domingo, 29 de enero de 2017

Harry potter y el Prisionero de Azkaban- Cap 19

Aclaración: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a Jo Rowling, yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.


Harry Potter y el Prisionero de Azkaban


Capitulo XIX: "El vasallo de Lord Voldemort"

-Emm- Hermione tosió incómoda- ¿Cree que podría comenzar? Profesor...quiero decir, Remus...-balbuceó como una tonta. A pesar de que trataba con adultos cada día y que ella misma ya era una adulta, aún se sentía como una niña de trece años mirando admirada al primer profesor de Defensa realmente inteligente. Por no mencionar que el ser profesor ya era suficiente como para que ella le respetase.
-Sí, lo siento.- Y también sentía las miradas sobre él, iban del miedo a la lastima y no sabía si le molestaba más lo primero o lo segundo.
-¡Dejen de comportarse como idiotas! ¡Es el mismo Remusin de toda la vida! ¡Miren esa cara, si hasta se sonroja! No podría hacerle daño ni a una mosca.
-Es la persona más confiable y bondadosa de este colegio, nunca ha puesto peros en ayudarlos a ninguno de ustedes y ahora él merece que le retribuyan eso.
Remus sonrió agradecido a Lily y Marlene, la determinación con que aquellas personas valientes y sinceras lo defendían lo hacía creer que quizás aquello si fuese solo un problema peludo.
-¿Por qué te defienden? ¿Quién te hizo  daño?- Tonks sacó el labio inferior, mientras su cabello se tornaba gris- ¿Han lastimado a Remus?- Remus carraspeó incomodo mientras su pequeño yo le daba la mano a Tonks para calmarla. Dentro de quince años estaría acostándose con esa niña y resultaba bastante retorcido.

Hermione dio un grito. Black se puso en pie de un salto. Harry saltó también como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
—He encontrado esto al pie del sauce boxeador —dijo Snape, arrojando la capa a un lado y sin dejar de apuntar al pecho de Lupin con la varita—. Muchas gracias, Potter, me ha sido muy útil.
Snape estaba casi sin aliento, pero su cara rebosaba sensación de triunfo.

-Estupido quejicus- masculló Sirius con la mandíbula apretada.

—Tal vez os preguntéis cómo he sabido que estabais aquí —dijo con los ojos relampagueantes—. Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar la poción esta noche, así que te llevé una copa llena. Fue una suerte. En tu mesa había cierto mapa. Me bastó un vistazo para saber todo lo que necesitaba. Te vi correr por el pasadizo.

-¿Es en serio? ¡¿TU LE DEJAS LA CAPA Y TU LE DAS EL MAPA?!  ¿QUÉ PRETENDEN CON ESTO? ¡LE HUBIESEN PASADO LAS PULGAS DE CANUTO SI QUERÍAN QUE SEA UN MERODEADOR!
-¡ESO!- Canuto entrecerró los ojos antes de comprender- ¡Que yo no tengo pulgas! Casi nunca al menos.

—Severus... —comenzó Lupin, pero Snape no lo oyó.
—Le he dicho una y otra vez al director que ayudabas a tu viejo amigo Black a entrar en el castillo, Lupin. Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió que tuvierais el valor de utilizar este lugar como escondrijo.
—Te equivocas, Severus —dijo Lupin, hablando aprisa—. No lo has oído todo. Puedo explicarlo. Sirius no ha venido a matar a Harry.
—Dos más para Azkaban esta noche —dijo Snape, con los ojos llenos de odio—. Me encantará saber cómo se lo toma Dumbledore. Estaba convencido de que eras inofensivo, ¿sabes, Lupin? Un licántropo domesticado...

Y antes de que pudiesen darse cuenta un hechizo le dio a Snape, tirándolo contra la pared. Pero no había sido ni James, ni Sirius ni Remus. La que tenía la varita en mano era Hermione.
-¿Hermione...qué diablos?- Harry estaba bastante furioso con Snape, como hace años no lo estaba, pero aquello lo tomó por sorpresa.
-¡Dedico mi vida a terminar con esto! Las cacerías, los prejuicios y la injusticia y te has empeñado en justificar muchas de las cosas que Snape hizo y créeme que comprendo muchas de ellas, pero...-la castaña tenía los ojos húmedos.
-Hermione, lo de Snape es un viejo rencor, un rencor del que somos culpables- Hermione se levantó y se desprendió la manga para que la cicatriz de su brazo.
-Bellatrix Lestrange me torturó y no por eso me volví oscura, ¡Yo defendí al sobrino de Bellatrix Lestrange en el juicio a las familias sangre pura!- señaló a Draco- Remus, la ira es inevitable pero el rencor es opcional y él lo escogió. Por sobre todo lo demás- Harry miró la mesa intentando evitar el dilema moral que tenía cada vez que pensaba en Snape.
-Déjenla- Ron miró a la mesa de Slytherin, donde Snape murmuraba maldiciones. -¿Qué ocurre? Tu nunca pierdes el control.
-Ron, hay una vida dentro de mí, una vida que vendrá a un mundo por el que muchos de nosotros dieron la vida, un mundo que se supone estará en paz, pero pensar que queda gente así, gente...
-Hermione siempre habrá gente mala, y él o ella conocerá gente así, pero nosotros lo cuidaremos. Y Snape no tiene la culpa, aunque sea un imbécil.   

—Idiota —dijo Lupin en voz baja—. ¿Vale la pena volver a meter en Azkaban a un hombre inocente por una pelea de colegiales?
¡PUM!
Del final de la varita de Snape surgieron unas cuerdas delgadas, semejantes a serpientes, que se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y los tobillos de Lupin. Este perdió el equilibrio y cayó al suelo, incapaz de moverse. Con un rugido de rabia, Black se abalanzó sobre Snape, pero Snape apuntó directamente a sus ojos con la varita.
—Dame un motivo —susurró—. Dame un motivo para hacerlo y te juro que lo haré.
Black se detuvo en seco. Era imposible decir qué rostro irradiaba más odio.

"La ira es inevitable, pero el rencor es opcional" Lily sentía un agujero en su estómago al pensar en quien se había convertido aquel niño tímido que conoció de pequeña. Como una simple raíz puede volverse una flor o una hiedra venenosa. o
-¿Qué tal si me das un motivo para que no haga lo que hizo ella pero con algo un poco más pesado? O puedo levantarme y patearle su...
-Sirius, juro que te dejaré hacerlo si cuando terminas los libros no entiendes a Snape- cortó Harry, intentando sonar como un adulto y no como el niño de trece años que se sentía en aquel momento.

Harry se quedó paralizado, sin saber qué hacer ni a quién creer. Dirigió una mirada a Ron y a Hermione. Ron parecía tan confundido como él, intentando todavía retener a Scabbers. Hermione, sin embargo, dio hacia Snape un paso vacilante y dijo casi sin aliento:
—Profesor Snape, no... no perdería nada oyendo lo que tienen que decir; ¿no cree?
—Señorita Granger; me temo que vas a ser expulsada del colegio —dijo Snape—. Tú, Potter y Weasley os encontráis en un lugar prohibido, en compañía de un asesino escapado y de un licántropo. Y ahora te ruego que, por una vez en tu vida, cierres la boca.
—Pero si... si fuera todo una confusión...
—¡CALLATE, IMBÉCIL! —gritó de repente Snape, des­compuesto—. ¡NO HABLES DE LO QUE NO COMPRENDES!

-¡Severus Snape! ¡Como se te ocurre hablarle así a una alumna!- Minerva se levantó de un salto con el ceño fruncido- ¡No olvides esto Albus, si vas a insistir en darle a ese hombre el puesto de profesor, al menos controla sus modos!- Albus asintió levemente, sabía que tendría sus motivos para tener a Severus ahí, pero realmente tenía que poner más atención en sus métodos.

Del final de su varita, que seguía apuntando a la cara de Black, salieron algunas chispas. Hermione guardó silencio, mientras Snape proseguía—. La venganza es muy dulce —le dijo a Black en voz  baja—. ¡Habría dado un brazo por ser yo quien te capturara!
—Eres tú quien no comprende, Severus —gruñó Black—. Mientras este muchacho meta su rata en el castillo —señaló a Ron con la cabeza—, entraré en él sigilosamente.
—¿En el castillo? —preguntó Snape con voz melosa—. No creo que tengamos que ir tan lejos. Lo único que tengo que hacer es llamar a los dementores en cuanto salgamos del sauce. Estarán encantados de verte, Black... Tanto que te darán un besito, me atrevería a decir...

-¡Lilian, suéltame! ¡SUELTAME!- James intentaba zafarse de las manos de Lily que lo sostenían por el codo, estaba furioso...no, mucho más que furioso, estaba deseando arrancarle la piel centímetro a centímetro- ¡No lo defiendas! ¡Es el ser más arrastrado, oscuro y repugnante que he conocido y tú lo sabes!- pero no lo soltó, jaló de él hasta que volvió a sentarte.
Lily quiso decir algo, sus viejos instintos le hacían querer decirle a James que Severus no era tan malo, que tenía un alma noble detrás de todo el resentimiento, pero había demasiada maldad en ese corazón como para seguir considerándolo alguien noble.
Y a Severus le dolió más la reacción de Lily que del resto del comedor. Sabía que tenía sobre si cientos de miradas de odio, repudio y furia, pero la única que no lo hacía era Lily, ella lo miraba fijamente con un sentimiento que le dolía más que toda la ira del mundo, lo observaba con profunda tristeza y, lo que se sentía como una puñada, decepción.
Harry apretó la mandíbula para no gritar improperios, a veces se le hacía difícil recordar porqué había limpiado el nombre de Severus. Y Sirius estaba sentado, como una estatua, con la mirada perdida en un punto inexacto.

El rostro de Black perdió el escaso color que tenía.
—Tienes que escucharme —volvió a decir—. La rata, mira la rata...
Pero había un destello de locura en la expresión de Snape que Harry no había visto nunca. Parecía fuera de sí.

-En serio, ¿nadie va a decir que este idiota necesita ayuda mental?- Marlene tenía una mueca de desdén- o puedo curarlo yo, Sev, ven por el electrochoque.

—Vamos todos —ordenó. Chascó los dedos y las puntas de las cuerdas con que había atado a Lupin volvieron a sus manos—. Arrastraré al licántropo. Puede que los dementores lo besen también a él.

James se tronó el cuello, aún sentía la presión de la mano de Lily rodeando su brazo.
-Fred, ¿por qué aún no lo golpeamos?- murmuró George.
-Porque el cuñadito y la cuñadita dicen que no- señaló a Harry y Hermione con la cabeza.
-¿Pero cuando hemos seguido las reglas?- Fred sonrió.
-Tengo el presentimiento que no terminan las cosas bien para Snape.

Sin saber lo que hacía, Harry cruzó la habitación con tres zancadas y bloqueó la puerta.
—Quítate de en medio, Potter. Ya estás metido en bastantes problemas —gruñó Snape—. Si no hubiera venido para salvarte...
—El profesor Lupin ha tenido cientos de oportunidades de matarme este curso —explicó Harry—. He estado solo con él un montón de veces, recibiendo clases de defensa contra los dementores. Si es un compinche de Black, ¿por qué no acabó conmigo?
—No me pidas que desentrañe la mente de un licántropo —susurró Snape—. Quítate de en medio, Potter.
—¡DA USTED PENA! —gritó Harry—. ¡SE NIEGA A ESCUCHAR SÓLO PORQUE SE BURLARON DE USTED EN EL COLEGIO!

-Eso, échale sal en la herida al desquiciado. Sacaste la santa cordura de tu padre..¿Qué?- Lily solo necesitaba enfocar sus ojos verdes en ella para que se sintiera regañada- Tengo miedo por el cachorro y el lobito, hablo mucho cuando me asusto- se justificó Marlene enfatizando con las manos.
-¿Lobito?- Sirius puso los ojos en blanco.
-Intente que dejara de decirme cachorro por veinte años, ni lo intentes.

—¡SILENCIO! ¡NO PERMITIRÉ QUE ME HABLES ASÍ! —chilló Snape, más furioso que nunca—. ¡De tal palo tal astilla, Potter! ¡Acabo de salvarte el pellejo, tendrías que agradecérmelo de rodillas! ¡Te estaría bien empleado si te hubiera matado! Habrías muerto como tu padre, demasiado arrogante para desconfiar de Black. Ahora quítate de en medio o te quitaré yo. ¡APARTATE, POTTER!

-Solo un arrogante sería capaz de creer que sus dilemas de adolescente valen más que la vida de dos personas-  James, Sirius y Remus se quedaron quietos y tranquilos, sabían que aquellas palabras de Lily le dolían a Quejicus más que una puñalada. Solo hacía falta ver su cuerpo delgaducho encorvarse para esquivar la mirada y su cabello aún más pesado y oscuro sobre su rostro.
Harry se decidió en una fracción de segundo. Antes de que Snape pudiera dar un paso hacia él había alzado la varita.
—¡Expeliarmus! —gritó.

-Estas son las cosas que le dan sentido a la paternidad- James sonrió de lado- ¿Qué? Es casi tan hijo mío como tuyo- se defendió Sirius- sin ofender al honor de la joven pelirroja aquí presente- Lily puso los ojos en blanco. Casi cuarenta años y Sirius era el mismo de siempre.
Pero la suya no fue la única voz que gritó. Una ráfaga de aire movió la puerta sobre sus goznes. Snape fue alzado en el aire y lanzado contra la pared. Luego resbaló hasta el suelo, con un hilo de sangre que le brotaba de la cabeza. Estaba sin conocimiento.
Harry miró a su alrededor. Ron y Hermione habían intentado desarmar a Snape en el mismo momento que él.

Molly tuvo un dilema interno, sobre si debía felicitar a Ron por defender a un inocente o regañarlo por atacar a un profesor.
-Creo que ya sé porqué tenemos el mismo ADN- murmuró Fred, mirando con una chispa de gracia a un distraído Ron.  
-Gran sincronización- masculló Alastor, quien parecía más interesado en que fueran parte de un escuadrón que en lo que pasaría con el mundo.

 La varita de Snape planeó trazando un arco y aterrizó sobre la cama, al lado de Crookshanks.
—No deberías haberlo hecho —dijo Black mirando a Harry—. Tendrías que habérmelo dejado a mí...
Harry rehuyó los ojos de Black. No estaba seguro, ni siquiera en aquel momento, de haber hecho lo que debía.

-Sirius, lo siento tanto- Sirius, a pesar de que sus ojos grises estaban apagados, le restó importancia.
-Tú no me conocías, no tenías porque confiar en mí, y antes de que te disculpes Lunático yo también desconfié de ti.
-En que nos hemos convertido- suspiró James, lamentándose.  La muerte, la locura, la soledad y la traición habían destrozado a quienes eran los reyes en su pequeño mundo.

—¡Hemos agredido a un profesor...! ¡Hemos agredido a un profesor...! —gimoteaba Hermione, mirando asustada a Snape, que parecía muerto—. ¡Vamos a tener muchos problemas!

-Si tenemos en cuenta la manera en que ese profesor se dirigió a ustedes, creo que no fue tan grave- cortó Minerva mirando con dureza a Snape.

Lupin forcejeaba para librarse de las ligaduras. Black se inclinó para desatarlo. Lupin se incorporó, frotándose los lugares entumecidos por las cuerdas.
—Gracias, Harry —dijo.
—Aún no creo en usted —repuso Harry.
—Entonces es hora de que te ofrezcamos alguna prueba —dijo Black—. Muchacho, entrégame a Peter. Ya.

-Estoy en ese doloroso momento en que no sé si quiero que sea Peter o no- la voz de James sonaba ronca y seria, esa voz que tu garganta apenas deja salir después de llorar.
-A todo esto, ¿por qué tú, tú y tú- Fabian señaló al trío- no dejan que ese ratoncito este aquí? Podríamos tener una conversación bastante intensa y de manera no violenta.
-O muy violenta- agregó Gideon.
-Por más que yo los entienda, y de verdad que lo hago, no podemos aún. Antes de hacer algún cambio o juicio debemos terminar de leer los siete libros, suceda lo que suceda nadie puede salir herido de aquí, ya tendrán tiempo de hacer los cambios que consideren necesarios.


Ron apretó a Scabbers aún más fuertemente contra el pecho.


***

Parte 2 del capitulo.
Actualización: 06/02/2017.


—Venga —respondió débilmente—, ¿quiere que me crea que escapó usted de Azkaban sólo para atrapar a Scabbers? Quiero decir... —Miró a Harry y a Hermione en busca de apoyo—. De acuerdo, supongamos que Pettigrew pueda transformarse en rata... Hay millones de ratas. ¿Cómo sabía, estando en Azkaban, cuál era la, que buscaba?

-No lo había pensado ¿Cómo supiste que él era él?- Dorcas alzó la ceja con curiosidad, entre tanta agitación emocional, la mayoría no había pensado en detalles tan básicos.

—¿Sabes, Sirius? Ésa es una buena pregunta —observó Lupin, volviéndose hacia Black y frunciendo ligeramente el entrecejo—. ¿Cómo supiste dónde estaba?
Black metió dentro de la túnica una mano que parecía una garra...

Canuto miró su mano como si fuese la primera vez que la veía, aquellas manos por las que habían pasado oro, mujeres, bebidas y apretones de victoria...reducida a lo que él se había vuelto, un saco de piel y huesos.   
...y sacó una página arrugada de periódico, la alisó y se la enseñó a todos. Era la foto de Ron y su familia que había aparecido en el diario El Profeta el verano anterior. Sobre el hombro de Ron se encontraba Scabbers.
—¿Cómo lo conseguiste? —preguntó Lupin a Black, estupefacto.
—Fudge —explicó Black—. Cuando fue a inspeccionar Azkaban el año pasado, me dio el periódico. Y ahí estaba Peter, en primera plana... en el hombro de este chico. Lo reconocí enseguida. Cuántas veces lo vi transformarse. Y el pie de foto decía que el muchacho volvería a Hogwarts, donde estaba Harry...

James apretó tan fuerte la mandíbula que creyó que acabaría quebrándose. No solo lo había traicionado, lo había, indirectamente, asesinado, si no que había estado viendo día y noche a Harry sabiendo lo que le había hecho a aquel niño.

—¡Dios mío! —dijo Lupin en voz baja, mirando a Scabbers, luego la foto y otra vez a Scabbers—. Su pata delantera...
—¿Qué le ocurre? —preguntó Ron, poniéndose chulito.
—Le falta un dedo —explicó Black.
—Claro —dijo Lupin—. Sencillo... e ingenioso. ¿Se lo cortó él?
—Poco antes de transformarse —dijo Black—. Cuando lo arrinconé, gritó para que toda la calle oyera que yo había traicionado a Lily y a James. Luego, para que no pudiera echarle ninguna maldición, abrió la calle con la varita en su espalda, mató a todos los que se encontraban a siete metros a la redonda y se metió a toda velocidad por la alcantarilla, con las demás ratas...
—¿Nunca lo has oído, Ron? —le preguntó Lupin—. El mayor trozo que encontraron de Peter fue el dedo.

-¿Estamos hablando del mismo inútil que temía prenderse fuego con las chispas de la chimenea?
-Los callados son los peores...mientras más buenos son, más duele la puñalada.
-Dímelo a mí- ironizó James, con la voz cargada de sarcasmo pero con la expresión repleta de tristeza.

—Mire, seguramente Scabbers tuvo una pelea con otra rata, o algo así. Ha estado con mi familia desde siempre.
—Doce años exactamente ¿No te has preguntado nunca por qué vive tanto?
—Bueno, la hemos cuidado muy bien —dijo Ron.
—Pero ahora no tiene muy buen aspecto, ¿verdad? —observó Lupin—. Apostaría a que su salud empeoró cuando supo que Sirius se había escapado.

Los Weasleys se sentían ultrajados. Su hogar, su confianza y su cariño...un asesino viviendo bajo su techo tantos años, a su amparo y protección.
-Estoy relativamente preocupado por la cantidad de veces que Pettigrew nos habrá observado en situaciones impúdicas- Molly miró escandalizada a Fred. -¿Qué? Tenías seis hijos varones entre la adolescencia y la adultez bajo el mismo techo, ¿tú que pensabas que hacíamos solos en las habitaciones a los catorce años?
-¿Como qué seis? ¿Creen que por ser mujer yo no me...?- la mitad de los hombres de la mesa, incluido Harry se interesaron de pronto en la pelirroja-Hmm...Profesor Lupin, la lectura iba muy buena, continúe.

—¡La ha asustado ese gato loco! —repuso Ron, señala­do con la cabeza a Crookshanks, que seguía ronroneando en la cama.
Pero no había sido así, pensó Harry inmediatamente. Scabbers ya tenía mal aspecto antes de encontrar a Crookshanks. Desde que Ron volvió de Egipto. Desde que Black escapó...
—Este gato no está loco —dijo Black con voz ronca. Alargó una mano huesuda y acarició la cabeza mullida de Crookshanks—. Es el más inteligente que he visto en mi vida.

-El bicho ese no es un animago, ¿verdad?- cuestionó Alice, Hermione negó con la cabeza.
-Es mitad kneazle, por eso es inteligente. Además tienen un sexto sentido para detectar gente que no es de fiar.

Reconoció a Peter inmediatamente. Y cuando me encontró supo que yo no era un perro de verdad. Pasó un tiempo antes de que confiara en mí. Finalmente, me las arreglé para hacerle entender qué era lo que pretendía, y me ha estado ayudando...
—¿Qué quiere decir? —preguntó Hermione en voz baja.
—Intentó que Peter se me acercara, pero no pudo... Así que se apoderó de las contraseñas para entrar en la torre de Gryffindor. Según creo, las cogió de la mesilla de un muchacho...
El cerebro de Harry empezaba a hundirse por el peso de las muchas cosas que oía. Era absurdo... y sin embargo...
—Sin embargo, Peter se olió lo que ocurría y huyó. Este gato, ¿decís que se llama Crookshanks?, me dijo que Peter había dejado sangre en las sábanas. Supongo que se mordió... Simular su propia muerte ya había resultado en otra ocasión.

-Tengo la extrema curiosidad sobre su comunicación con el gato, pero no creo que sea el momento de preguntar- murmuró Astoria.
-¿Por qué no?- La ojiverde hizo una mueca.
- Tu tío estaba intentando salvar su vida después de que su amigo lo traicionó, su otro amigo fue asesinado y su otro amigo no creyera en él.
-En realidad, creo que es mi primo segundo.
-Eres como un ladrillo, cariño.

Estas palabras impresionaron a Harry y lo sacaron de su ensimismamiento.
—¿Y por qué fingió su muerte? —preguntó furioso—. Porque sabía que usted lo quería matar; como mató a mis padres.
—No, Harry —dijo Lupin.
—Y ahora ha venido para acabar con él.
—Sí, es verdad —dijo Black, dirigiendo a Scabbers una mirada diabólica.
—Entonces yo tendría que haber permitido que Snape lo entregara —gritó Harry.
—Harry —dijo Lupin apresuradamente—, ¿no te das cuenta? Durante todo este tiempo hemos pensado que Sirius había traicionado a tus padres y que Peter lo había perseguido. Pero fue al revés, ¿no te das cuenta? Peter fue quien trai­cionó a tus padres. Sirius le siguió la pista y...
—¡ESO NO ES CIERTO! —gritó Harry—. ¡ERA SU GUARDIÁN SECRETO! ¡LO RECONOCIÓ ANTES DE QUE USTED APARECIESE! ¡ADMITIÓ QUE LOS MATÓ!

-Tu único crimen hasta la fecha ha sido ser pésimo explicando que eres inocente. ¿Qué diablos hiciste en el juicio para explicar que eras inocente? ¿Apuñalar al juez?
-¿Qué parte de no me dieron un maldito juicio no entendiste? Crouch me mando de la calle a Azkaban sin escalas. Nadie preguntó mi versión.

Señalaba a Black, que negaba lentamente con la cabeza. Sus ojos hundidos brillaron de repente.
—Harry..., la verdad es que fue como si los hubiera matado yo —gruñó—. Persuadí a Lily y a James en el último momento de que utilizaran a Peter. Los persuadí de que lo utilizaran a él como guardián secreto y no a mí. Yo tengo la culpa, lo sé. La noche que murieron había decidido vigilar a Peter, asegurarme de que todavía era de fiar. Pero cuando llegué a su guarida, ya se había ido. No había señal de pelea alguna. No me dio buena espina. Me asusté. Me puse inmediatamente en camino hacia la casa de tus padres. Y cuando la vi destruida y sus cuerpos... me di cuenta de lo que Peter había hecho. Y de lo que había hecho yo.
Su voz se quebró.

Lily volvió a abrazar a Sirius, dándole la intimidad que necesitaba para derramar las solitarias lágrimas que brotaban de aquellos ojos grises. Los ojos de Sirius eran transparentes como el agua, era sencillo detectar en ellos la alegría, la tristeza y la furia. Todo Sirius era transparencia pura, en sus virtudes y defectos era tan franco como un niño.
-No fue tu culpa Sirius, tú nos querías comprar el boleto de tren a ciudad segura y Peter nos arrojó a las vías, no tiene ningún sentido que te culpes.

Se dio la vuelta.
—Es suficiente —dijo Lupin, con una nota de acero en la voz que Harry no le había oído nunca—. Hay un medio infalible de demostrar lo que verdaderamente sucedió. Ron, entrégame la rata.
—¿Qué va a hacer con ella si se la doy? —preguntó Ron con nerviosismo.
—Obligarla a transformarse —respondió Lupin—. Si de verdad es sólo una rata, no sufrirá ningún daño.
Ron dudó. Finalmente puso a Scabbers en las manos de Lupin. Scabbers se puso a chillar sin parar; retorciéndose y agitándose. Sus ojos diminutos y negros parecían salirse de las órbitas.

-¿Chillando y con ojos escurridizos? Es Pettigrew.
-Como profesora me siento indignada de que pudiera hacer todo lo que hizo pero no plantar un arbusto autofertilizante- Sprout tenía la cara redonda roja por el enojo, casi tanto como McGonagall.
-¿Crees que haya sido siempre un personaje? Aquel niño de once años que tenía miedo de que su escoba lo matase, ¿en qué momento lo bueno se corrompe? Los niños que han comido en nuestras mesas, respondido nuestras preguntas, acudido por nuestra ayuda...convertidos en asesinos y criminales... ¿Podríamos, acaso, haber hecho algo?- Dumbledore suspiró, mientras Minerva atravesaba su crisis existencial.
-Yo fui quien trajo a Voldemort a este colegio, y aún sabiendo todo lo que hará, no podría volver a ese orfanato y dañarlo. Cuando se es inocente es injusto castigar, y cuando castigar se vuelve justo...ya es demasiado tarde.

—¿Preparado, Sirius? —preguntó Lupin.
Black ya había recuperado la varita de Snape, que había caído en la cama. Se aproximó a Lupin y a la rata. Sus ojos húmedos parecían arder.
—¿A la vez? —preguntó en voz baja.
—Venga —respondió Lupin, sujetando a Scabbers con una mano y la varita con la otra—. A la de tres. ¡Una, dos y... TRES!
Un destello de luz azul y blanca salió de las dos varitas. Durante un momento Scabbers se quedó petrificada en el aire, torcida, en posición extraña. Ron gritó. La rata golpeó el suelo al caer. Hubo otro destello cegador y entonces...
Fue como ver la película acelerada del crecimiento de un árbol. Una cabeza brotó del suelo. Surgieron las piernas y los brazos. Al cabo de un instante, en el lugar de Scabbers se hallaba un hombre, encogido y retorciéndose las manos. Crookshanks bufaba y gruñía en la cama, con el pelo erizado.

Por un momentos las expresiones del comedor pasaron del enojo al asco, era una imagen mental realmente repulsiva.

Era un hombre muy bajito, apenas un poco más alto que Harry y Hermione. Tenía el pelo ralo y descolorido, con calva en la coronilla. Parecía encogido, como un gordo que hubiera adelgazado rápidamente. Su piel parecía roñosa, casi como la de Scabbers, y le quedaba algo de su anterior condición roedora en lo puntiagudo de la nariz y en los ojos pequeños y húmedos. Los miró a todos, respirando rápida y superficialmente. Harry vio que sus ojos iban rápidamente hacia la puerta.

-Hijo de su...-Molly golpeó suavemente el brazo de Bill- grandísima madre rata.
-Cobarde- la voz de Alastor, cargada de desprecio, demostraba que no había peor defecto para él que la cobardía y la traición.

—Hola, Peter —dijo Lupin con voz amable, como si fuera normal que las ratas se convirtieran en antiguos compañeros de estudios—. Cuánto tiempo sin verte.
—Si... Sirius. Re... Remus —incluso la voz de Pettigrew era como de rata. Volvió a mirar a la puerta—. Amigos, queridos amigos...

-No me cabe en la cabeza como puede...como tiene...¡Como hace eso!- Neville sacudió las manos intentando que comprendieran.
-Lo sé. Estar ahí, mirarlos a los ojos y hacer de cuenta que nada había pasado.

Black levantó el brazo de la varita, pero Lupin lo sujetó por la muñeca y le echó una mirada de advertencia. Entonces se volvió a Pettigrew con voz ligera y despreocupada.
—Acabamos de tener una pequeña charla, Peter, sobre lo que sucedió la noche en que murieron Lily y James. Quizás te hayas perdido alguno de los detalles más interesantes mientras chillabas en la cama.
—Remus —dijo Pettigrew con voz entrecortada, y Harry vio gotas de sudor en su pálido rostro—, no lo creerás, ¿verdad? Intentó matarme a mí...
—Eso es lo que hemos oído —dijo Lupin más fríamente—. Me gustaría aclarar contigo un par de puntos, Peter; si fueras tan...

-No tan fuerte- Harry soltó el brazo de Ginny como si fuese un choque eléctrico.
-Lo siento tanto, te quedará marca, no quise...- Ginny le sonrió y le tomó la mano.
-Esto es difícil para ti cariño, lo sé, no tienes que ser siempre el fuerte ¿Lo sabes?
-Siempre lo he sabido, eres la única que sabe lo débil que puedo llegar a ser.
-Reconocer las debilidades solo te hace más valiente Harry.

—¡Ha venido porque otra vez quiere matarme! —chilló Pettigrew señalando a Black, y Harry vio que utilizaba el dedo corazón porque le faltaba el índice—. ¡Mató a Lily y a James, y ahora quiere matarme a mí...! ¡Tienes que protegerme, Remus!

-¡Como le da la cara para eso!- Lunático, quien rara vez perdía la calma, estaba demasiado enojado como para mostrarse calmado como su yo adulto.

El rostro de Black semejaba más que nunca una calavera, mientras miraba a Peter Pettigrew con sus ojos insondables.
—Nadie intentará matarte antes de que aclaremos algunos puntos —dijo Lupin.
—¿Aclarar puntos? —chilló Pettigrew, mirando una vez más a su alrededor; hacia las ventanas cegadas y hacia la única puerta—. ¡Sabía que me perseguiría! ¡Sabía que volvería a buscarme! ¡He temido este momento durante doce años!
—¿Sabías que Sirius se escaparía de Azkaban cuando nadie lo había conseguido hasta ahora? —preguntó Lupin, frunciendo el entrecejo.
—¡Tiene poderes oscuros con los que los demás sólo podemos soñar! —chilló Pettigrew con voz aguda—. ¿Cómo, si no, iba a salir de allí? Supongo que El Que No Debe Nombrarse le enseñó algunos trucos.

-¡Si será desgraciado!- Canuto tomó la copa y la estrelló contra el piso, seguido por todo lo que encontró cerca- Ven, Quejicus, si quieres te rompo el brazo también, ya que estamos trae a tu compañerito Pettigrew y puedo romperle su...
-Sirius, Snape no tiene la culpa, no de este último párrafo al menos- cortó Marlenne- sobre Pettigrew tendremos que esperar...
-¿Esperar? ¡ESA RATA ME HARÁ PASAR DOCE AÑOS EN AZKABAN MALDITA SEA!
-¡SIRIUS YO MORÍ!
-Ese lugar es peor que el mismísimo infierno- cortó Sirius adulto, con los años marcados más que nunca.

Black comenzó a sacudirse con una risa triste y horrible que llenó la habitación.
—¿Que Voldemort me enseñó trucos? —dijo y Peter Pettigrew retrocedió como si Black acabara de blandir un látigo en su dirección—. ¿Qué te ocurre? ¿Te asustas al oír el nombre de tu antiguo amo? —preguntó Black—. No te culpo, Peter. Sus secuaces no están muy contentos de ti, ¿verdad?
—No sé... qué quieres decir, Sirius —murmuró Pettigrew, respirando más aprisa aún. Todo su rostro brillaba de sudor.
—No te has estado ocultando durante doce años de mí —dijo Black—. Te has estado ocultando de los viejos seguidores de Voldemort. En Azkaban oí cosas. Todos piensan que si no estás muerto, deberías aclararles algunas dudas. Les he oído gritar en sueños todo tipo de cosas. Cosas como que el traidor les había traicionado. Voldemort acudió a la casa de los Potter por indicación tuya y allí conoció la derrota. Y no todos los seguidores de Voldemort han terminado en Azkaban, ¿verdad? Aún quedan muchos libres, esperando su oportunidad, fingiendo arrepentimiento... Si supieran que sigues vivo...

-Que cosas deliciosas podrían hacerle los hermanos Lestrange. La primera vez que Tweedledee y Tweedledum servirán para algo.
-Parece que el buen Peter se ha ganado unos buenos enemigos, pero sin duda los dementores serían los más emocionados de recibirlo.

—No entiendo de qué hablas... —dijo de nuevo Pettigrew, con voz más chillona que nunca. Se secó la cara con la manga y miró a Lupin—. No creerás nada de eso, de esa locura...
—Tengo que admitir; Peter, que me cuesta comprender por qué un hombre inocente se pasa doce años convertido en rata —dijo Lupin impasible.
—¡Inocente, pero asustado! —chilló Pettigrew—. Si los seguidores de Voldemort me persiguen es porque yo metí en Azkaban a uno de sus mejores hombres: el espía Sirius Black.

El rostro de Black se contorsionó. 

***
ACTUALIZACIÓN 12/02/2017. 

-No entiendo como es posible que él... que pueda... ¡MALDITA SEA!- Molly no gastó tiempo en regañar a Bill, ella sentía tanta impotencia como él.
La gran mayoría miraba a Sirius y James, esperando la explosión de ira. Todos sabían que no había que meterse con los Merodeadores, porque tocar a uno era tocar a todos pero  ¿Qué sucedía cuando el que tocaba era uno de ellos?
Canuto parecía ido del mundo.  Con sus ojos clavados en un punto indeterminado. Pero James...temblaba. Su mente estaba entre la ira y la tristeza, tan indeciso entre una y otra que parecía a punto de explotar.
-Me pregunto si podríamos haber hecho algo- James negó.
-La lealtad se lleva en las venas.

—¿Cómo te atreves? —gruñó, y su voz se asemejó de repente a la del perro enorme que había sido— ¿Yo, espía de Voldemort? ¿Cuándo he husmeado yo a los que eran más fuertes y poderosos? Pero tú, Peter... no entiendo cómo no comprendí desde el primer momento que eras tú el espía. Siempre te gustó tener amigos corpulentos para que te protegieran, ¿verdad? Ese papel lo hicimos nosotros: Remus y yo... y James...

-Claro que ser corpulento no te sirve de nada cuando te atacan por la espalda- suspiró Lunático.
-Tampoco es que seas muy corpulento.
-Soy un hombre lobo.
-Buen punto.

Pettigrew volvió a secarse el rostro; le faltaba el aire.
—¿Yo, espía...? Estás loco. No sé cómo puedes decir...
—Lily y James te nombraron guardián secreto sólo porque yo se lo recomendé     —susurró Black con tanto odio que Pettigrew retrocedió—. Pensé que era una idea perfecta... una trampa. Voldemort iría tras de mí, nunca pensaría que los Potter utilizarían a alguien débil y mediocre como tú... Sin duda fue el mejor momento de tu miserable vida, cuando le dijiste a Voldemort que podías entregarle a los Potter.

-Subestimar al oponente es lo peor que se puede hacer en una guerra- reprendió Alastor.
-El problema es que él no era el enemigo- refutó Lily.

Pettigrew murmuraba cosas, aturdido. Harry captó palabras como «inverosímil» y «locura», pero no podía dejar de fijarse sobre todo en el color ceniciento de la cara de Pettigrew y en la forma en que seguía mirando las ventanas y la puerta.
—¿Profesor Lupin? —dijo Hermione, tímidamente—. ¿Puedo decir algo?
—Por supuesto, Hermione —dijo Lupin cortésmente.
—Pues bien, Scabbers..., quiero decir este... este hombre... ha estado durmiendo en el dormitorio de Harry durante tres años. Si trabaja para Quien Usted Sabe, ¿cómo es que nunca ha intentado hacerle daño?
—Eso es —dijo Pettigrew con voz aguda, señalando a Hermione con la mano lisiada—. Gracias. ¿Lo ves, Remus? ¡Nunca le he hecho a Harry el más leve daño! ¿Por qué no se lo he hecho?
—Yo te diré por qué —dijo Black—. Porque no harías nada por nadie si no te reporta un beneficio. Voldemort lleva doce años escondido, dicen que está medio muerto. Tú no cometerías un asesinato delante de Albus Dumbledore por servir a una piltrafa de brujo que ha perdido todo su poder; ¿a qué no? Tendrías que estar seguro de que es el más fuerte en el juego antes de volver a ponerte de su parte. ¿Para qué, si no, te alojaste en una familia de magos? Para poder estar informado, ¿verdad, Peter? Sólo por si tu viejo protector recuperaba las fuerzas y volvía a ser conveniente estar con él.

-Estoy confundida sobre si es un genio o un imbécil, pero de lo único que estoy seguro que quiero tenerlo frente a mi y quebrarle el cuello.
-Sufriría poco. Quizás quemarlo- Fred arrugó la nariz.
-Sería una peste. ¿Crucio? -Arthur levantó la mano para silenciar a los gemelos.
-No digan esas cosas, son terribles y no deben bromear sobre eso.
-¿Quién dice que bromeamos? En la guerra todo se vale, así sobrevivimos.
-Dilo por ti, a mi no me fue tan bien- recordó Fred, mientras toda su familia lo miraba adoloridos por el comentario. -Ey, un poco de humor colegas que si todo sale como Hermione dice estaré vivito y coleando.

Pettigrew abrió y cerró la boca varias veces. Se había quedado sin habla.
—Eh... ¿Señor Black... Sirius? —preguntó tímidamente Hermione. —A Black le sorprendió que lo interpelaran de esta manera, y miró a Hermione fijamente, como si nadie se hubiera dirigido a él con tal respeto en los últimos años.

-Técnicamente nadie te habla con respeto ahora.
-Gracias Marlene por subirme siempre el ánimo- ironizó.

—. Si no le importa que le pregunte, ¿cómo escapó usted de Azkaban? Si no empleó magia negra...

-Es casi gracioso que estes frente a un traidor, un prófugo, un profesor desmayado y un hombre lobo y sigas preguntando como si fuese una clase- Dorcas se dirigió a Hermione con incredulidad.
-La curiosidad nunca muere.
-La curiosidad mató al gato.
-¿Crookshanks murió?- preguntó Tonks preocupada, mientras Remus se apuraba a negar con la cabeza antes de que la niña se larga a llorar.

—¡Gracias! —dijo Pettigrew, asintiendo con la cabeza—. ¡Exacto! ¡Eso es precisamente lo que yo...!
Pero Lupin lo silenció con una mirada. Black fruncía li­geramente el entrecejo con los ojos puestos en Hermione, pero no como si estuviera enfadado con ella: más bien pare­cía meditar la respuesta.
—No sé cómo lo hice —respondió—. Creo que la única razón por la que nunca perdí la cabeza es que sabía que era inocente. No era un pensamiento agradable, así que los dementores no me lo podían absorber... Gracias a eso conservé la cordura y no olvidé quién era... Gracias a eso conservé mis poderes... así que cuando ya no pude aguantar más me convertí en perro. Los dementores son ciegos, como sabéis. —Tragó saliva—. Se dirigen hacia la gente porque perciben sus emociones... Al convertirme en perro, notaron que mis sentimientos eran menos humanos, menos complejos, pero pensaron, claro, que estaba perdiendo la cabeza, como todo el mundo, así que no se preocuparon. Pero yo me encontraba débil, muy débil, y no tenía esperanza de alejarlos sin una varita. Entonces vi a Peter en aquella foto... comprendí que estaba en Hogwarts, con Harry... en una situación perfecta para actuar si oía decir que el Señor de las Tinieblas recuperaba fuerzas... —Pettigrew negó con la cabeza y movió la boca sin emitir sonido alguno, mirando a Black como hipno­tizado—... Estaba dispuesto a hacerlo en cuanto estuviera seguro de sus aliados..., estaba dispuesto a entregarles al último de los Potter. Si les entregaba a Harry, ¿quién se atrevería a pensar que había traicionado a lord Voldemort? Lo reci­birían con honores...

-Sufriste tanto por nuestro niño- Lily tomó la mano de Sirius y la apretó- diste todo por él y nunca podré agradecerte... Sirius diste todo, tu juventud, tu libertad, tu salud, todo por un niño...
-No es solo un niño, es mi cachorro, siempre lo fue y siempre lo será  y prefiero que me arranquen la piel centímetro a centímetro antes que le suceda algo malo.

—Así que ya veis, tenía que hacer algo. Yo era el único que sabía que Peter estaba vivo...
Harry recordó lo que el padre de Ron le había dicho a su esposa: «Los guardianes dicen que hacía tiempo que Black hablaba en sueños. Siempre decía las mismas palabras: “Está en Hogwarts.”»
—Era como si alguien hubiera prendido una llama en mi cabeza, y los dementores no podían apagarla. No era un pensamiento agradable..., era una obsesión... pero me daba fuerzas, me aclaraba la mente. Por eso, una noche, cuando abrieron la puerta para dejarme la comida, salí entre ellos, en forma de perro. Les resulta tan difícil percibir las emociones animales que se confundieron. Estaba delgado, muy delgado... Lo bastante delgado para pasar a través de los barrotes.

-Desnutrición- Harry se abrazó a Ginny. Él había pasado hambre toda su niñez, y sabía lo que era ese hoyo negro en el centro de tu cuerpo queriendo absorberte de adentro hacia afuera, y Sirius lo había soportado voluntariamente solo para salvarlo.

Nadé como un perro. Viajé hacia el norte y me metí en Hogwarts con la forma de perro... He vivido en el bosque desde entonces... menos cuando iba a ver el partido de quidditch, claro... Vuelas tan bien como tu padre, Harry... —Miró al muchacho, que esta vez no apartó la vista—. Créeme —añadió Black—. Créeme. Nunca traicioné a James y a Lily. Antes habría muerto.
Y Harry lo creyó. Asintió con la cabeza, con un nudo en la garganta.
—¡No!
Pettigrew se había arrodillado, como si el gesto de asentimiento de Harry hubiera sido su propia sentencia de muerte. Fue arrastrándose de rodillas, humillándose, con las manos unidas en actitud de rezo.

-Esto pasa de doloroso a patético sorprendentemente rápido- Dorcas hizo una mueca de asco.

—Sirius, soy yo, soy Peter... tu amigo. No..., tú no...
Black amagó un puntapié y Pettigrew retrocedió.
—Ya hay bastante suciedad en mi túnica sin que tú la toques.

-Sigues conservando un toque Black- murmuró Andrómeda.

—¡Remus! —chilló Pettigrew volviéndose hacia Lupin, retorciéndose ante él, implorante—. Tú no lo crees. ¿No te habría contado Sirius que habían cambiado el plan?
—No si creía que el espía era yo, Peter —dijo Lupin—. Supongo que por eso no me lo contaste, Sirius —dijo Lupin despreocupadamente, mirándolo por encima de Pettigrew.
—Perdóname, Remus —dijo Black.
—No hay por qué, Canuto, viejo amigo —respondió Lupin, subiéndose las mangas—. Y a cambio, ¿querrás perdonar que yo te creyera culpable?
—Por supuesto —respondió Black, y un asomo de sonrisa apareció en su demacrado rostro. También empezó a remangarse—. ¿Lo matamos juntos?

Minerva miró a los jovenes en la mesa. Poco más que niños a punto de afrotarse a la misión más difícil de todas, y no era solo Voldemort, era la misión de volver a confiar después de una traición, quizás lo más duro que tendrían que superar.

—Creo que será lo mejor —dijo Lupin con tristeza.
—No lo haréis, no seréis capaces... —dijo Pettigrew. Y se volvió hacia Ron, arrastrándose—. Ron, ¿no he sido un buen amigo?, ¿una buena mascota? No dejes que me maten, Ron. Estás de mi lado, ¿a que sí?
Pero Ron miraba a Pettigrew con repugnancia.
—¡Te dejé dormir en mi cama! —dijo.
—Buen muchacho... buen amo... —Pettigrew siguió arrastrándose hacia Ron—. No lo consentirás... yo era tu rata... fui una buena mascota...

Los Weasley estaban asqueados y enojados, especialmente Ron que se sentía sucio por tener a ese bichejo escondido en sus bolsillos, a ese criminal contra su espalda...resultaba repugnante.

—Si eras mejor como rata que como hombre, no tienes mucho de lo que alardear —dijo Black con voz ronca.
Ron, palideciendo aún más a causa del dolor; alejó su pierna rota de Pettigrew. Pettigrew giró sobre sus rodillas, se echó hacia delante y asió el borde de la túnica de Hermione.
—Dulce criatura... inteligente muchacha... no lo consentirás... ayúdame...
Hermione tiró de la túnica para soltarla de la presa de Pettigrew y retrocedió horrorizada. Pettigrew temblaba sin control y volvió lentamente la cabeza hacia Harry
—Harry, Harry.. qué parecido eres a tu padre... igual que él...

-¡Es un cabrón! ¡Se acerca a él! ¡Sabiendo lo que hizo!- Dorcas apretó la mandíbula, furiosa como todos en aquel comedor.
—¿CÓMO TE ATREVES A HABLAR A HARRY? —bramó Black—. ¿CÓMO TE ATREVES A MIRARLO A LA CARA? ¿CÓMO TE ATREVES A MENCIONAR A JAMES DELANTE DE ÉL?
—Harry —susurró Pettigrew, arrastrándose hacia él con las manos extendidas—, Harry, James no habría consentido que me mataran... James habría comprendido, Harry... Habría sido clemente conmigo...

James frunció el ceño, cuestionándose a si mismo sobre que haría en aquella situación, que decisión tomaría. Pero al ver a Harry su rostro y la firmeza de su mirada, supo que él no querría cargar con un asesinato a cuestas.

Tanto Black como Lupin se dirigieron hacia él con paso firme, lo cogieron por los hombros y lo tiraron de espaldas al suelo. Allí quedó, temblando de terror; mirándolos fijamente.
—Vendiste a Lily y a James a lord Voldemort —dijo Black, que también temblaba—. ¿Lo niegas?
Pettigrew rompió a llorar. Era lamentable verlo: parecía un niño grande y calvo que se encogía de miedo en el suelo.
—Sirius, Sirius, ¿qué otra cosa podía hacer? El Señor de las Tinieblas... no tienes ni idea... Tiene armas que no podéis imaginar... Estaba aterrado, Sirius. Yo nunca fui valiente como tú, como Remus y como James. Nunca quise que suce­diera... El Que No Debe Nombrarse me obligó.
—¡NO MIENTAS! —BRAMÓ BLACK—. ¡LE HABÍAS ESTADO PASANDO INFORMACIÓN DURANTE UN AÑO ANTES DE LA MUERTE DE LILY Y DE JAMES! ¡ERAS SU ESPÍA!

-Esos momentos dolorosos en que no puedes confiar ni en tu sombra.
-Cuando decidas dejar de confiar en los quieres, será el momento en que te hayan vencido.

—¡Estaba tomando el poder en todas partes! —dijo Pettigrew entrecortadamente—. ¿Qué se ganaba enfrentándo­se a él?
—¿Qué se ganaba enfrentándose al brujo más malvado de la Historia? —preguntó Black, furioso—. ¡Sólo vidas inocentes, Peter!
—¡No lo comprendes! —gimió Pettigrew—. Me habría matado, Sirius.
—¡ENTONCES DEBERÍAS HABER MUERTO! —bramó Black—. ¡MEJOR MORIR QUE TRAICIONAR A TUS AMIGOS! ¡
*******
Bebés, se que mi falta ya es deshonrosa y no tiene sentido darles explicaciones, ustedes quieren leer y yo voy a seguir escribiendo, nunca voy a abandonar esto y voy a dejar de escribir cuando el ultimo párrafo del último capítulo del último libro haya terminado. 
El caso es que mi vida esta muy complicada y se me hace difícil concentrarme, por lo que VOY A ACTUALIZAR TODOS LOS DOMINGOS UN CUARTO DE CAPITULO, así les completo un capítulo por mes como debe ser. 

Gracias por seguir ahí, a pesar de todo. Los quiero mucho.

Mero. 

18 comentarios:

  1. Nooooo! *Sollozo de lamentación*
    Gracias por actualizar, aunque no esté completo. Me gustó mucho lo que dijo Hermione en cuanto a su actuación con la situación de Draco, y la reacción de James contra Snape fue... Me erizo los vellos de la piel.
    Estaré esperando con ansias la siguiente actualización. Ansío que sea domingo.
    Nos leemos

    ResponderEliminar
  2. Me encantó, creo que la espera valió la pena. Estoy deseando que llegue el domingo para leer la continuación, sigue así.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Me encanta. Entraba cada día para mirar si habías actualizado, y realmente la espera a valido la pena. Espero que tus problemas se solucionen pronto. Besos.

    ResponderEliminar
  4. Geeeeeniaaaaal!!!!! Como dicen aqui arriba: valio la pena la espera. Vos tranqui, todos tenemos una vida bastante complicada y lo importante es que, aun con todas tus complicaciones, seguis escribiendo y eso, por lo menos para mi, es algo grato. Espero ansiosamemte el proximo capitulo!! Un beso y abrazo gigante y... bienvenida de vuelta!! Jejejeje

    ResponderEliminar
  5. Holaaaa!!!! Vas a actualizar hoy espero con ansia la actualizacion del capitulo amoo Harry Potter es mi vida

    ResponderEliminar
  6. La espera valió la pena. No sabes cuantas veces entre a tu página ayer para ver si habías subido la actualización. Me emocione cuando leí en tu página de FB que ya habías actualizado.
    Siempre me he sorprendido por la sinvergüenza de Peter al llamarlos amigos. Ese libro, bueno ese capítulo, siempre ha sido, el que me deja con un sentimiento amargo de furia, y más sabiendo que al final escapo esa estúpida rata.
    Estaré esperando con ansias que llegue el próximo domingo, para poder leer el otro pedazo del capítulo.
    Nos leemos.
    CecyBlack

    ResponderEliminar
  7. Me encanta, me haces los domingos felices

    ResponderEliminar
  8. Ese momento en que Harry por fin acepta que cree en lo que Sirius dice es lo más emocionante. Casi sentía mi corazón salir por la fuerza de mis latidos, debo admitir que es genial, en parte claro.
    YA quiero y no quiero ver el desenlace de este capítulo. Ya falta una semana más y unos capítulos más para terminar el tercer libro y empezar con el cáliz de fuego.
    Nos leemos.
    CecyBlack

    ResponderEliminar
  9. En serio, haces que quiere leerlo no importa cuanto demores, siempre estaré esperando. me encanta todo, bueno gracias!!!!!!!! quisiera decir mas, pero no se que mas decir T_T ahora los domingo seran mejores T_T!

    ResponderEliminar
  10. Cuando vas a actualizar?? Ya van dos domingos que no lo haces.

    ResponderEliminar
  11. Cuando actualizas llevas mucho tiempo sin actualizar. Me encanta tu historia.

    ResponderEliminar
  12. Me eenncaaantaaaa por favor sigue!

    ResponderEliminar
  13. Hola, en verdad me encanta como escribes esta historia, por favor te lo ruego termina el capítulo, se que es complicado y que tal vez tienes muchas cosas que hacer, pero por favor por lo que más quieras terminalo.

    PD: Me encantan todas tus historias en Potterfics y FanFiction, eres una gran escritorio.

    ResponderEliminar
  14. Ni pensar que pensé que faltaba más....Quiero, tengo que admitirlo, llorar como si me desgarraran el alma. Que bueno que hayas actualizado, te juro que domingo tras domingo checara para ver si habías actualizado. Me alegra que por fin lo hayas hecho. Entiendo el motivo, a mí me ha pasado con mis fics. Espero con ansias que llegue el siguiente domingo para empezar a leer el capítulo 20.
    Amo el como has transmitido los sentimientos de los PJ.
    Nos leemos pronto
    CecyBlack.

    ResponderEliminar
  15. ha sido genial simplemente genial la espera ha valido la pena...
    eres un gran escritor y no puedoesperar a segur leyendo tus historias
    animooo y saludos.

    ResponderEliminar
  16. No se como expresar lo emocionada que estoy de que hayas actualizado, la espera ha valido la pena, gracias.

    ResponderEliminar
  17. Hola, he estado volviendo a leer tu historia, y hay algunos capítulos que no están completos, como el del partido de Grifyndor vs Ravenclaw; o este, están cortados, porque yo recuerdo que alguna vez estuvieron completos

    Espero puedas editarlos y dejarlos completos, sé que apenas tienes tiempo para escribir, pero en mi humilde opinión, mínimo ten los capítulos completos

    Saludos y espero pronto actualices

    ResponderEliminar
  18. Coincido con Gabby, por favor completa los capítulos, es que se quedan justo hecia el final que suelen ser partes muy tensas y. cuando lees el siguiente, ya está todo calmado.
    Porfa y gracias.

    ResponderEliminar