermione tosió incómoda- ¿Cree que podría comenzar?
Profesor...quiero decir, Remus...-balbuceó como una tonta. A pesar de que
trataba con adultos cada día y que ella misma ya era una adulta, aún se sentía
como una niña de trece años mirando admirada al primer profesor de Defensa
realmente inteligente. Por no mencionar que el ser profesor ya era suficiente
como para que ella le respetase.
-Sí, lo siento.- Y también sentía las miradas sobre él, iban
del miedo a la lastima y no sabía si le molestaba más lo primero o lo segundo.
-¡Dejen de comportarse como idiotas! ¡Es el mismo Remusin de
toda la vida! ¡Miren esa cara, si hasta se sonroja! No podría hacerle daño ni a
una mosca.
-Es la persona más confiable y bondadosa de este colegio,
nunca ha puesto peros en ayudarlos a ninguno de ustedes y ahora él merece que
le retribuyan eso.
Remus sonrió agradecido a Lily y Marlene, la determinación
con que aquellas personas valientes y sinceras lo defendían lo hacía creer que
quizás aquello si fuese solo un problema peludo.
-¿Por qué te defienden? ¿Quién te hizo daño?- Tonks sacó el labio inferior, mientras
su cabello se tornaba gris- ¿Han lastimado a Remus?- Remus carraspeó incomodo
mientras su pequeño yo le daba la mano a Tonks para calmarla. Dentro de quince
años estaría acostándose con esa niña y resultaba bastante retorcido.
Hermione dio un
grito. Black se puso en pie de un salto. Harry saltó también como si hubiera
recibido una descarga eléctrica.
—He encontrado esto
al pie del sauce boxeador —dijo Snape, arrojando la capa a un lado y sin dejar
de apuntar al pecho de Lupin con la varita—. Muchas gracias, Potter, me ha sido
muy útil.
Snape estaba casi sin
aliento, pero su cara rebosaba sensación de triunfo.
-Estupido quejicus- masculló Sirius con la mandíbula
apretada.
—Tal vez os
preguntéis cómo he sabido que estabais aquí —dijo con los ojos
relampagueantes—. Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar la
poción esta noche, así que te llevé una copa llena. Fue una suerte. En tu mesa
había cierto mapa. Me bastó un vistazo para saber todo lo que necesitaba. Te vi
correr por el pasadizo.
-¿Es en serio? ¡¿TU LE DEJAS LA CAPA Y TU LE DAS EL MAPA?! ¿QUÉ PRETENDEN CON ESTO? ¡LE HUBIESEN PASADO
LAS PULGAS DE CANUTO SI QUERÍAN QUE SEA UN MERODEADOR!
-¡ESO!- Canuto entrecerró los ojos antes de comprender- ¡Que
yo no tengo pulgas! Casi nunca al menos.
—Severus... —comenzó
Lupin, pero Snape no lo oyó.
—Le he dicho una y
otra vez al director que ayudabas a tu viejo amigo Black a entrar en el
castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió que tuvierais
el valor de utilizar este lugar como escondrijo.
—Te equivocas,
Severus —dijo Lupin, hablando aprisa—. No lo has oído todo. Puedo explicarlo.
Sirius no ha venido a matar a Harry.
—Dos más para Azkaban
esta noche —dijo Snape, con los ojos llenos de odio—. Me encantará saber cómo
se lo toma Dumbledore. Estaba convencido de que eras inofensivo, ¿sabes, Lupin?
Un licántropo domesticado...
Y antes de que pudiesen darse cuenta un hechizo le dio a
Snape, tirándolo contra la pared. Pero no había sido ni James, ni Sirius ni
Remus. La que tenía la varita en mano era Hermione.
-¿Hermione...qué diablos?- Harry estaba bastante furioso con
Snape, como hace años no lo estaba, pero aquello lo tomó por sorpresa.
-¡Dedico mi vida a terminar con esto! Las cacerías, los
prejuicios y la injusticia y te has empeñado en justificar muchas de las cosas
que Snape hizo y créeme que comprendo muchas de ellas, pero...-la castaña tenía
los ojos húmedos.
-Hermione, lo de Snape es un viejo rencor, un rencor del que
somos culpables- Hermione se levantó y se desprendió la manga para que la
cicatriz de su brazo.
-Bellatrix Lestrange me torturó y no por eso me volví
oscura, ¡Yo defendí al sobrino de Bellatrix Lestrange en el juicio a las
familias sangre pura!- señaló a Draco- Remus, la ira es inevitable pero el
rencor es opcional y él lo escogió. Por sobre todo lo demás- Harry miró la mesa
intentando evitar el dilema moral que tenía cada vez que pensaba en Snape.
-Déjenla- Ron miró a la mesa de Slytherin, donde Snape
murmuraba maldiciones. -¿Qué ocurre? Tu nunca pierdes el control.
-Ron, hay una vida dentro de mí, una vida que vendrá a un
mundo por el que muchos de nosotros dieron la vida, un mundo que se supone
estará en paz, pero pensar que queda gente así, gente...
-Hermione siempre habrá gente mala, y él o ella conocerá
gente así, pero nosotros lo cuidaremos. Y Snape no tiene la culpa, aunque sea
un imbécil.
—Idiota —dijo Lupin
en voz baja—. ¿Vale la pena volver a meter en Azkaban a un hombre inocente por
una pelea de colegiales?
¡PUM!
Del final de la
varita de Snape surgieron unas cuerdas delgadas, semejantes a serpientes, que
se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y los tobillos de Lupin. Este
perdió el equilibrio y cayó al suelo, incapaz de moverse. Con un rugido de
rabia, Black se abalanzó sobre Snape, pero Snape apuntó directamente a sus ojos
con la varita.
—Dame un motivo
—susurró—. Dame un motivo para hacerlo y te juro que lo haré.
Black se detuvo en
seco. Era imposible decir qué rostro irradiaba más odio.
"La ira es
inevitable, pero el rencor es opcional" Lily sentía un agujero en su
estómago al pensar en quien se había convertido aquel niño tímido que conoció
de pequeña. Como una simple raíz puede volverse una flor o una hiedra venenosa.
o
-¿Qué tal si me das un motivo para que no haga lo que hizo
ella pero con algo un poco más pesado? O puedo levantarme y patearle su...
-Sirius, juro que te dejaré hacerlo si cuando terminas los
libros no entiendes a Snape- cortó Harry, intentando sonar como un adulto y no
como el niño de trece años que se sentía en aquel momento.
Harry se quedó
paralizado, sin saber qué hacer ni a quién creer. Dirigió una mirada a Ron y a
Hermione. Ron parecía tan confundido como él, intentando todavía retener a
Scabbers. Hermione, sin embargo, dio hacia Snape un paso vacilante y dijo casi
sin aliento:
—Profesor Snape,
no... no perdería nada oyendo lo que tienen que decir; ¿no cree?
—Señorita Granger; me
temo que vas a ser expulsada del colegio —dijo Snape—. Tú, Potter y Weasley os
encontráis en un lugar prohibido, en compañía de un asesino escapado y de un
licántropo. Y ahora te ruego que, por una vez en tu vida, cierres la boca.
—Pero si... si fuera
todo una confusión...
—¡CALLATE, IMBÉCIL!
—gritó de repente Snape, descompuesto—. ¡NO HABLES DE LO QUE NO COMPRENDES!
-¡Severus Snape! ¡Como se te ocurre hablarle así a una
alumna!- Minerva se levantó de un salto con el ceño fruncido- ¡No olvides esto
Albus, si vas a insistir en darle a ese hombre el puesto de profesor, al menos
controla sus modos!- Albus asintió levemente, sabía que tendría sus motivos
para tener a Severus ahí, pero realmente tenía que poner más atención en sus
métodos.
Del final de su
varita, que seguía apuntando a la cara de Black, salieron algunas chispas.
Hermione guardó silencio, mientras Snape proseguía—. La venganza es muy dulce
—le dijo a Black en voz baja—. ¡Habría
dado un brazo por ser yo quien te capturara!
—Eres tú quien no
comprende, Severus —gruñó Black—. Mientras este muchacho meta su rata en el
castillo —señaló a Ron con la cabeza—, entraré en él sigilosamente.
—¿En el castillo?
—preguntó Snape con voz melosa—. No creo que tengamos que ir tan lejos. Lo
único que tengo que hacer es llamar a los dementores en cuanto salgamos del
sauce. Estarán encantados de verte, Black... Tanto que te darán un besito, me
atrevería a decir...
-¡Lilian, suéltame! ¡SUELTAME!- James intentaba zafarse de
las manos de Lily que lo sostenían por el codo, estaba furioso...no, mucho más
que furioso, estaba deseando arrancarle la piel centímetro a centímetro- ¡No lo
defiendas! ¡Es el ser más arrastrado, oscuro y repugnante que he conocido y tú
lo sabes!- pero no lo soltó, jaló de él hasta que volvió a sentarte.
Lily quiso decir algo, sus viejos instintos le hacían querer
decirle a James que Severus no era tan malo, que tenía un alma noble detrás de
todo el resentimiento, pero había demasiada maldad en ese corazón como para
seguir considerándolo alguien noble.
Y a Severus le dolió más la reacción de Lily que del resto
del comedor. Sabía que tenía sobre si cientos de miradas de odio, repudio y
furia, pero la única que no lo hacía era Lily, ella lo miraba fijamente con un
sentimiento que le dolía más que toda la ira del mundo, lo observaba con
profunda tristeza y, lo que se sentía como una puñada, decepción.
Harry apretó la mandíbula para no gritar improperios, a
veces se le hacía difícil recordar porqué había limpiado el nombre de Severus. Y
Sirius estaba sentado, como una estatua, con la mirada perdida en un punto
inexacto.
El rostro de Black
perdió el escaso color que tenía.
—Tienes que
escucharme —volvió a decir—. La rata, mira la rata...
Pero había un
destello de locura en la expresión de Snape que Harry no había visto nunca.
Parecía fuera de sí.
-En serio, ¿nadie va a decir que este idiota necesita ayuda
mental?- Marlene tenía una mueca de desdén- o puedo curarlo yo, Sev, ven por el
electrochoque.
—Vamos todos —ordenó.
Chascó los dedos y las puntas de las cuerdas con que había atado a Lupin
volvieron a sus manos—. Arrastraré al licántropo. Puede que los dementores lo
besen también a él.
James se tronó el cuello, aún sentía la presión de la mano
de Lily rodeando su brazo.
-Fred, ¿por qué aún no lo golpeamos?- murmuró George.
-Porque el cuñadito y la cuñadita dicen que no- señaló a
Harry y Hermione con la cabeza.
-¿Pero cuando hemos seguido las reglas?- Fred sonrió.
-Tengo el presentimiento que no terminan las cosas bien para
Snape.
Sin saber lo que
hacía, Harry cruzó la habitación con tres zancadas y bloqueó la puerta.
—Quítate de en medio,
Potter. Ya estás metido en bastantes problemas —gruñó Snape—. Si no hubiera
venido para salvarte...
—El profesor Lupin ha
tenido cientos de oportunidades de matarme este curso —explicó Harry—. He
estado solo con él un montón de veces, recibiendo clases de defensa contra los
dementores. Si es un compinche de Black, ¿por qué no acabó conmigo?
—No me pidas que desentrañe
la mente de un licántropo —susurró Snape—. Quítate de en medio, Potter.
—¡DA USTED PENA!
—gritó Harry—. ¡SE NIEGA A ESCUCHAR SÓLO PORQUE SE BURLARON DE USTED EN EL COLEGIO!
-Eso, échale sal en la herida al desquiciado. Sacaste la
santa cordura de tu padre..¿Qué?- Lily solo necesitaba enfocar sus ojos verdes
en ella para que se sintiera regañada- Tengo miedo por el cachorro y el lobito,
hablo mucho cuando me asusto- se justificó Marlene enfatizando con las manos.
-¿Lobito?- Sirius puso los ojos en blanco.
-Intente que dejara de decirme cachorro por veinte años, ni
lo intentes.
—¡SILENCIO! ¡NO PERMITIRÉ
QUE ME HABLES ASÍ! —chilló Snape, más furioso que nunca—. ¡De tal palo tal
astilla, Potter! ¡Acabo de salvarte el pellejo, tendrías que agradecérmelo de
rodillas! ¡Te estaría bien empleado si te hubiera matado! Habrías muerto como
tu padre, demasiado arrogante para desconfiar de Black. Ahora quítate de en
medio o te quitaré yo. ¡APARTATE, POTTER!
-Solo un arrogante sería capaz de creer que sus dilemas de
adolescente valen más que la vida de dos personas- James, Sirius y Remus se quedaron quietos y
tranquilos, sabían que aquellas palabras de Lily le dolían a Quejicus más que
una puñalada. Solo hacía falta ver su cuerpo delgaducho encorvarse para
esquivar la mirada y su cabello aún más pesado y oscuro sobre su rostro.
Harry se decidió en
una fracción de segundo. Antes de que Snape pudiera dar un paso hacia él había
alzado la varita.
—¡Expeliarmus!
—gritó.
-Estas son las cosas que le dan sentido a la paternidad- James
sonrió de lado- ¿Qué? Es casi tan hijo mío como tuyo- se defendió Sirius- sin
ofender al honor de la joven pelirroja aquí presente- Lily puso los ojos en
blanco. Casi cuarenta años y Sirius era el mismo de siempre.
Pero la suya no fue
la única voz que gritó. Una ráfaga de aire movió la puerta sobre sus goznes.
Snape fue alzado en el aire y lanzado contra la pared. Luego resbaló hasta el
suelo, con un hilo de sangre que le brotaba de la cabeza. Estaba sin
conocimiento.
Harry miró a su
alrededor. Ron y Hermione habían intentado desarmar a Snape en el mismo momento
que él.
Molly tuvo un dilema interno, sobre si debía felicitar a Ron
por defender a un inocente o regañarlo por atacar a un profesor.
-Creo que ya sé porqué tenemos el mismo ADN- murmuró Fred,
mirando con una chispa de gracia a un distraído Ron.
-Gran sincronización- masculló Alastor, quien parecía más
interesado en que fueran parte de un escuadrón que en lo que pasaría con el
mundo.
La varita de Snape planeó trazando un arco y
aterrizó sobre la cama, al lado de Crookshanks.
—No deberías haberlo
hecho —dijo Black mirando a Harry—. Tendrías que habérmelo dejado a mí...
Harry rehuyó los ojos
de Black. No estaba seguro, ni siquiera en aquel momento, de haber hecho lo que
debía.
-Sirius, lo siento tanto- Sirius, a pesar de que sus ojos
grises estaban apagados, le restó importancia.
-Tú no me conocías, no tenías porque confiar en mí, y antes
de que te disculpes Lunático yo también desconfié de ti.
-En que nos hemos convertido- suspiró James, lamentándose. La muerte, la locura, la soledad y la traición
habían destrozado a quienes eran los reyes en su pequeño mundo.
—¡Hemos agredido a un
profesor...! ¡Hemos agredido a un profesor...! —gimoteaba Hermione, mirando
asustada a Snape, que parecía muerto—. ¡Vamos a tener muchos problemas!
-Si tenemos en cuenta la manera en que ese profesor se
dirigió a ustedes, creo que no fue tan grave- cortó Minerva mirando con dureza
a Snape.
Lupin forcejeaba para
librarse de las ligaduras. Black se inclinó para desatarlo. Lupin se incorporó,
frotándose los lugares entumecidos por las cuerdas.
—Gracias, Harry
—dijo.
—Aún no creo en usted
—repuso Harry.
—Entonces es hora de
que te ofrezcamos alguna prueba —dijo Black—. Muchacho, entrégame a Peter. Ya.
-Estoy en ese doloroso momento en que no sé si quiero que
sea Peter o no- la voz de James sonaba ronca y seria, esa voz que tu garganta apenas
deja salir después de llorar.
-A todo esto, ¿por qué tú, tú y tú- Fabian señaló al trío- no
dejan que ese ratoncito este aquí? Podríamos tener una conversación bastante intensa
y de manera no violenta.
-O muy violenta- agregó Gideon.
-Por más que yo los entienda, y de verdad que lo hago, no
podemos aún. Antes de hacer algún cambio o juicio debemos terminar de leer los
siete libros, suceda lo que suceda nadie puede salir herido de aquí, ya tendrán
tiempo de hacer los cambios que consideren necesarios.
Ron apretó a Scabbers
aún más fuertemente contra el pecho.
***
Parte 2 del capitulo.
Actualización: 06/02/2017.
—Venga —respondió
débilmente—, ¿quiere que me crea que escapó usted de Azkaban sólo para atrapar
a Scabbers? Quiero decir... —Miró a Harry y a Hermione en busca de apoyo—. De
acuerdo, supongamos que Pettigrew pueda transformarse en rata... Hay millones
de ratas. ¿Cómo sabía, estando en Azkaban, cuál era la, que buscaba?
-No lo había pensado ¿Cómo supiste que él era él?- Dorcas
alzó la ceja con curiosidad, entre tanta agitación emocional, la mayoría no
había pensado en detalles tan básicos.
—¿Sabes, Sirius? Ésa
es una buena pregunta —observó Lupin, volviéndose hacia Black y frunciendo
ligeramente el entrecejo—. ¿Cómo supiste dónde estaba?
Black metió dentro de
la túnica una mano que parecía una garra...
Canuto miró su mano como si fuese la primera vez que la
veía, aquellas manos por las que habían pasado oro, mujeres, bebidas y apretones
de victoria...reducida a lo que él se había vuelto, un saco de piel y huesos.
...y sacó una página
arrugada de periódico, la alisó y se la enseñó a todos. Era la foto de Ron y su
familia que había aparecido en el diario El Profeta el verano anterior. Sobre
el hombro de Ron se encontraba Scabbers.
—¿Cómo lo conseguiste?
—preguntó Lupin a Black, estupefacto.
—Fudge —explicó
Black—. Cuando fue a inspeccionar Azkaban el año pasado, me dio el periódico. Y
ahí estaba Peter, en primera plana... en el hombro de este chico. Lo reconocí
enseguida. Cuántas veces lo vi transformarse. Y el pie de foto decía que el
muchacho volvería a Hogwarts, donde estaba Harry...
James apretó tan fuerte la mandíbula que creyó que acabaría
quebrándose. No solo lo había traicionado, lo había, indirectamente, asesinado,
si no que había estado viendo día y noche a Harry sabiendo lo que le había
hecho a aquel niño.
—¡Dios mío! —dijo Lupin
en voz baja, mirando a Scabbers, luego la foto y otra vez a Scabbers—. Su pata
delantera...
—¿Qué le ocurre?
—preguntó Ron, poniéndose chulito.
—Le falta un dedo
—explicó Black.
—Claro —dijo Lupin—.
Sencillo... e ingenioso. ¿Se lo cortó él?
—Poco antes de
transformarse —dijo Black—. Cuando lo arrinconé, gritó para que toda la calle
oyera que yo había traicionado a Lily y a James. Luego, para que no pudiera
echarle ninguna maldición, abrió la calle con la varita en su espalda, mató a
todos los que se encontraban a siete metros a la redonda y se metió a toda
velocidad por la alcantarilla, con las demás ratas...
—¿Nunca lo has oído,
Ron? —le preguntó Lupin—. El mayor trozo que encontraron de Peter fue el dedo.
-¿Estamos hablando del mismo inútil que temía prenderse
fuego con las chispas de la chimenea?
-Los callados son los peores...mientras más buenos son, más
duele la puñalada.
-Dímelo a mí- ironizó James, con la voz cargada de sarcasmo
pero con la expresión repleta de tristeza.
—Mire, seguramente
Scabbers tuvo una pelea con otra rata, o algo así. Ha estado con mi familia
desde siempre.
—Doce años
exactamente ¿No te has preguntado nunca por qué vive tanto?
—Bueno, la hemos
cuidado muy bien —dijo Ron.
—Pero ahora no tiene
muy buen aspecto, ¿verdad? —observó Lupin—. Apostaría a que su salud empeoró
cuando supo que Sirius se había escapado.
Los Weasleys se sentían ultrajados. Su hogar, su confianza y
su cariño...un asesino viviendo bajo su techo tantos años, a su amparo y
protección.
-Estoy relativamente preocupado por la cantidad de veces que
Pettigrew nos habrá observado en situaciones impúdicas- Molly miró
escandalizada a Fred. -¿Qué? Tenías seis hijos varones entre la adolescencia y
la adultez bajo el mismo techo, ¿tú que pensabas que hacíamos solos en las
habitaciones a los catorce años?
-¿Como qué seis? ¿Creen que por ser mujer yo no me...?- la
mitad de los hombres de la mesa, incluido Harry se interesaron de pronto en la
pelirroja-Hmm...Profesor Lupin, la lectura iba muy buena, continúe.
—¡La ha asustado ese
gato loco! —repuso Ron, señalado con la cabeza a Crookshanks, que seguía
ronroneando en la cama.
Pero no había sido
así, pensó Harry inmediatamente. Scabbers ya tenía mal aspecto antes de
encontrar a Crookshanks. Desde que Ron volvió de Egipto. Desde que Black escapó...
—Este gato no está
loco —dijo Black con voz ronca. Alargó una mano huesuda y acarició la cabeza
mullida de Crookshanks—. Es el más inteligente que he visto en mi vida.
-El bicho ese no es un animago, ¿verdad?- cuestionó Alice,
Hermione negó con la cabeza.
-Es mitad kneazle, por eso es inteligente. Además tienen un
sexto sentido para detectar gente que no es de fiar.
Reconoció a Peter
inmediatamente. Y cuando me encontró supo que yo no era un perro de verdad.
Pasó un tiempo antes de que confiara en mí. Finalmente, me las arreglé para
hacerle entender qué era lo que pretendía, y me ha estado ayudando...
—¿Qué quiere decir?
—preguntó Hermione en voz baja.
—Intentó que Peter se
me acercara, pero no pudo... Así que se apoderó de las contraseñas para entrar
en la torre de Gryffindor. Según creo, las cogió de la mesilla de un muchacho...
El cerebro de Harry
empezaba a hundirse por el peso de las muchas cosas que oía. Era absurdo... y
sin embargo...
—Sin embargo, Peter
se olió lo que ocurría y huyó. Este gato, ¿decís que se llama Crookshanks?, me
dijo que Peter había dejado sangre en las sábanas. Supongo que se mordió...
Simular su propia muerte ya había resultado en otra ocasión.
-Tengo la extrema curiosidad sobre su comunicación con el
gato, pero no creo que sea el momento de preguntar- murmuró Astoria.
-¿Por qué no?- La ojiverde hizo una mueca.
- Tu tío estaba intentando salvar su vida después de que su
amigo lo traicionó, su otro amigo fue asesinado y su otro amigo no creyera en
él.
-En realidad, creo que es mi primo segundo.
-Eres como un ladrillo, cariño.
Estas palabras
impresionaron a Harry y lo sacaron de su ensimismamiento.
—¿Y por qué fingió su
muerte? —preguntó furioso—. Porque sabía que usted lo quería matar; como mató a
mis padres.
—No, Harry —dijo
Lupin.
—Y ahora ha venido
para acabar con él.
—Sí, es verdad —dijo
Black, dirigiendo a Scabbers una mirada diabólica.
—Entonces yo tendría
que haber permitido que Snape lo entregara —gritó Harry.
—Harry —dijo Lupin
apresuradamente—, ¿no te das cuenta? Durante todo este tiempo hemos pensado que
Sirius había traicionado a tus padres y que Peter lo había perseguido. Pero fue
al revés, ¿no te das cuenta? Peter fue quien traicionó a tus padres. Sirius le
siguió la pista y...
—¡ESO NO ES CIERTO!
—gritó Harry—. ¡ERA SU GUARDIÁN SECRETO! ¡LO RECONOCIÓ ANTES DE QUE USTED APARECIESE!
¡ADMITIÓ QUE LOS MATÓ!
-Tu único crimen hasta la fecha ha sido ser pésimo
explicando que eres inocente. ¿Qué diablos hiciste en el juicio para explicar
que eras inocente? ¿Apuñalar al juez?
-¿Qué parte de no me dieron un maldito juicio no entendiste?
Crouch me mando de la calle a Azkaban sin escalas. Nadie preguntó mi versión.
Señalaba a Black, que
negaba lentamente con la cabeza. Sus ojos hundidos brillaron de repente.
—Harry..., la verdad
es que fue como si los hubiera matado yo —gruñó—. Persuadí a Lily y a James en
el último momento de que utilizaran a Peter. Los persuadí de que lo utilizaran
a él como guardián secreto y no a mí. Yo tengo la culpa, lo sé. La noche que
murieron había decidido vigilar a Peter, asegurarme de que todavía era de fiar.
Pero cuando llegué a su guarida, ya se había ido. No había señal de pelea
alguna. No me dio buena espina. Me asusté. Me puse inmediatamente en camino
hacia la casa de tus padres. Y cuando la vi destruida y sus cuerpos... me di
cuenta de lo que Peter había hecho. Y de lo que había hecho yo.
Su voz se quebró.
Lily volvió a abrazar a Sirius, dándole la intimidad que
necesitaba para derramar las solitarias lágrimas que brotaban de aquellos ojos
grises. Los ojos de Sirius eran transparentes como el agua, era sencillo
detectar en ellos la alegría, la tristeza y la furia. Todo Sirius era
transparencia pura, en sus virtudes y defectos era tan franco como un niño.
-No fue tu culpa Sirius, tú nos querías comprar el boleto de
tren a ciudad segura y Peter nos arrojó a las vías, no tiene ningún sentido que
te culpes.
Se dio la vuelta.
—Es suficiente —dijo
Lupin, con una nota de acero en la voz que Harry no le había oído nunca—. Hay
un medio infalible de demostrar lo que verdaderamente sucedió. Ron, entrégame
la rata.
—¿Qué va a hacer con
ella si se la doy? —preguntó Ron con nerviosismo.
—Obligarla a
transformarse —respondió Lupin—. Si de verdad es sólo una rata, no sufrirá
ningún daño.
Ron dudó. Finalmente
puso a Scabbers en las manos de Lupin. Scabbers se puso a chillar sin parar;
retorciéndose y agitándose. Sus ojos diminutos y negros parecían salirse de las
órbitas.
-¿Chillando y con ojos escurridizos? Es Pettigrew.
-Como profesora me siento indignada de que pudiera hacer
todo lo que hizo pero no plantar un arbusto autofertilizante- Sprout tenía la
cara redonda roja por el enojo, casi tanto como McGonagall.
-¿Crees que haya sido siempre un personaje? Aquel niño de
once años que tenía miedo de que su escoba lo matase, ¿en qué momento lo bueno
se corrompe? Los niños que han comido en nuestras mesas, respondido nuestras
preguntas, acudido por nuestra ayuda...convertidos en asesinos y criminales...
¿Podríamos, acaso, haber hecho algo?- Dumbledore suspiró, mientras Minerva
atravesaba su crisis existencial.
-Yo fui quien trajo a Voldemort a este colegio, y aún
sabiendo todo lo que hará, no podría volver a ese orfanato y dañarlo. Cuando se
es inocente es injusto castigar, y cuando castigar se vuelve justo...ya es
demasiado tarde.
—¿Preparado, Sirius?
—preguntó Lupin.
Black ya había
recuperado la varita de Snape, que había caído en la cama. Se aproximó a Lupin
y a la rata. Sus ojos húmedos parecían arder.
—¿A la vez? —preguntó
en voz baja.
—Venga —respondió
Lupin, sujetando a Scabbers con una mano y la varita con la otra—. A la de
tres. ¡Una, dos y... TRES!
Un destello de luz
azul y blanca salió de las dos varitas. Durante un momento Scabbers se quedó
petrificada en el aire, torcida, en posición extraña. Ron gritó. La rata golpeó
el suelo al caer. Hubo otro destello cegador y entonces...
Fue como ver la
película acelerada del crecimiento de un árbol. Una cabeza brotó del suelo.
Surgieron las piernas y los brazos. Al cabo de un instante, en el lugar de
Scabbers se hallaba un hombre, encogido y retorciéndose las manos. Crookshanks
bufaba y gruñía en la cama, con el pelo erizado.
Por un momentos las expresiones del comedor pasaron del
enojo al asco, era una imagen mental realmente repulsiva.
Era un hombre muy
bajito, apenas un poco más alto que Harry y Hermione. Tenía el pelo ralo y
descolorido, con calva en la coronilla. Parecía encogido, como un gordo que
hubiera adelgazado rápidamente. Su piel parecía roñosa, casi como la de
Scabbers, y le quedaba algo de su anterior condición roedora en lo puntiagudo
de la nariz y en los ojos pequeños y húmedos. Los miró a todos, respirando
rápida y superficialmente. Harry vio que sus ojos iban rápidamente hacia la
puerta.
-Hijo de su...-Molly golpeó suavemente el brazo de Bill-
grandísima madre rata.
-Cobarde- la voz de Alastor, cargada de desprecio,
demostraba que no había peor defecto para él que la cobardía y la traición.
—Hola, Peter —dijo
Lupin con voz amable, como si fuera normal que las ratas se convirtieran en
antiguos compañeros de estudios—. Cuánto tiempo sin verte.
—Si... Sirius. Re...
Remus —incluso la voz de Pettigrew era como de rata. Volvió a mirar a la puerta—.
Amigos, queridos amigos...
-No me cabe en la cabeza como puede...como tiene...¡Como
hace eso!- Neville sacudió las manos intentando que comprendieran.
-Lo sé. Estar ahí, mirarlos a los ojos y hacer de cuenta que
nada había pasado.
Black levantó el
brazo de la varita, pero Lupin lo sujetó por la muñeca y le echó una mirada de
advertencia. Entonces se volvió a Pettigrew con voz ligera y despreocupada.
—Acabamos de tener
una pequeña charla, Peter, sobre lo que sucedió la noche en que murieron Lily y
James. Quizás te hayas perdido alguno de los detalles más interesantes mientras
chillabas en la cama.
—Remus —dijo
Pettigrew con voz entrecortada, y Harry vio gotas de sudor en su pálido
rostro—, no lo creerás, ¿verdad? Intentó matarme a mí...
—Eso es lo que hemos
oído —dijo Lupin más fríamente—. Me gustaría aclarar contigo un par de puntos,
Peter; si fueras tan...
-No tan fuerte- Harry soltó el brazo de Ginny como si fuese
un choque eléctrico.
-Lo siento tanto, te quedará marca, no quise...- Ginny le
sonrió y le tomó la mano.
-Esto es difícil para ti cariño, lo sé, no tienes que ser
siempre el fuerte ¿Lo sabes?
-Siempre lo he sabido, eres la única que sabe lo débil que
puedo llegar a ser.
-Reconocer las debilidades solo te hace más valiente Harry.
—¡Ha venido porque
otra vez quiere matarme! —chilló Pettigrew señalando a Black, y Harry vio que
utilizaba el dedo corazón porque le faltaba el índice—. ¡Mató a Lily y a James,
y ahora quiere matarme a mí...! ¡Tienes que protegerme, Remus!
-¡Como le da la cara para eso!- Lunático, quien rara vez
perdía la calma, estaba demasiado enojado como para mostrarse calmado como su
yo adulto.
El rostro de Black
semejaba más que nunca una calavera, mientras miraba a Peter Pettigrew con sus
ojos insondables.
—Nadie intentará matarte
antes de que aclaremos algunos puntos —dijo Lupin.
—¿Aclarar puntos?
—chilló Pettigrew, mirando una vez más a su alrededor; hacia las ventanas
cegadas y hacia la única puerta—. ¡Sabía que me perseguiría! ¡Sabía que volvería
a buscarme! ¡He temido este momento durante doce años!
—¿Sabías que Sirius
se escaparía de Azkaban cuando nadie lo había conseguido hasta ahora? —preguntó
Lupin, frunciendo el entrecejo.
—¡Tiene poderes
oscuros con los que los demás sólo podemos soñar! —chilló Pettigrew con voz
aguda—. ¿Cómo, si no, iba a salir de allí? Supongo que El Que No Debe Nombrarse
le enseñó algunos trucos.
-¡Si será desgraciado!- Canuto tomó la copa y la estrelló
contra el piso, seguido por todo lo que encontró cerca- Ven, Quejicus, si
quieres te rompo el brazo también, ya que estamos trae a tu compañerito
Pettigrew y puedo romperle su...
-Sirius, Snape no tiene la culpa, no de este último párrafo
al menos- cortó Marlenne- sobre Pettigrew tendremos que esperar...
-¿Esperar? ¡ESA RATA ME HARÁ PASAR DOCE AÑOS EN AZKABAN
MALDITA SEA!
-¡SIRIUS YO MORÍ!
-Ese lugar es peor que el mismísimo infierno- cortó Sirius
adulto, con los años marcados más que nunca.
Black comenzó a
sacudirse con una risa triste y horrible que llenó la habitación.
—¿Que Voldemort me
enseñó trucos? —dijo y Peter Pettigrew retrocedió como si Black acabara de
blandir un látigo en su dirección—. ¿Qué te ocurre? ¿Te asustas al oír el nombre
de tu antiguo amo? —preguntó Black—. No te culpo, Peter. Sus secuaces no están
muy contentos de ti, ¿verdad?
—No sé... qué quieres
decir, Sirius —murmuró Pettigrew, respirando más aprisa aún. Todo su rostro
brillaba de sudor.
—No te has estado
ocultando durante doce años de mí —dijo Black—. Te has estado ocultando de los
viejos seguidores de Voldemort. En Azkaban oí cosas. Todos piensan que si no
estás muerto, deberías aclararles algunas dudas. Les he oído gritar en sueños
todo tipo de cosas. Cosas como que el traidor les había traicionado. Voldemort
acudió a la casa de los Potter por indicación tuya y allí conoció la derrota. Y
no todos los seguidores de Voldemort han terminado en Azkaban, ¿verdad? Aún
quedan muchos libres, esperando su oportunidad, fingiendo arrepentimiento... Si
supieran que sigues vivo...
-Que cosas deliciosas podrían hacerle los hermanos
Lestrange. La primera vez que Tweedledee y Tweedledum servirán para algo.
-Parece que el buen Peter se ha ganado unos buenos enemigos,
pero sin duda los dementores serían los más emocionados de recibirlo.
—No entiendo de qué
hablas... —dijo de nuevo Pettigrew, con voz más chillona que nunca. Se secó la
cara con la manga y miró a Lupin—. No creerás nada de eso, de esa locura...
—Tengo que admitir;
Peter, que me cuesta comprender por qué un hombre inocente se pasa doce años
convertido en rata —dijo Lupin impasible.
—¡Inocente, pero
asustado! —chilló Pettigrew—. Si los seguidores de Voldemort me persiguen es
porque yo metí en Azkaban a uno de sus mejores hombres: el espía Sirius Black.
El rostro de Black se
contorsionó.
***
ACTUALIZACIÓN 12/02/2017.
-No entiendo como es posible que él... que pueda... ¡MALDITA
SEA!- Molly no gastó tiempo en regañar a Bill, ella sentía tanta impotencia
como él.
La gran mayoría miraba a Sirius y James, esperando la
explosión de ira. Todos sabían que no había que meterse con los Merodeadores,
porque tocar a uno era tocar a todos pero ¿Qué sucedía cuando el que tocaba era uno de
ellos?
Canuto parecía ido del mundo. Con sus ojos clavados en un punto
indeterminado. Pero James...temblaba. Su mente estaba entre la ira y la
tristeza, tan indeciso entre una y otra que parecía a punto de explotar.
-Me pregunto si podríamos haber hecho algo- James negó.
-La lealtad se lleva en las venas.
—¿Cómo te atreves? —gruñó,
y su voz se asemejó de repente a la del perro enorme que había sido— ¿Yo, espía
de Voldemort? ¿Cuándo he husmeado yo a los que eran más fuertes y poderosos?
Pero tú, Peter... no entiendo cómo no comprendí desde el primer momento que
eras tú el espía. Siempre te gustó tener amigos corpulentos para que te protegieran,
¿verdad? Ese papel lo hicimos nosotros: Remus y yo... y James...
-Claro que ser corpulento no te sirve de nada cuando te
atacan por la espalda- suspiró Lunático.
-Tampoco es que seas muy corpulento.
-Soy un hombre lobo.
-Buen punto.
Pettigrew volvió a
secarse el rostro; le faltaba el aire.
—¿Yo, espía...? Estás
loco. No sé cómo puedes decir...
—Lily y James te nombraron
guardián secreto sólo porque yo se lo recomendé —susurró Black con tanto odio que
Pettigrew retrocedió—. Pensé que era una idea perfecta... una trampa. Voldemort
iría tras de mí, nunca pensaría que los Potter utilizarían a alguien débil y
mediocre como tú... Sin duda fue el mejor momento de tu miserable vida, cuando
le dijiste a Voldemort que podías entregarle a los Potter.
-Subestimar al oponente es lo peor que se puede hacer en una
guerra- reprendió Alastor.
-El problema es que él no era el enemigo- refutó Lily.
Pettigrew murmuraba cosas,
aturdido. Harry captó palabras como «inverosímil» y «locura», pero no podía
dejar de fijarse sobre todo en el color ceniciento de la cara de Pettigrew y en
la forma en que seguía mirando las ventanas y la puerta.
—¿Profesor Lupin?
—dijo Hermione, tímidamente—. ¿Puedo decir algo?
—Por supuesto,
Hermione —dijo Lupin cortésmente.
—Pues bien,
Scabbers..., quiero decir este... este hombre... ha estado durmiendo en el
dormitorio de Harry durante tres años. Si trabaja para Quien Usted Sabe, ¿cómo
es que nunca ha intentado hacerle daño?
—Eso es —dijo
Pettigrew con voz aguda, señalando a Hermione con la mano lisiada—. Gracias.
¿Lo ves, Remus? ¡Nunca le he hecho a Harry el más leve daño! ¿Por qué no se lo
he hecho?
—Yo te diré por qué
—dijo Black—. Porque no harías nada por nadie si no te reporta un beneficio.
Voldemort lleva doce años escondido, dicen que está medio muerto. Tú no cometerías
un asesinato delante de Albus Dumbledore por servir a una piltrafa de brujo que
ha perdido todo su poder; ¿a qué no? Tendrías que estar seguro de que es el más
fuerte en el juego antes de volver a ponerte de su parte. ¿Para qué, si no, te
alojaste en una familia de magos? Para poder estar informado, ¿verdad, Peter?
Sólo por si tu viejo protector recuperaba las fuerzas y volvía a ser
conveniente estar con él.
-Estoy confundida sobre si es un genio o un imbécil, pero de
lo único que estoy seguro que quiero tenerlo frente a mi y quebrarle el cuello.
-Sufriría poco. Quizás quemarlo- Fred arrugó la nariz.
-Sería una peste. ¿Crucio? -Arthur levantó la mano para
silenciar a los gemelos.
-No digan esas cosas, son terribles y no deben bromear sobre
eso.
-¿Quién dice que bromeamos? En la guerra todo se vale, así
sobrevivimos.
-Dilo por ti, a mi no me fue tan bien- recordó Fred,
mientras toda su familia lo miraba adoloridos por el comentario. -Ey, un poco
de humor colegas que si todo sale como Hermione dice estaré vivito y coleando.
Pettigrew abrió y
cerró la boca varias veces. Se había quedado sin habla.
—Eh... ¿Señor Black...
Sirius? —preguntó tímidamente Hermione. —A Black le sorprendió que lo
interpelaran de esta manera, y miró a Hermione fijamente, como si nadie se
hubiera dirigido a él con tal respeto en los últimos años.
-Técnicamente nadie te habla con respeto ahora.
-Gracias Marlene por subirme siempre el ánimo- ironizó.
—. Si no le importa
que le pregunte, ¿cómo escapó usted de Azkaban? Si no empleó magia negra...
-Es casi gracioso que estes frente a un traidor, un prófugo,
un profesor desmayado y un hombre lobo y sigas preguntando como si fuese una
clase- Dorcas se dirigió a Hermione con incredulidad.
-La curiosidad nunca muere.
-La curiosidad mató al gato.
-¿Crookshanks murió?- preguntó Tonks preocupada, mientras
Remus se apuraba a negar con la cabeza antes de que la niña se larga a llorar.
—¡Gracias! —dijo
Pettigrew, asintiendo con la cabeza—. ¡Exacto! ¡Eso es precisamente lo que
yo...!
Pero Lupin lo
silenció con una mirada. Black fruncía ligeramente el entrecejo con los ojos
puestos en Hermione, pero no como si estuviera enfadado con ella: más bien
parecía meditar la respuesta.
—No sé cómo lo hice
—respondió—. Creo que la única razón por la que nunca perdí la cabeza es que
sabía que era inocente. No era un pensamiento agradable, así que los dementores
no me lo podían absorber... Gracias a eso conservé la cordura y no olvidé quién
era... Gracias a eso conservé mis poderes... así que cuando ya no pude aguantar
más me convertí en perro. Los dementores son ciegos, como sabéis. —Tragó
saliva—. Se dirigen hacia la gente porque perciben sus emociones... Al
convertirme en perro, notaron que mis sentimientos eran menos humanos, menos
complejos, pero pensaron, claro, que estaba perdiendo la cabeza, como todo el
mundo, así que no se preocuparon. Pero yo me encontraba débil, muy débil, y no
tenía esperanza de alejarlos sin una varita. Entonces vi a Peter en aquella
foto... comprendí que estaba en Hogwarts, con Harry... en una situación
perfecta para actuar si oía decir que el Señor de las Tinieblas recuperaba
fuerzas... —Pettigrew negó con la cabeza y movió la boca sin emitir sonido
alguno, mirando a Black como hipnotizado—... Estaba dispuesto a hacerlo en
cuanto estuviera seguro de sus aliados..., estaba dispuesto a entregarles al último
de los Potter. Si les entregaba a Harry, ¿quién se atrevería a pensar que había
traicionado a lord Voldemort? Lo recibirían con honores...
-Sufriste tanto por nuestro niño- Lily tomó la mano de
Sirius y la apretó- diste todo por él y nunca podré agradecerte... Sirius diste
todo, tu juventud, tu libertad, tu salud, todo por un niño...
-No es solo un niño, es mi cachorro, siempre lo fue y
siempre lo será y prefiero que me
arranquen la piel centímetro a centímetro antes que le suceda algo malo.
—Así que ya veis,
tenía que hacer algo. Yo era el único que sabía que Peter estaba vivo...
Harry recordó lo que
el padre de Ron le había dicho a su esposa: «Los guardianes dicen que hacía
tiempo que Black hablaba en sueños. Siempre decía las mismas palabras: “Está en
Hogwarts.”»
—Era como si alguien
hubiera prendido una llama en mi cabeza, y los dementores no podían apagarla.
No era un pensamiento agradable..., era una obsesión... pero me daba fuerzas,
me aclaraba la mente. Por eso, una noche, cuando abrieron la puerta para
dejarme la comida, salí entre ellos, en forma de perro. Les resulta tan difícil
percibir las emociones animales que se confundieron. Estaba delgado, muy delgado...
Lo bastante delgado para pasar a través de los barrotes.
-Desnutrición- Harry se abrazó a Ginny. Él había pasado
hambre toda su niñez, y sabía lo que era ese hoyo negro en el centro de tu
cuerpo queriendo absorberte de adentro hacia afuera, y Sirius lo había
soportado voluntariamente solo para salvarlo.
Nadé como un perro.
Viajé hacia el norte y me metí en Hogwarts con la forma de perro... He vivido
en el bosque desde entonces... menos cuando iba a ver el partido de quidditch,
claro... Vuelas tan bien como tu padre, Harry... —Miró al muchacho, que esta
vez no apartó la vista—. Créeme —añadió Black—. Créeme. Nunca traicioné a James
y a Lily. Antes habría muerto.
Y Harry lo creyó.
Asintió con la cabeza, con un nudo en la garganta.
—¡No!
Pettigrew se había
arrodillado, como si el gesto de asentimiento de Harry hubiera sido su propia
sentencia de muerte. Fue arrastrándose de rodillas, humillándose, con las manos
unidas en actitud de rezo.
-Esto pasa de doloroso a patético sorprendentemente rápido-
Dorcas hizo una mueca de asco.
—Sirius, soy yo, soy
Peter... tu amigo. No..., tú no...
Black amagó un
puntapié y Pettigrew retrocedió.
—Ya hay bastante
suciedad en mi túnica sin que tú la toques.
-Sigues conservando un toque Black- murmuró Andrómeda.
—¡Remus! —chilló
Pettigrew volviéndose hacia Lupin, retorciéndose ante él, implorante—. Tú no lo
crees. ¿No te habría contado Sirius que habían cambiado el plan?
—No si creía que el
espía era yo, Peter —dijo Lupin—. Supongo que por eso no me lo contaste, Sirius
—dijo Lupin despreocupadamente, mirándolo por encima de Pettigrew.
—Perdóname, Remus
—dijo Black.
—No hay por qué, Canuto,
viejo amigo —respondió Lupin, subiéndose las mangas—. Y a cambio, ¿querrás
perdonar que yo te creyera culpable?
—Por supuesto —respondió
Black, y un asomo de sonrisa apareció en su demacrado rostro. También empezó a
remangarse—. ¿Lo matamos juntos?
Minerva miró a los jovenes en la mesa. Poco más que niños a
punto de afrotarse a la misión más difícil de todas, y no era solo Voldemort,
era la misión de volver a confiar después de una traición, quizás lo más duro
que tendrían que superar.
—Creo que será lo
mejor —dijo Lupin con tristeza.
—No lo haréis, no
seréis capaces... —dijo Pettigrew. Y se volvió hacia Ron, arrastrándose—. Ron,
¿no he sido un buen amigo?, ¿una buena mascota? No dejes que me maten, Ron.
Estás de mi lado, ¿a que sí?
Pero Ron miraba a
Pettigrew con repugnancia.
—¡Te dejé dormir en
mi cama! —dijo.
—Buen muchacho...
buen amo... —Pettigrew siguió arrastrándose hacia Ron—. No lo consentirás... yo
era tu rata... fui una buena mascota...
Los Weasley estaban asqueados y enojados, especialmente Ron
que se sentía sucio por tener a ese bichejo escondido en sus bolsillos, a ese
criminal contra su espalda...resultaba repugnante.
—Si eras mejor como
rata que como hombre, no tienes mucho de lo que alardear —dijo Black con voz
ronca.
Ron, palideciendo aún
más a causa del dolor; alejó su pierna rota de Pettigrew. Pettigrew giró sobre
sus rodillas, se echó hacia delante y asió el borde de la túnica de Hermione.
—Dulce criatura...
inteligente muchacha... no lo consentirás... ayúdame...
Hermione tiró de la
túnica para soltarla de la presa de Pettigrew y retrocedió horrorizada. Pettigrew
temblaba sin control y volvió lentamente la cabeza hacia Harry
—Harry, Harry.. qué
parecido eres a tu padre... igual que él...
-¡Es un cabrón! ¡Se acerca a él! ¡Sabiendo lo que hizo!-
Dorcas apretó la mandíbula, furiosa como todos en aquel comedor.
—¿CÓMO TE ATREVES A
HABLAR A HARRY? —bramó Black—. ¿CÓMO TE ATREVES A MIRARLO A LA CARA? ¿CÓMO TE
ATREVES A MENCIONAR A JAMES DELANTE DE ÉL?
—Harry —susurró
Pettigrew, arrastrándose hacia él con las manos extendidas—, Harry, James no
habría consentido que me mataran... James habría comprendido, Harry... Habría
sido clemente conmigo...
James frunció el ceño, cuestionándose a si mismo sobre que
haría en aquella situación, que decisión tomaría. Pero al ver a Harry su rostro
y la firmeza de su mirada, supo que él no querría cargar con un asesinato a
cuestas.
Tanto Black como
Lupin se dirigieron hacia él con paso firme, lo cogieron por los hombros y lo
tiraron de espaldas al suelo. Allí quedó, temblando de terror; mirándolos
fijamente.
—Vendiste a Lily y a
James a lord Voldemort —dijo Black, que también temblaba—. ¿Lo niegas?
Pettigrew rompió a
llorar. Era lamentable verlo: parecía un niño grande y calvo que se encogía de
miedo en el suelo.
—Sirius, Sirius, ¿qué
otra cosa podía hacer? El Señor de las Tinieblas... no tienes ni idea... Tiene
armas que no podéis imaginar... Estaba aterrado, Sirius. Yo nunca fui valiente
como tú, como Remus y como James. Nunca quise que sucediera... El Que No Debe
Nombrarse me obligó.
—¡NO MIENTAS! —BRAMÓ
BLACK—. ¡LE HABÍAS ESTADO PASANDO INFORMACIÓN DURANTE UN AÑO ANTES DE LA MUERTE
DE LILY Y DE JAMES! ¡ERAS SU ESPÍA!
-Esos momentos dolorosos en que no puedes confiar ni en tu
sombra.
-Cuando decidas dejar de confiar en los quieres, será el
momento en que te hayan vencido.
—¡Estaba tomando el
poder en todas partes! —dijo Pettigrew entrecortadamente—. ¿Qué se ganaba
enfrentándose a él?
—¿Qué se ganaba
enfrentándose al brujo más malvado de la Historia? —preguntó Black, furioso—.
¡Sólo vidas inocentes, Peter!
—¡No lo comprendes!
—gimió Pettigrew—. Me habría matado, Sirius.
—¡ENTONCES
DEBERÍAS HABER MUERTO! —bramó Black—. ¡MEJOR MORIR QUE TRAICIONAR A TUS AMIGOS!
¡
*******
Bebés, se que mi falta ya es deshonrosa y no tiene sentido darles explicaciones, ustedes quieren leer y yo voy a seguir escribiendo, nunca voy a abandonar esto y voy a dejar de escribir cuando el ultimo párrafo del último capítulo del último libro haya terminado.
El caso es que mi vida esta muy complicada y se me hace difícil concentrarme, por lo que VOY A ACTUALIZAR TODOS LOS DOMINGOS UN CUARTO DE CAPITULO, así les completo un capítulo por mes como debe ser.
Gracias por seguir ahí, a pesar de todo. Los quiero mucho.
Mero.
Nooooo! *Sollozo de lamentación*
ResponderEliminarGracias por actualizar, aunque no esté completo. Me gustó mucho lo que dijo Hermione en cuanto a su actuación con la situación de Draco, y la reacción de James contra Snape fue... Me erizo los vellos de la piel.
Estaré esperando con ansias la siguiente actualización. Ansío que sea domingo.
Nos leemos
Me encantó, creo que la espera valió la pena. Estoy deseando que llegue el domingo para leer la continuación, sigue así.
ResponderEliminarUn saludo.
Me encanta. Entraba cada día para mirar si habías actualizado, y realmente la espera a valido la pena. Espero que tus problemas se solucionen pronto. Besos.
ResponderEliminarGeeeeeniaaaaal!!!!! Como dicen aqui arriba: valio la pena la espera. Vos tranqui, todos tenemos una vida bastante complicada y lo importante es que, aun con todas tus complicaciones, seguis escribiendo y eso, por lo menos para mi, es algo grato. Espero ansiosamemte el proximo capitulo!! Un beso y abrazo gigante y... bienvenida de vuelta!! Jejejeje
ResponderEliminarHolaaaa!!!! Vas a actualizar hoy espero con ansia la actualizacion del capitulo amoo Harry Potter es mi vida
ResponderEliminarLa espera valió la pena. No sabes cuantas veces entre a tu página ayer para ver si habías subido la actualización. Me emocione cuando leí en tu página de FB que ya habías actualizado.
ResponderEliminarSiempre me he sorprendido por la sinvergüenza de Peter al llamarlos amigos. Ese libro, bueno ese capítulo, siempre ha sido, el que me deja con un sentimiento amargo de furia, y más sabiendo que al final escapo esa estúpida rata.
Estaré esperando con ansias que llegue el próximo domingo, para poder leer el otro pedazo del capítulo.
Nos leemos.
CecyBlack
Me encanta, me haces los domingos felices
ResponderEliminarEse momento en que Harry por fin acepta que cree en lo que Sirius dice es lo más emocionante. Casi sentía mi corazón salir por la fuerza de mis latidos, debo admitir que es genial, en parte claro.
ResponderEliminarYA quiero y no quiero ver el desenlace de este capítulo. Ya falta una semana más y unos capítulos más para terminar el tercer libro y empezar con el cáliz de fuego.
Nos leemos.
CecyBlack
En serio, haces que quiere leerlo no importa cuanto demores, siempre estaré esperando. me encanta todo, bueno gracias!!!!!!!! quisiera decir mas, pero no se que mas decir T_T ahora los domingo seran mejores T_T!
ResponderEliminarCuando vas a actualizar?? Ya van dos domingos que no lo haces.
ResponderEliminarCuando actualizas llevas mucho tiempo sin actualizar. Me encanta tu historia.
ResponderEliminarMe eenncaaantaaaa por favor sigue!
ResponderEliminarHola, en verdad me encanta como escribes esta historia, por favor te lo ruego termina el capítulo, se que es complicado y que tal vez tienes muchas cosas que hacer, pero por favor por lo que más quieras terminalo.
ResponderEliminarPD: Me encantan todas tus historias en Potterfics y FanFiction, eres una gran escritorio.
Ni pensar que pensé que faltaba más....Quiero, tengo que admitirlo, llorar como si me desgarraran el alma. Que bueno que hayas actualizado, te juro que domingo tras domingo checara para ver si habías actualizado. Me alegra que por fin lo hayas hecho. Entiendo el motivo, a mí me ha pasado con mis fics. Espero con ansias que llegue el siguiente domingo para empezar a leer el capítulo 20.
ResponderEliminarAmo el como has transmitido los sentimientos de los PJ.
Nos leemos pronto
CecyBlack.
ha sido genial simplemente genial la espera ha valido la pena...
ResponderEliminareres un gran escritor y no puedoesperar a segur leyendo tus historias
animooo y saludos.
No se como expresar lo emocionada que estoy de que hayas actualizado, la espera ha valido la pena, gracias.
ResponderEliminarHola, he estado volviendo a leer tu historia, y hay algunos capítulos que no están completos, como el del partido de Grifyndor vs Ravenclaw; o este, están cortados, porque yo recuerdo que alguna vez estuvieron completos
ResponderEliminarEspero puedas editarlos y dejarlos completos, sé que apenas tienes tiempo para escribir, pero en mi humilde opinión, mínimo ten los capítulos completos
Saludos y espero pronto actualices
Coincido con Gabby, por favor completa los capítulos, es que se quedan justo hecia el final que suelen ser partes muy tensas y. cuando lees el siguiente, ya está todo calmado.
ResponderEliminarPorfa y gracias.