domingo, 13 de julio de 2014

Harry Potter y la Camara secreta- cap 18

Aclaracion: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a Jo Rowling, yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero disfruten, recuerden que voy subiendo las partes del capítulo en la misma entrada.

Harry Potter y la cámara de los secretos.

Capitulo XVIII:“La Recompensa de Dobby"

Charlie tomó el libro.
-Es el último capítulo, se llama La recompensa de Dobby.
-Porque me da que tienes que ver con la recompensa- Harry le sonrió a Remus.
-Posiblemente.

Hubo un momento de silencio cuando Harry, Ron, Ginny y Lockhart aparecieron en la puerta, llenos de barro, sucie­dad y, en el caso de Harry, sangre.

-Siempre tienes sangre y casi siempre es tuya- protestó Hermione.

Luego alguien gritó:
—¡Ginny!

-¿Qué  paso ahora?

Era la señora Weasley,

Molly suspiró tranquila de que por fin Ginny estuviera con ellos.

Que estaba llorando delante de la chimenea. Se puso en pie de un salto, seguida por su marido, y se abalanzaron sobre su hija.

Ginny les sonrió agradecida a sus padres.

Harry, sin embargo, miraba detrás de ellos. El profesor Dumbledore estaba ante la repisa de la chimenea, sonriendo, junto a la profesora McGonagall, que respiraba con dificultad y se llevaba una mano al pecho.

-No cambiaron demasiado- rió Sirius.

Fawkes pasó zumbando cerca de Harry para posarse en el hombro de Dumbledore. Sin apenas darse cuenta, Harry y Ron se encontraron atrapados en el abrazo de la señora Weasley.

-Gracias por cuidarlo Molly.
-Tu hubieses hecho lo mismo por mi, Lily.

—¡La habéis salvado! ¡La habéis salvado! ¿Cómo lo hicisteis?
—Creo que a todos nos encantaría enterarnos —dijo con un hilo de voz la profesora McGonagall.

-No se imaginarían todo lo que hicieron- suspiró Bill.

La señora Weasley soltó a Harry, que dudó un instante, luego se acercó a la mesa y depositó encima el Sombrero Seleccionador, la espada con rubíes incrustados y lo que quedaba del diario de Ryddle.

-Te pedirán muchas explicaciones.

Harry empezó a contarlo todo. Habló durante casi un cuarto de hora, mientras los demás lo escuchaban absortos y en silencio.

-No es algo muy fácil de asimilar todo aquello viniendo de un niño de doce años- reflexionó Neville.  

Contó lo de la voz que no salía de ningún sitio; que Hermione había comprendido que lo que él oía era un basilisco que se movía por las tuberías; que él y Ron siguieron a las arañas por el bosque; que Aragog les había dicho dónde había matado a su víctima el basilisco; que había adi­vinado que Myrtle la Llorona había sido la víctima, y que la entrada a la Cámara de los Secretos podía encontrarse en los aseos...

-Un juego de niños- ironizó Ron.

—Muy bien —señaló la profesora McGonagall, cuando Harry hizo una pausa—, así que averiguasteis dónde estaba la entrada, quebrantando un centenar de normas, añadiría yo. Pero ¿cómo demonios conseguisteis salir con vida, Potter?

-Porque Harry es milagrosamente bueno improvisando, muy inteligente y valiente- Ginny le sonrió- además eres atractivo.
-Gracias, no creo que sirviera contra el basilisco, pero lo aprecio- la beso sonriendo al sentirla de nuevo relajada.

Así que Harry, con la voz ronca de tanto hablar,

-Deberían dejarlo descansar un poco, pobrecito- exclamó Alice.

les relató la oportuna llegada de Fawkes y del Sombrero Seleccionador, que le proporcionó la espada. Pero luego titubeó. Había evitado hablar sobre la relación entre el diario de Ryddle y Ginny.

-Harry y Ginny se fueron a pasear y bajo el árbol se empezaron a besar…- Tonks canturraba alegre.
-Las manos de Harry empezaron a bajar, y la pelirroja no se pudo negar…-continuo Sirius.
-¿Por qué las manos de Harry querían bajar?- Sirius tosió ante la pregunta de la niña.
-Em, te respondería pero nos atrasamos con la lectura.


Ella apoyaba la cabeza en el hombro de su madre, y seguía derramando silenciosas lágrimas por las mejillas.

-No me gusta verte llorar y el hecho de que no lo hagas casi nunca lo hace peor- susurró Harry.

 ¿Y si la expulsaban?, pensó Harry aterrorizado. El diario de Ryddle no serviría ya como prueba, pues había quedado inservible... ¿cómo podrían demostrar que era el causante de todo?

-Dumbledore te creerá. O al menos tomaría en cuenta lo que le dijeras, siempre lo hace- explicó James.

Instintivamente, Harry miró a Dumbledore, y éste esbozó una leve sonrisa. La hoguera de la chimenea hacía brillar sus lentes de media luna.
—Lo que más me intriga —dijo Dumbledore amablemente—, es cómo se las arregló lord Voldemort para embrujar a Ginny, cuando mis fuentes me indican que actualmente se halla oculto en los bosques de Albania.

-Tétrico. Nunca se como hace para estar un paso delante de todo- susurró Ron.

Harry se sintió maravillosamente aliviado.
—¿Qué... qué? —preguntó el señor Weasley con voz atónita—. ¿Sabe qui-quién? ¿Ginny embrujada? Pero Ginny no ha... Ginny no ha sido... ¿verdad?
—Fue el diario —dijo inmediatamente Harry, cogiéndolo y enseñándoselo a Dumbledore—. Ryddle lo escribió cuando tenía dieciséis años.

-Doce años y ya eras tan sobreprotector con nuestra Gin Gin- suspiraron teatralmente Fred y George.

Dumbledore cogió el diario que sostenía Harry y examinó minuciosamente sus páginas quemadas y mojadas.
—Soberbio —dijo con suavidad—. Por supuesto, él ha sido probablemente el alumno más inteligente que ha tenido nunca Hogwarts.

-Hasta Harry, él tiene mucho más poder que Voldemort, claro que hay ciertas magias que Harry es demasiado noble y con una moral muy fuerte como para utilizar- corrigió Dumbledore.

—Se volvió hacia los Weasley, que lo miraban perplejos—. Muy pocos saben que lord Voldemort se llamó antes Tom Ryddle. Yo mismo le di clase, hace cincuenta años, en Hogwarts. Desapareció tras abandonar el colegio... Recorrió el mundo..., profundizó en las Artes Oscuras, tuvo trato con los peores de entre los nuestros, acometió peligros, transformaciones mágicas, hasta tal punto que cuando resurgió como lord Voldemort resultaba irreconocible.

-Básicamente, si haces cosas malas te terminas pareciendo al primo hermano de una pitón. Ya sabes que pasara si no le haces caso al tío Sirius, rosita- Tonks lo miró espantada.
-Oh por Merlín, no traumes a la niña. –Remus miró mal al ojigris que le sacaba la lengua.

Prácticamente nadie relacionó a lord Voldemort con el muchacho inteligente y encantador que recibió aquí el Premio Anual.
—Pero Ginny —dijo la señora Weasley—. ¿Qué tiene que ver nuestra Ginny con él?
—¡Su... su diario! —dijo Ginny entre sollozos—. He estado escribiendo en él, y me ha estado contestando durante todo el curso...

-Nunca confíen en objetos encantados son sumamente engañosos y muy peligrosos.- advirtió McGonagall a los pequeños.

—¡Ginny! —exclamó su padre, atónito—. ¿No te he enseñado una cosa? ¿Qué te he dicho siempre? No confíes en cosas que tengan la capacidad de pensar pero de las cuales no sepas dónde tienen el cerebro.

-Buen consejo- felicitó Alastor.

 ¿Por qué no me enseñaste el diario a mí o a tu madre? Un objeto tan sospechoso como ése, ¡tenía que ser cosa de magia negra!
—No..., no lo sabía —sollozó Ginny—. Lo encontré dentro de uno de los libros que me había comprado mamá. Pensé que alguien lo había dejado allí y se le había olvidado...

-Algo malo va a pasarle a cierto desteñido si mi padre, mis tios y mis hermanos siguen enfadándose- murmuró Ginny.

—La señorita Weasley debería ir directamente a la enfermería —terció Dumbledore con voz firme—. Para ella ha sido una experiencia terrible. No habrá castigo. Lord Voldemort ha engañado a magos más viejos y más sabios.

-Es usted tan compresivo- agradeció Molly.

—Fue a abrir la puerta—. Reposo en cama y tal vez un tazón de chocolate caliente. A mí siempre me anima —añadió, guiñándole un ojo bondadosamente.

-Hubiese sido un gran padre, señor- comentó Dorcas.

– La señora Pomfrey estará todavía despierta. Debe de estar dando zumo de mandrágora a las víctimas del basilisco. Seguramente despertarán de un momento a otro.
—¡Así que Hermione está bien! —dijo Ron con alegría.

-Tu hermana y tu mejor amigo acaban de zafarse de una muerte segura y tu te preocupas por tu chica. Creo que las manos que quieren bajar son de otro- se burló Fabian, haciéndolo sonrojar terriblemente.

—No les han causado un daño irreversible —dijo Dumbledore.
La señora Weasley salió con Ginny, y el padre iba detrás, todavía muy impresionado.

-No es para menos- comprendió Gideon.

—¿Sabes, Minerva? —dijo pensativamente el profesor Dumbledore a la profesora McGonagall—creo que esto se merece un buen banquete. ¿Te puedo pedir que vayas a avisar a los de la cocina?

-¿Por qué esas cosas solo le pasan a ellos?  Yo también quiero un banquete de madrugada.
-No vamos a soltar un basilisco a asesinar gente solo porque tu quieres tener un maldito pijama party, Sirius- bufó Lily.
-¿Basilisco? Pensaba en ti con el período, eres más peligrosa- la pelirroja lo fulmino con la mirada- Corni, tu novia me mira feo.
-Aguantate.

—Bien —dijo resueltamente la profesora McGonagall, encaminándose también hacia la puerta—, te dejaré para que ajustes cuentas con Potter y Weasley.
—Eso es —dijo Dumbledore.

-No puede castigarlos después de todo eso- bufó Marlene.

Salió, y Harry y Ron miraron a Dumbledore dubitativos. ¿Qué había querido decir exactamente la profesora McGonagall con aquello de «ajustar cuentas»? ¿Acaso los iban a castigar?

-No es malditamente posible- maldijo Bill.
-William, tu lenguaje.

—Creo recordar que os dije que tendría que expulsaros si volvíais a quebrantar alguna norma del colegio —dijo Dumbledore.
Ron abrió la boca horrorizado.

-Es obvio que esta bromeado con ustedes- rió Gideon.

—Lo cual demuestra que todos tenemos que tragarnos nuestras palabras alguna vez —prosiguió Dumbledore, sonriendo—. Recibiréis ambos el Premio por Servicios Especiales al Colegio y... veamos..., sí, creo que doscientos puntos para Gryffindor por cada uno.

Gryffindor aplaudió con fuerza, incluso algunos Hufflepuff y Ravenclaw aplaudieron.

Ron se puso tan sonrosado como las flores de San Valentín de Lockhart, y volvió a cerrar la boca.
—Pero hay alguien que parece que no dice nada sobre su participación en la peligrosa aventura —añadió Dumbledore—. ¿Por qué esa modestia, Gilderoy?

-Creo que se habían olvidado de ese detalle- se burló Alice, haciendo reír a todos.

Harry dio un respingo. Se había olvidado por completo de Lockhart. Se volvió y vio que estaba en un rincón del despacho, con una vaga sonrisa en el rostro. Cuando Dumbledore se dirigió a él, Lockhart miró con indiferencia para ver quién le hablaba.

-Haber como se lo explican- todos se reían con aquello.

—Profesor Dumbledore —dijo Ron enseguida—, hubo un accidente en la Cámara de los Secretos. El profesor Lockhart..
—¿Soy profesor? —preguntó sorprendido—. ¡Dios mío! Supongo que seré un inútil, ¿no?

-Y hasta que por fin dice algo que es cierto.

—... intentó hacer un embrujo desmemorizante y el tiro le salió por la culata—explicó Ron a Dumbledore tranquilamente.
—Hay que ver —dijo Dumbledore, moviendo la cabeza de forma que le temblaba el largo bigote plateado—, ¡herido con su propia espada, Gilderoy!

-¡Bien merecido se lo tenía!- Exclamó Arthur- ¡Atacar a dos niños de doce años!

—¿Espada? —dijo Lockhart con voz tenue—. No, no tengo espada. Pero este chico sí tiene una. --señaló a Harry—. Él se la podrá prestar.

-Hasta así es idiota el hombre.

—¿Te importaría llevar también al profesor Lockhart a la enfermería? —dijo Dumbledore a Ron—. Quisiera tener unas palabras con Harry.

-Y ahora una conmovedora charla con su niño dorado- murmuró Lucius con desdén.

Lockhart salió. Ron miró con curiosidad a Harry y Dumbledore mientras cerraba la puerta. Dumbledore fue hacia una de las sillas que había junto al fuego.
—Siéntate, Harry —dijo, y Harry tomó asiento, incomprensiblemente azorado—. Antes que nada, Harry, quiero darte las gracias —dijo Dumbledore, parpadeando de nuevo.

Dumbledore sonrió levemente.

–Debes  de haber demostrado verdadera lealtad hacia mí en la cámara. Sólo eso puede hacer que acuda Fawkes.

-Una valiente e impresionante lealtad- agregó Minerva orgullosa.

Acarició al fénix, que agitaba las alas posado sobre una de sus rodillas. Harry sonrió con embarazo cuando Dumbledore lo miró directamente a los ojos.
—Así que has conocido a Tom Ryddle —dijo Dumbledore pensativo—. Imagino que tendría mucho interés en verte.

-Creo que ya se hacía que lado va la charla- suspiró Lily.

De pronto, Harry mencionó algo que le reconcomía:
—Profesor Dumbledore... Ryddle dijo que yo soy como él. Una extraña afinidad, dijo...
—¿De verdad? —preguntó Dumbledore, mirando a un Harry pensativo, por debajo de sus espesas cejas plateadas—. ¿Y a ti qué te parece, Harry?

-Harry no se parece en nada a ese idiota desalmado.
-De hecho- cortó Lily- Harry comparte algunas de las habilidades de Voldemort, pero también tiene muchas de las cosas que a él le faltan. Además, no se que tanto sepan de historia muggle, pero cuando un hombre empieza hablar de purificar razas, la cosa nunca termina bien.

—¡Me parece que no soy como él! —contestó Harry, más alto de lo que pretendía—. Quiero decir que yo..., yo soy de Gryffindor, yo soy...
Pero calló. Resurgía una duda que le acechaba.

-Hubieses sido igual de buena persona, fueses Slytherin o no- tranquilizó Hermione.

—Profesor —añadió después de un instante—, el Sombrero Seleccionador me dijo que yo... haría un buen papel en Slytherin. Todos creyeron un tiempo que yo era el heredero de Slytherin, porque sé hablar pársel...
—Tú sabes hablar pársel, Harry —dijo tranquilamente Dumbledore—, porque lord Voldemort, que es el último descendiente de Salazar Slytherin, habla pársel. Si no estoy muy equivocado, él te transfirió algunos de sus poderes la noche en que te hizo esa cicatriz. No era su intención, seguro...

-¿Voldemort le dio poderes a Harry?- preguntó James preocupado e impresionado.
-No conscientemente claro.

—¿Voldemort puso algo de él en mí? —preguntó Harry, atónito.

Mas de lo crees, pensó Dumbledore con tristeza.

—Eso parece.
—Así que yo debería estar en Slytherin —dijo Harry, mirando con desesperación a Dumbledore—. El Sombrero Seleccionador distinguió en mí poderes de Slytherin y...

—Te puso en Gryffindor —dijo Dumbledore reposadamente—.
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-Porque te merecías estar en Gryffindor, Harry- exclamó James moviendo los brazos, intentado enfatizar su punto.

-Escúchame, Harry. Resulta que tú tienes muchas de las cualidades que Slytherin apreciaba en sus alumnos,

Severus rodó los ojos. Lo único que le faltaba escuchar era una lista de habilidades del mini-Potter.

Que eran cuidadosamente escogidos: su propio y rarísimo don, la lengua pársel...inventiva..., determinación..., un cierto desdén por las normas —añadió, mientras le volvía a temblar el bigote.

-Eso lo saco de mí, no tiene nada que ver con Slytherin- defendió James- y también de este otro que es su padrino.
-Este otro tiene nombre- cortó Sirius- pero tiene razón, es por nosotros.
-¿En qué momento termine siendo compañero de estos dos?- murmuró Remus.

—Pero aun así, el sombrero te colocó en Gryffindor. Y tú sabes por qué. Piensa.
—Me colocó en Gryffindor —dijo Harry con voz de derrota— solamente porque yo le pedí no ir a Slytherin...

-No entiendes todo lo que eso significa, tu elegiste Harry- Lily le sonrió.

—Exacto —dijo Dumbledore, volviendo a sonreír—. Eso es lo que te diferencia de Tom Ryddle. Son nuestras elecciones, Harry, las que muestran lo que somos, mucho más que nuestras habilidades.

-Gran frase- Sirius rió del comentario de Marlenne.

—Harry estaba en su silla, atónito e inmóvil—. Si quieres una prueba de que perteneces a Gryffindor, te sugiero que mires esto con más detenimiento.

Miraron con curiosidad al director, que solo sonrió.

Dumbledore se acercó al escritorio de la profesora McGonagall, cogió la espada ensangrentada y se la pasó a Harry. Sin mucho ánimo, Harry le dio la vuelta y vio brillar los ru­bíes a la luz del fuego. Y luego vio el nombre grabado debajo de la empuñadura: Godric Gryffindor.

-Increíble, la espada de Godric Gryffindor- Seamus silvó con admiración.
-Usaste la  espada de Gryffindor para matar al arma de Slytherin. Le diste fin a la guerra entre los fundadores- comentó Alice asombrada.
-Gryffindor ganó- Hermione miro mal a Ron que se encogió de hombros.

—Sólo un verdadero miembro de Gryffindor podría haber sacado esto del sombrero, Harry —dijo simplemente Dumbledore.
Durante un minuto, ninguno de los dos dijo nada. Luego Dumbledore abrió uno de los cajones del escritorio de la profesora McGonagall y sacó de él una pluma y un tintero.

-¿Escribir una carta? ¿Ahora?

—Lo que necesitas, Harry, es comer algo y dormir.

-Tiene razón- secundó Molly.

Te sugiero que bajes al banquete, mientras escribo a Azkaban: necesitamos que vuelva nuestro guarda.

-¡ESO ES HAGRID!- todos aplaudieron contentos.  

Y tengo que redactar un anuncio para El Profeta, además —añadió pensativo—. Necesitamos un nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Vaya, parece que no nos duran nada, ¿verdad?

Algunos soltaron risitas ante el comentario.

Harry se levantó y se dispuso a salir. Pero apenas tocó el pomo de la puerta, ésta se abrió tan bruscamente que pego contra la pared y rebotó.

-Ey, cuidado- bufó Ginny.

Lucius Malfoy estaba allí, con el semblante furioso; y también Dobby, encogido de miedo y cubierto de vendas. El señor Malfoy casi derriba a Harry al entrar en el despacho. Dobby lo seguía detrás, pegado a su capa, con una expresión de terror.

Narcissa miró curiosa a Lucius, que se encogió de hombros levemente.

—Buenas noches, Lucius —dijo Dumbledore amablemente.

-Una amabilidad que no se merece- aclaró Dorcas.

—¡Vaya! —dijo Lucius Malfoy, fijos en Dumbledore sus fríos ojos—. Ha vuelto. El consejo escolar lo ha suspendido de sus funciones, pero aun así, usted ha considerado conveniente volver.

-¡Claro que volvería!- exclamo Fabian- es estúpido pensar que no lo haría.

—Bueno, Lucius, verá —dijo Dumbledore, sonriendo serenamente—, he recibido una petición de los otros once representantes. Aquello parecía un criadero de lechuzas, para serle sincero. Cuando recibieron la noticia de que la hija de Arthur Weasley había sido asesinada,

-Oh dios mío. Solo capturada y rescata- corrigió Arthur pálido.  

Me pidieron que volviera inmediatamente. Pensaron que, a pesar de todo, yo era el hombre más adecuado para el cargo.

-Obviamente.

Además, me contaron cosas muy curiosas. Algunos incluso decían que usted les había amenazado con echar una maldición sobre sus familias si no accedían a destituirme.

Muchos fulminaron con la mirada a Lucius.
-Típico de víbora rastrera- dijo “por lo bajo” Gideon.

El señor Malfoy se puso aún más pálido de lo habitual, pero seguía con los ojos cargados de furia.
—¿Así que... ha puesto fin a los ataques? —dijo con aire despectivo—. ¿Ha encontrado al culpable?

-Claro que Harry lo ha hecho- James miró con desdén a Lucius.  

—Lo hemos encontrado —contestó Dumbledore, con una sonrisa.
—¿Y bien? —preguntó bruscamente Malfoy— ¿Quién es?
—El mismo que la última vez, Lucius —dijo Dumbledore—. Pero esta vez lord Voldemort actuaba a través de otra persona, por medio de este diario.

Bill miró a Harry.
-Que no sea lo que estoy pensando porque una rata de Slytherin va a pasarlo muy mal- Harry desvió la mirada, no sabía cómo reaccionarían los Weasley al enterarse.

Levantó el cuaderno negro agujereado en el centro, y miró a Malfoy atentamente. Harry, por el contrario, no apartaba los ojos de Dobby. El elfo hacia cosas muy raras. Miraba fijamente a Harry, señalando el diario, y luego al señor Malfoy. A continuación se daba puñetazos en la cabeza.

-Oh mierda- James maldijo por lo bajo. Estaba por levantarse, pero Sirius lo paró con la mirada.
-Dejémoslo para los Weasley, será muy divertido.

—Ya veo... —dijo despacio Malfoy a Dumbledore.
—Un plan inteligente —dijo Dumbledore con voz desapasionada, sin dejar de mirar a Malfoy directamente a los ojos—. Porque si Harry, aquí presente —el señor Malfoy dirigió a Harry una incisiva mirada de soslayo—, y su amigo Ron no hubieran descubierto este cuaderno..., Ginny Weasley habría aparecido como culpable. Nadie habría podido demostrar que ella no había actuado libremente...

-Que patético que un niño de doce arruine todos tus planes ¿No, Lucius?- comentó inocentemente Andromeda.

El señor Malfoy no dijo nada. Su cara se había vuelto de repente como de piedra.

—E imagine —prosiguió Dumbledore— lo que podría haber ocurrido entonces... Los Weasley son una de las familias de sangre limpia más distinguidas. Imagine el efecto que habría tenido sobre Arthur Weasley y su Ley de defensa de los muggles, si se descubriera que su propia hija había atacado y asesinado a personas de origen muggle.

-Un plan estúpido- defendió Molly fieramente- nadie podría pensar que Arthur o cualquiera de nosotros haríamos daño a alguien por ser de origen muggle, creo que pocos magos han sentido tanto cariño por los muggles como mi Arthur.
-Todos lo sabemos Molly- tranquilizó Lily- Nadie con un poco de cordura creería lo contrario.

 Afortunadamente apareció el diario, con los recuerdos de Ryddle borrados de él. Quién sabe lo que podría haber pasado si no hubiera sido así.
El señor Malfoy hizo un esfuerzo por hablar.
—Ha sido una suerte —dijo fríamente.
Pero Dobby seguía, a su espalda, señalando primero al diario, después a Lucius Malfoy, y luego pegándose en la cabeza.

-Lucius Malfoy- Arthur sonó extrañamente amenazante- que no sea lo que creo que es, porque no respondo de mi ni de mi familia.
El rubio se estremeció ante las miradas de los pelirrojos que lo fulminaban.

Y Harry comprendió de pronto. Hizo un gesto a Dobby con la cabeza, y éste se retiró a un rincón, retorciéndose las orejas para castigarse.

-Pobrecito elfito- suspiró Tonks apenada. Su cabello se tiño de gris.

—¿Sabe cómo llegó ese diario a Ginny, señor Malfoy? —le preguntó Harry. Lucius Malfoy se volvió hacia él.

-Estupido niñato arrogante- murmuró Lucius.

—¿Por qué iba a saber yo de dónde lo cogió esa tonta? —preguntó.

-¡Yo no soy ninguna tonta, maldito idiota!- Ginny lo miró con odio.

—Porque usted se lo dio —respondió Harry—. En Flourish y Blotts. Usted le cogió su libro de transformación y metió el diario dentro, ¿a que sí?


-Oh. Oh.
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-Maldita cucaracha despreciable- Antes de que cualquiera pudiera detenerlo, y nadie hizo el intento, Arthur le dio un puñetazo a Lucius en plena mandíbula.
-Oh Arthur por favor, esto- miró con desdén a Lucius- no lo vale- intento detener Molly.
-Tienes razón, no merece ni mi furia.
-La tuya no, pero la nuestra si- Bill pateó a Lucius en el estomago como quien patea una piedra por la calle.
-¡Señores, comprendo su enojo, lo que hizo el señor Malfoy no tiene perdón!- Lucius miró asustado a Dumbledore- sin embargo, aun no lo hace, no podemos culparlo de algo que no cometió.  Pero- miro a los Weasley con una mirada tranquilizadora- en caso de que llegara a suceder, saben quién es el culpable y si esto ocurre, créanme que no seré yo quien me interponga.
Todo parecía haberse calmado, salvo por Harry que le dio un puñetazo en la nariz.
-Metete con ella y desearas nunca haber nacido - murmuró con una sorprendente serenidad, antes de volver a sentarse con Ginny.
-Eso fue muy masculino de tu parte- comentó la pelirroja- muy sexy.
Harry alzó una ceja desconcertado, pero ella ya estaba intentando calmar a sus hermanos.

Vio que el señor Malfoy abría y cerraba las manos.
—Demuéstralo —dijo furioso.

-Serpiente insufrible y asquerosa- Si las miradas mataran, Lucius ya estaría bajo tierra.

—Nadie puede demostrarlo —dijo Dumbledore, y sonrió a Harry—, puesto que ha desaparecido del libro todo rastro de Ryddle. Por otro lado, le aconsejo Lucius, que deje de repartir viejos recuerdos escolares de lord Voldemort. Si algún otro cayera en manos inocentes, Arthur Weasley se asegurará de que le sea devuelto a usted...

-Lo que Voldemort podría hacerte será un poroto comparado con lo que yo te haré si te metes con alguno de mis hijos, Malfoy- amenazó. Era extraño verlo tan furioso, pero no había nada mas valioso para Arthur que sus hijos.

Lucius Malfoy se quedó un momento quieto, y Harry vio claramente que su mano derecha se agitaba como si quisiera empuñar la varita.

-Lucius lo hubieses hecho, veríamos qué tal te va- la sonrisa comprensiva de Dumbledore no concordaba con el enojo con que miraba al rubio.

 Pero en vez de hacerlo, se volvió a su elfo doméstico.
—¡Nos vamos, Dobby!

-Qué fácil es meterse con un elfo- reflexionó Draco.
-¿De qué maldito lado estas?- exigió molesto Lucius.
-Qué fácil es meterse con un elfo- repitió el rubio- o con tu hijo de once años. Pero aparece alguien de tu tamaño y te orinas los pantalones.
-Draco no seas tan duro, al menos tienes un ejemplo de lo que no debes hacer para ser un buen hombre- reconfortó Astoria.

Tiró de la puerta, y cuando el elfo se acercó corriendo, le dio una patada que lo envió fuera. Oyeron a Dobby gritar de dolor por todo el pasillo.

Dobby tembló casi convulsivamente al recordarlo. (N/A: me había olvidado que había traído a Dobby, perdones)
-Pobrecito- Lily lo miró con pena.

 Harry reflexionó un momento, y entonces tuvo una idea.

Harry le guiño un ojo al elfo con una sonrisa, dándole confianza.
-Dobby nunca podrá pagarle lo que usted ha hecho por Dobby, señor. El señor Harry Potter es un gran héroe pero todo lo que han dicho es demasiado poco, señor. Dobby nunca conoció nadie tan valiente y honrado como usted, señor.
-Tú has hecho demasiado por mi Dobby, no me debes nada.

—Profesor Dumbledore —dijo deprisa—, ¿me permite que le devuelva el diario al señor Malfoy?

-¿Qué?- Alastor lo miraba con confusión.

—Claro, Harry —dijo Dumbledore con calma—. Pero date prisa. Recuerda el banquete.

-Eso, menos diario más comida- exigió Tonks.
-Esta sanguijuela me enorgullece tanto- Sirius se secó una lágrima imaginaria.
-No la llames sanguijuela Sirius- regañó Andromeda.
-¿prefieres Nymphadora o Sanguijuela?- preguntó el ojigris.
-¡Sanguijuela, sanguijuela!- canturreó la pelirrosa, haciendo que su madre se pellizcara el puente de la nariz, mientras Sirius canturreaba con ella.

Harry cogió el diario y salió del despacho corriendo. Aún se oían alejándose los gritos de dolor de Dobby, que ya había doblado la esquina del corredor. Rápidamente, preguntándose si sería posible que su plan tuviera éxito, Harry se quitó un zapato, se sacó el calcetín sucio y embarrado, y metió el diario dentro.

-Quieres liberar a Dobby- comprendió Remus sonriente.
-No podía dejarlo solo después de todo lo que había hecho por mí.

Luego se puso a correr por el oscuro corredor. Los alcanzó al pie de las escaleras.
—Señor Malfoy —dijo jadeando y patinando al detenerse—, tengo algo para usted.
Y le puso a Lucius Malfoy en la mano el calcetín maloliente.
—¿Qué diablos...?

-No maldigas delante de un niño, Lucius- regañó Narcissa suavemente, mientras seguía limpiando la sangre de la nariz golpeada con delicadeza, ya que la señora Pomfrey no había hecho ni amago de levantarse.
-¿Después de todo lo que he hecho, te preocupas por eso?
-Has hecho cosas malas- el rostro pálido, dulce y angelical de Narcissa sonrió- todos las hacemos, algunos más que otros. Yo te querré hagas lo que hagas, salvo maltratar a nuestro hijo, nos debemos una charla sobre eso. Pero no es el momento- agregó, tomando una servilleta limpia para seguirlo curando y darle con cuidado un beso en la mejilla amoratada.
-Gracias Cissy.

El señor Malfoy extrajo el diario del calcetín, tiró éste al suelo y luego pasó la vista, furioso, del diario a Harry.
—Harry Potter, vas a terminar como tus padres uno de estos días —dijo bajando la voz—. También ellos eran unos idiotas entrometidos.

James se tronó los dedos con molestia.

—Y se volvió para irse—. Ven, Dobby. ¡He dicho que vengas!
Pero Dobby no se movió. Sostenía el calcetín sucio y embarrado de Harry, contemplándolo como si fuera un tesoro de valor incalculable.

Además de la voz de Charlie leyendo el libro, se escuchan los sollozos de Dobby acompañados de inentendibles e incontables palabras de agradecimiento y halagos para Harry.

—Mi amo le ha dado a Dobby un calcetín —dijo el elfo asombrado—. Mi amo se lo ha dado a Dobby.
—¿Qué? —escupió el señor Malfoy—. ¿Qué has dicho?
—Dobby tiene un calcetín —dijo Dobby aún sin poder creérselo—. Mi amo lo tiró, y Dobby lo cogió, y ahora Dobby... Dobby es libre.

Muchos se pusieron a aplaudir y festejar por el pequeño elfo.

Lucius Malfoy se quedó de piedra, mirando al elfo. Luego embistió a Harry.

-¡Con mi hijo no te metas Lucius Malfoy!- gritó Lily furiosa.

—¡Por tu culpa he perdido a mi criado, mocoso!
Pero Dobby gritó:
—¡Usted no hará daño a Harry Potter!

Muchos miraron asombrados al elfo.
-Gracias por defender a Harry, Dobby- agradeció Ginny con dulzura.

Se oyó un fuerte golpe, y el señor Malfoy cayó de espaldas. Bajó las escaleras de tres en tres y aterrizó hecho una masa de arrugas. Se levantó, lívido, y sacó la varita, pero Dobby le levantó un dedo amenazador.
—Usted se va a ir ahora —dijo con fiereza, señalando al señor Malfoy—. Usted no tocará a Harry Potter. Váyase ahora mismo.

-¡ESO ES! ¡DOBBY ERES JODIDAMENTE INCREIBLE!- festejo Sirius con James. Los Weasley miraron orgullosos al elfo por darle su merecido a Malfoy.

Lucius Malfoy no tuvo elección. Dirigiéndoles una última mirada de odio, se cubrió por completo con la capa y salió apresuradamente.
—¡Harry Potter ha liberado a Dobby! —chilló el elfo, mirando a Harry. La luz de la luna se reflejaba, a través de una ventana cercana, en sus ojos esféricos—. ¡Harry Potter ha liberado a Dobby!

Dobby seguía mascullando elogios y gracias.

—Es lo menos que podía hacer, Dobby —dijo Harry, sonriendo—. Pero prométame que no volverá a intentar salvarme la vida.

Harry tragó grueso, Ron y Hermione lo miraron con comprensión. Dobby había muerto por salvarle la vida.

Una sonrisa amplia, con todos los dientes a la vista, cruzó la fea cara cetrina del elfo.
—Sólo tengo una pregunta, Dobby —dijo Harry, mientras Dobby se ponía el calcetín de Harry con manos temblorosas—. Usted me dijo que esto no tenía nada que ver con El-que-no-debe-ser-nombrado, ¿recuerda? Bueno...

-Si es cierto, dijiste que no era Él- Marlene lo miró curiosa.

—Era una pista, señor —dijo Dobby, con los ojos muy abiertos, como si resultara obvio—. Dobby le daba una pista. Antes de que cambiara de nombre, el Señor Tenebroso podía ser nombrado tranquilamente, ¿se da cuenta?

-Impresionante- Hermione lo miró sorprendida, Harry no le había mencionado aquello. El elfo era muy astuto.

—Bien —dijo Harry con voz débil—. Será mejor que me vaya. Hay un banquete, y mi amiga Hermione ya estará recobrada...
Dobby le echó los brazos a Harry en la cintura y lo abrazó con fuerza.

Draco frunció levemente el ceño. Él no era el mortífago que lo habían obligado a ser, pero de eso a abrazar a un elfo, había un largo trecho.

—¡Harry Potter es mucho más grande de lo que Dobby suponía! —sollozó—. ¡Adiós, Harry Potter!
Y dando un sonoro chasquido, Dobby desapareció.

-¿Falta mucho?- apuró Tonks.
-Nymphadora, compórtate- reprendió Andromeda, ganándose que su hija le mostrara la lengua.
 
Harry había estado presente en varios banquetes de Hogwarts, pero en ninguno como aquél. Todos iban en pijama, y la celebración duró toda la noche.

-¡Yo quiero eso!- exigió James.
-¡También yo! ¡Todas las chicas de Hogwarts en pijama! Aunque deberían prohibir esos feos de franela, todas deberían usar camisones. Los más bonitos son de seda negra.
-Sirius, si ya dejamos de explorar en voz alta tus fantasías de un harem en baby doll, proseguimos con la lectura- cortó Dorcas.

Harry no sabía si lo mejor había sido cuando Hermione corrió hacia él gritando: «¡Lo has conseguido! ¡Lo has conseguido!»

-Todos me miraron como si estuviera loca- bufó Hermione.

o cuando Justin se levantó de la mesa de Hufflepuff y se le acercó veloz para estrecharle la mano y disculparse infinitamente por haber sospechado de él;

-Estupido, como si todo se solucionara pidiendo perdón- Marlene miro un segundo a Harry- ¿lo perdonaste verdad?- Harry se encogió de hombros- eres un calco de tu padre.

o cuando Hagrid llegó, a las tres y media, y dio a Harry y a Ron unas palmadas tan fuertes en los hombros que los tiró contra el postre;

-Delicadeza Hagrid- recordó Minerva, haciéndolo sonrojar violentamente.

o cuando dieron a Gryffindor los cuatrocientos puntos ganados por él y Ron, con lo que se aseguraron la copa de las casas por segundo año consecutivo;

-¡ESO ES!- los Gryffindor festejaron como si fueran ellos quienes habían ganado la copa.

 o cuando la profesora McGonagall se levantó para anunciar que el colegio, como obsequio a los alumnos, había decidido prescindir de los exámenes («¡Oh, no!», exclamó Hermione);

-¿Enserio nena?- Sirius la miro como si lo hubiese traicionado.

o cuando Dumbledore anunció que, por desgracia, el profesor Lockhart no podría volver el curso siguiente, debido a que tenía que ingresar en un sanatorio para recuperar la memoria. Algunos de los profesores se unieron al grito de júbilo con el que los alumnos recibieron estas noticias.

-Menos mal que era por desgracia- se burló Fred.

—¡Qué pena! —dijo Ron, cogiendo una rosquilla rellena de mermelada—. Estaba empezando a caerme bien.

Todos rieron divertidos.
 
El resto del último trimestre transcurrió bajo un sol radiante y abrasador. Hogwarts había vuelto a la normalidad, con sólo unas pequeñas diferencias: las clases de Defensa Contra las Artes Oscuras se habían suspendido («pero hemos hecho muchas prácticas», dijo Ron a una contrariada Hermione)

-De verdad Hermione, me caes bien pero demonios que debes relajarte- comentó Fabian.

y Lucius Malfoy había sido expulsado del consejo escolar. Draco ya no se pavoneaba por el colegio como si fuera el dueño. Por el contrario, parecía resentido y enfurruñado. Y Ginny Weasley volvía a ser completamente feliz.

-Esa es mi chica- Harry la beso con ternura, haciendo que algunos silbaran y un “búsquense un cuarto” de parte de Sirius levanto risas.

Muy pronto llegó el momento de volver a casa en el ex­preso de Hogwarts. Harry, Ron, Hermione, Fred, George y Ginny tuvieron todo un compartimento para ellos. Aprovecharon al máximo las últimas horas en que les estaba permitido hacer magia antes de que comenzaran las vacaciones.

Molly los miró con advertencia pero Fred y George sonrieron como si nunca hubiesen roto un plato.

Jugaron al snap explosivo, encendieron las últimas bengalas del doctor Filibuster de George y Fred, y jugaron a desarmarse unos a otros mediante la magia. Harry estaba adquiriendo en esto gran habilidad.

Alastor sonrió levemente.

Estaban llegando a Kings Cross cuando Harry recordó algo.
—Ginny.., ¿qué es lo que le viste hacer a Percy, que no quería que se lo dijeras a nadie?

-Oh no- Percy tosió levemente, mientras Fred, George, Ron, Harry y Ginny reían.
-¿Pueden decirnos que paso?- preguntó Bill divertido.

—¡Ah, eso! —dijo Ginny con una risita—. Bueno, es que Percy tiene novia.

Charlie rió mientras leía esto.

A Fred se le cayeron los libros que llevaba en el brazo.
—¿Qué?

-Ni que fuera tan increíble- bufó con molestia.

—Es esa prefecta de Ravenclaw, Penélope Clearwater —dijo Ginny—. Es a ella a quien estuvo escribiendo todo el verano pasado. Se han estado viendo en secreto por todo el colegio. Un día los descubrí besándose en un aula vacía.

Las orejas de Percy eran más brillantes que la luz roja de un semáforo, mientras sus hermanos se reían a carcajadas junto con Fabian, Gideon, Sirius y James.

Le afectó mucho cuando ella fue..., ya sabéis..., atacada. No os reiréis de él, ¿verdad? —añadió.

-Aprecio el intento- exclamó sarcásticamente Percy.

—Ni se me pasaría por la cabeza —dijo Fred, que ponía una cara como si faltase muy poco para su cumpleaños.
—Por supuesto que no —corroboró George con una risita.

-Fue el peor verano- bufó molesto.

El expreso de Hogwarts aminoró la marcha y al final se detuvo. Harry sacó la pluma y un trozo de pergamino y se volvió a Ron y Hermione.
—Esto es lo que se llama un número de teléfono —dijo Harry, escribiéndolo dos veces y partiendo el pergamino en dos para darles un número a cada uno—. Tu padre ya sabe cómo se usa el teléfono, porque el verano pasado se lo expliqué. Llamadme a casa de los Dursley, ¿vale? No podría aguantar otros dos meses sin hablar con nadie más que con Dudley...

-Comprensible.
Hermione miró divertida a Ron.
-Deja de mirarme así. Ya se que fue patético.

—Pero tus tíos estarán muy orgullosos de ti, ¿no? —dijo Hermione cuando salían del tren y se metían entre la multitud que iba en tropel hacia la barrera encantada—. ¿Y cuando se enteren de lo que has hecho este curso?
—¿Orgullosos? —dijo Harry—. ¿Estás loca? ¿Con todas las oportunidades que tuve de morir, y no lo logré? Estarán furiosos...

-Este verano voy a pasarla muy bien metiendo tarántulas en la cama de mi hermana- murmuró Lily.
-Oh cachorrita de merodeador, me enorgulleces- felicitó Sirius, mientras James fingía gran emoción.

Y juntos atravesaron la verja hacia el mundo muggle.

-¡final del libro!- anunció Charlie.
-Bien, ¿podemos esperar que el próximo año no sea tan movidito?- se aventuró Sirius, pero ante las miradas entre los visitantes soltó un bufido- ¿Qué nos espera?
-De verdad Sirius, creo que de verdad no querrás saberlo.
-¿Cómo se llama el próximo libro?- preguntó el ojigris. James lo ojeo.

-El prisionero de Azkaban. 

41 comentarios:

  1. Publica mas seguido por favor... sigo creyendo en vos, estoy segura qe vas a ser la única qe si lo termine todo!! No me decepciones... te sigo leyendo saludos :)

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    1. Estoy publicando todas las semanas el asunto es que tengo muchas cosas que hacer además del blog, pero intento. Yo lo empece a hacer precisamente porque me encantaban estos fics y todos los dejaban en el segundo libro o bien hacian dos o tres capitulos; por eso tengo la idea de terminar los siete libros aunque me lleve mucho tiempo. Abrazos y gracias por leer^^

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  2. vamos mero... yo tambien creo que tu seras la unica en terminar con todos los libros :D

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    1. ¡Yeeey! ¡Claro que los voy a terminar! Nunca deje un fanfic sin terminar y este no va a ser el primero ;D

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  3. Te amo please hace todos los libros, te sigo hasta el final.

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    1. ¡Los voy a hacer! Poco a poco pero los voy a hacer:3 Mil gracias<3

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  4. Si te sigo en todos tambien porfa no abandones

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    1. Gracias<3 No voy a abandonar, estoy media complicada de tiempo pero voy a seguir actualizando seguido:3

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  5. vaaamooos!!!! eres una de las poca que han llegado taaaan lejos! no nos abandones ahora!!! por favor!

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    1. ¡Yeeeey! No pienso abandonar, voy a hacer todos los libros.

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  6. Ohh ya casi termina el libro siii... de verdad creo que eres la única que va a llegar a hacer los 7 libros y eso espero.
    Actualiza pronto.
    Saludos

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    1. ¡Libro terminado! Voy a llegar, de a poco y con paciencia ya voy a ir subiendo todos los capitulos. Saludos^^

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  7. Oh si mas porfa ,me guataria tanto ver mas de harry y gina , me encanta ellos.
    Gracias

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    1. Libro terminado! ya sigo con el tres y mucho mas hanny<3

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  8. Te adoro!!!!!!!! Hay poquísimas personas que hayan pasado del segundo libro (y de hecho una se quedó a la mitad del tercero y desapareció) Así que... CASI HAS SUPERADO LA PRUEBA!!! Wiiii!!!!!!
    *insertar voz dramática*
    Yo creo en ti. Sé que lo lograrás. Has conseguido la titántica tarea de llegar al último capítulo del segundo libro...
    xDD Besos enormes, espero la siguiente actualización :**

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    1. Yo tambien (?)
      Kathitha era de mis preferidas y esperaba de lo mas ansiosa sus actualizaciones, me decepciono mucho que lo dejara *¿hablamos de ella, verdad?* segun dijo, va a volver en 2015, pero me parece una falta de respeto a los lectores.
      ¡SUPERE LA PRUEBA! *CHAN CHAN CHAN*
      Ya voy al tercero, una vez que pase el capitulo 8 del libro 3, oficialmente voy a ser la que mas lejos llego.

      Abrazos:3

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  9. Escribis increiblemente bien!!!

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  10. Ya quiero ver cuando se enteren los weasley cuando se enteren quien le dio el diario a ginny sigue así los haces bien :-)

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  11. Hola!... gracias por actualizar... ya viene el gran libro de Sirius... a mi parecer es el mejor... no sale Voldy ¡, pero conocemos a Sirius... espero que actualices pronto y que comiences el tercer libro... Alexz...

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    1. Me gusta hacerlos felices actualizando. ¡Ya viene! Tambien es mi favorito junto con la Orden, porque adoro a Sirius. Ya prontito actualizo:3

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  12. Hola
    Al fin, gracias por actualizar y ya se viene el tercer libro genial...
    Actualiza pronto.
    Saludos.

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  13. Masssss porfa , quiro ver lo que los wesley van hacer, actualize pronto. Porfa
    Gracias

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  14. Ya me urge leer el final...
    Amo cada comentario
    Los dos siguientes libros son mis favoritos, bueno no... Porque es tan difícil escoger uno sólo de esta maravillosa historia
    Espero que pronto actualices pero sobretodo saber que la harán a esa rata rastrera, ya que lo que sufrió mi Sirius en Azkaban fue horrible, lo que sufrió mi Remus solito sin tener a sus amigos, y no poder ver a su "sobrino" debió de ser horrible.
    Besos y porfis actualiza
    Amo tu blog, es lo máximo... Espero que termines los siete libros...

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    1. Gracias, yo amo muchisimo los personajes y los libros, los leí muchisimas veces y ahora con esto también veo cada detalle de la historia.
      Actualizo todos los domingos, y si, yo tambien quiero que llegue la parte de los merodeadores. Abrazos y muchas gracias, planeo terminarlos^^

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  15. Porfa siguela mero te amo, es el mejor fanfic que he leído en toda mi vida y yo confió totalmente en ti de que vas a ser los 7, no tardes sino mi patronus cambiará
    Annie

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    1. Mil gracias, voy a hacer todos los libros y espero que tu patronus sea una mero (?)

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  16. ¡¡Me encantan tus historias!!
    Aparte de que espero ansiosa algún otro fic (o one shot) de James y Lily y la actualización de Domando a Canuto II, reviso todos los días el blog por si actualizaste :)
    ¿Podrías poner más comentarios de James y Lily? He notado que en caps anteriores habían más. También sería genial que llegasen los padres de ambos ^^

    Me encanta como escribes, y creo que serás la única en terminar todos los libros :D.
    ¡Actualiza pronto porfa!

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    1. ¡Gracias! Tengo idea de escribir algun Jamly pronto, actualizo todos los domingos, igualmente en mi pagina de face voy publicando las actualizaciones de mis fics o proximos proyectos, si queres seguime y así te avisa:3
      Mas de James y Lily, anotado. Probablemente podría traer a Charlus y Dorea para la Orden del fenix cuando Sirius habla de ellos.

      Grracias, voy a terminarlos<3

      Abrazos^^

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  17. Porfavor, porfavor, porfavorsitas, porfavorsotas, actualiza pronto amo como escribes, los comentarios entres los personajes me encantan, amo a Canuto mas que nada, espero que actualizes pronto ya quiero ver que le hacen al mal nacido de Lucius cuando los Weasley se enteren de que fue el quien le dio el diario a Ginny, creo que lo van a matar.....por mi que le hagan un cruciatus...enserio actualiza pronto;)

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    1. Gracias, actualizo cada domingo sin falta. Sirius es mi consentido, lo adoro. Lo golpearon duro ._.
      Ya prontito actualizo.

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  18. Es una forma maravillosa de leer los libros XD sigue quiero que llegues al prisionero de Azkaban que es mi favorito :3 pero hace mucho que no leia tu Blog no recuerdo bien si Regulus Black ha salido verdad que no?

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    1. Jajajaja leí algunos fics así y me gustaron mucho, pero nadie pasaba del primer o segundo libro, me decidi a hacer mi propio fic para que los demas pudieran encontrar todos los libros. Regulus salió del comedor junto con los demás Slytherin, va a volver en el sexto o séptimo libro. Los personajes van a ir entrando a medida que cobren importancia en la historia (:

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  19. Hola, Mero!... aquí ando otra vez... felicidades pro acabar... nos haces muy felices:D... por fin el tercer libro... no te desesperes que al menos yo te estaré esperando...Alexz...

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  20. JAJAJA Me mato los comentarios de Nynphadora y Sirius, me fascina tu fic ojala y lo termines pronto

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  21. Esta Tonks de 7 años es genial jajaj

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