lunes, 6 de enero de 2014

Harry Potter y la camara secreta- cap 15

Aclaracion: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a la genialisima JK Rowling ¿ok? yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.
Espero Disfruten, son un poco largos, pero en cada actualizacion subo un capitulo entero.

Harry Potter y la cámara de los secretos.

Capitulo XV:“Aragog "

Todos entraron al comedor, varios con sueño todavía, era algo mas temprano que lo usual pero todos estaban ansiosos por seguir leyendo
-Buenos días, veo que todos están ansiosos por descubrir mas- hablo Dumbledore con cierta gracia en su voz- ¿Quién quiere leer?- todos querían saber, pero nadie tenia la suficiente energía como para leer- Creo, que leere yo- suspiro antes de comenzar a leer
El verano estaba a punto de llegar a los campos que rodeaban el castillo. El cielo y el lago se volvieron del mismo azul claro y en los invernaderos brotaron flores como repollos. Pero sin poder ver a Hagrid desde las ventanas del castillo, cruzando el campo a grandes zancadas con Fang detrás, a Harry aquel paisaje no le gustaba; y lo mismo podía decirse del interior del castillo, donde las cosas iban de mal en peor.

-comenzamos mal- bufo Sirius

Harry y Ron habían intentado visitar a Hermione, pero incluso las visitas a la  enfermería estaban prohibidas.
—No podemos correr más riesgos —les dijo severamente la señora Pomfrey a través de la puerta entreabierta—. No, lo siento, hay demasiado peligro de que pueda volver el agresor para acabar con esta gente.

-Eso es ser desalmado- gimio James, el se volveria loco si no lo dejaran ver a Remus mientra se recuperaba de la luna llena.

Ahora que Dumbledore no estaba, el miedo se había extendido más aún, y el sol que calentaba los muros del castillo parecía detenerse en las ventanas con parteluz.  Apenas se veía en el colegio un rostro que no expresara tensión y preocupación, y si sonaba alguna risa en los corredores, parecía estridente y antinatural, y enseguida era  reprimida.

-Era deprimente- recordó Seamus- ademas, nadie quería sentirse de buen humor porque era un egoísmo
-Era realmente triste- corroboro Hermione

 Harry se repetía constantemente las últimas palabras de Dumbledore: «Sólo  abandonaré de verdad el colegio cuando no me quede nadie fiel. Y Hogwarts siempre ayudará al que lo pida.» Pero ¿con qué finalidad había dicho aquellas palabras?  ¿A quién iban a pedir ayuda, cuando todo el mundo estaba tan confundido y asustado como ellos?

Dumbledore sonrio levemente, sabia que Harry lograría solucionar las cosas.

La indicación de Hagrid sobre las arañas era bastante más fácil de comprender. El problema era que no parecía haber quedado en el castillo ni una sola araña a la que seguir. Harry las buscaba adondequiera que iba, y Ron lo ayudaba a regañadientes.

Los hermanos Weasley soltaron una risita por lo bajo
-Basta ustedes, no se rian de su hermano-riño Molly

Además se añadía la dificultad de que no les dejaban ir solos a ningún lado, sino que  tenían que desplazarse siempre en grupo con los alumnos de Gryffindor.

-Nada peor para alguien que quiere merodear- bufo Sirius con aires resignados

La mayoría de los estudiantes parecían agradecer que los profesores los acompañaran siempre de clase en clase, pero a Harry le resultaba muy fastidioso.

-Como se nota que eres hijo de James- suspiro Lily con cierta ternura

Había una persona, sin embargo, que parecía disfrutar plenamente de aquella atmósfera de terror y recelo. Draco Malfoy se pavoneaba por el colegio como si acabaran de darle el Premio Anual.

-Idiota- insulto Alice por lo bajo

 Harry no comprendió por qué Malfoy se sentía tan a gusto hasta que, unos quince días después de que se hubieran ido Dumbledore y Hagrid,  estando sentado detrás de él en clase de Pociones, le oyó regodearse de la situación ante Crabbe y Goyle:

- Creo que luego de esto sentiré aun mas ganas de golpearlo- dijo Charlie con enojo

—Siempre pensé que mi padre sería el que echara a Dumbledore —dijo, sin preocuparse de hablar en voz baja— Ya os dije que él opina que Dumbledore ha sido el  peor director que ha tenido nunca el colegio.

Los gritos de protesta se escucharon por todo el comedor
-¡Silencio! ¡Se que ha todos nos molesta ese tipo de cometarios, pero no podemos hacer nada! Silencio o les quitare cien punto hasta cada casa- todos se quedaron en silencio pero seguían mirando feo a Malfoy

Quizá ahora tengamos un director decente, alguien que no quiera que se cierre la Cámara de los Secretos. McGonagall no durará mucho, sólo está de forma provisional...

Las caras de enfado se intensificaron entre los alumnos y en la mesa de profesores

Snape pasó al lado de Harry sin hacer ningún comentario sobre el asiento y el caldero solitarios de Hermione.

Hermione frunció el ceño.

—Señor —dijo Malfoy en voz alta—, señor, ¿por qué no solicita usted el puesto de director?

Sirius fingió estar vomitando

—Venga, venga, Malfoy —dijo Snape, aunque no pudo evitar sonreír con sus finos  labios—. El profesor Dumbledore sólo ha sido suspendido de sus funciones por el consejo escolar. Me atrevería a decir que volverá a estar con nosotros muy pronto.  

Albus y Lily asintieron conformes con la respuesta

—Ya —dijo Malfoy, con una sonrisa de complicidad—. Espero que mi padre le vote a usted, señor, si solicita el puesto. Le diré que usted es el mejor profesor del colegio, señor.

-Oh merlin- bufo James con cara de asco

Snape paseaba sonriente por la mazmorra, afortunadamente sin ver a Seamus Finnigan, que hacía como que vomitaba sobre el caldero.

Los merodeadores y los gemelos sonrieron a Seamus

—Me sorprende que los sangre sucia no hayan hecho ya todos el equipaje —prosiguió Malfoy—  Apuesto cinco galeones a que el próximo muere. Qué pena que no sea Granger...

-¡Maldito hijo de perra!- Charlie y Bill sostuvieron a Ron- ¡No pude partirte la cara en esa ocacion pero lo hare ahora- Draco se levanto de su asiento y Astoria se coloco delante de el
-Ron tranquilízate- ordeno Harry, Hermione se acerco al pelirrojo y lo tomo del brazo
-ya paso Ron, no es nada- se tranquilizo un poco ante de la voz de Hermione, se dejo llevar a su asiento sumamente tenso.

La campana sonó en aquel momento, y fue una suerte, porque al oír las últimas palabras, Ron había saltado del asiento para abalanzarse sobre Malfoy, aunque con el barullo de recoger libros y bolsas, su intento pasó inadvertido.
—Dejadme —protestó Ron cuando lo sujetaron entre Harry y Dean—. No me preocupa, no necesito mi varita mágica, lo voy a matar con las manos...

Hermione lo abrazo
-Gracias por defenderme Ron- susurro con ternura haciéndolo estremecer, aun se sorprendia con la capacidad de Hermione de alterarlo después de varios años.

—Daos prisa, he de llevaros a Herbología —les gritó Snape

-Siempre tan simpatico- bufo Alice

y salieron en doble hilera, con Harry, Ron y Dean en la cola, el segundo intentando todavía liberarse.

Los Weasley sonrieron orgullosos por Ron

Sólo lo soltaron cuando Snape se quedó en la puerta del castillo y ellos continuaron por la huerta hacia los invernaderos. La clase de Herbología resultó triste, porque había dos alumnos menos: Justin y Hermione.

Todos miraron con pena a la castaña.

La profesora Sprout los puso a todos a podar las higueras de Abisinia, que daban higos secos. Harry fue a tirar un brazado de tallos secos al montón del abono y se encontró de frente con Ernie Mcmillan.

-Si hace alguna estupidez en el futuro lo golpeare- advirtió Sirius

Ernie respiró hondo y dijo, muy formalmente:
—Sólo quiero que sepas, Harry, que lamento haber sospechado de ti.

-Como si fuera tan fácil- se burlo Marlenne- “Te acuso de asesino, oh si, no eres tu”

Sé que nunca atacarías a Hermione Granger y te quiero pedir disculpas por todo lo que dije.

-Al menos que me atacaran sirvió de algo- ironizo Hermione

Ahora estamos en el mismo barco y..., bueno...
Avanzó una mano regordeta y Harry la estrechó.

-Eres demasiado bueno con la gente Harry- susurró Ginny

Ernie y su amiga Hannah se pusieron a trabajar en la misma higuera que Ron y Harry.
—Ese tal Draco Malfoy —dijo Ernie, mientras cortaba las ramas secas— parece que se ha puesto muy contento con todo esto, ¿verdad? ¿Sabéis?, creo que él podría ser el heredero de Slytherin.

Draco rodó los ojos.

—Esto demuestra que eres inteligente, Ernie —dijo Ron, que no parecía haber perdonado a Ernie tan fácilmente como Harry.

Fred y George soltaron una risita.

—¿Crees que es Malfoy, Harry? —preguntó Ernie.
—No —respondió Harry con tal firmeza que Ernie y Hannah se lo quedaron mirando.

-No debes dejar tan al descubierto que sabes mas que ellos- aconsejo James
-¿Entonces tu siempre sabes mas de lo que dices?- pregunto Lily alzando una ceja
-No tengo secretos contigo amor- respondió rápidamente haciendo que Remus riera por lo bajo y Sirius soltara una carcajada perruna.

Un instante después, Harry vio algo y lo señaló dándole a Ron en la mano con sus  tijeras de podar.
—¡Ah! ¿Qué estás...?
Harry señaló al suelo, a un metro de distancia. Varias arañas grandes correteaban por la tierra.

-No me gustan las arañas- gimio Tonks

—¡Anda! —dijo Ron, intentando, sin éxito, hacer como que se alegraba—Pero no podemos seguirlas ahora...

-¿Ron siguiendo arañas? Eso tenemos que verlo- se burlo George, aunque miro en otra dirección cuando Bill lo fulmino con la mirada.

Ernie y Hannah escuchaban llenos de curiosidad.  Harry contempló a las arañas que se alejaban.
—Parece que se dirigen al bosque prohibido...
Y a Ron aquello aún le hizo menos gracia.

-A nadie le hace gracia- suspiro preocupada Molly

Al acabar la clase, el profesor Snape acompañó a los alumnos al aula de Defensa  Contra las Artes Oscuras. Harry y Ron se rezagaron un poco para hablar sin que los oyeran.

-No creo que a Snape le importara demasiado si atacaban a Ron o a Harry- bufo Fabian con molestia

—Tenemos que recurrir otra vez a la capa para hacernos invisibles —dijo Harry a Ron—Podemos llevar con nosotros a Fang. Hagrid lo lleva con él al bosque, así que  podría sernos de ayuda.

Hagrid movio la cabeza, Fang era un buen rastreador, pero en lo a defensa refería…

—De acuerdo —dijo Ron, que movía su varita mágica nerviosamente entre los dedos—. Pero... ¿no hay..., no hay hombres lobo en el bosque? —añadió, mientras  ocupaban sus puestos habituales al final del aula de Lockhart.

Lupin rodo los ojos.

Prefiriendo no responder a aquella pregunta, Harry dijo: —También hay allí cosas buenas. Los centauros son buenos, y los unicornios  también.

-Exacto- felicito James, cosa que enfado a Lily.

Ron no había estado nunca en el bosque prohibido. Harry había penetrado en él en una ocasión, y deseaba no tener que volver a hacerlo.

 -Exacto, no volver- remarco Lily mirando mal a James.

Lockhart entró en el aula dando un salto, y la clase se lo quedó mirando. Todos los demás  profesores del colegio parecían más serios de lo habitual, pero Lockhart estaba  tan alegre como siempre.
—¡Venga ya! —exclamó, sonriéndoles a todos—, ¿por qué ponéis esas caras tan largas?

-Idiota- bufo Marlenne.

Los alumnos intercambiaron miradas de exasperación, pero no contestó nadie.
—¿Es que no comprendéis —les decía Lockhart, hablándoles muy despacio, como si fueran tontos— que el peligro ya ha pasado? Se han llevado al culpable.
—¿A quién dice? —preguntó Dean Thomas en voz alta.

-Ese Dean me cae bien- felicito James, Harry lo fulmino con la mirada- ¿Dean no nos cae bien?
-Dean es el ex novio de tu nuera- Lily rodo los ojos con exasperación al igual que Ginny
-Dean no nos cae bien- afirmo James.

—Mi querido muchacho, el ministro de Magia no se habría llevado a Hagrid si no hubiera estado completamente seguro de que era el culpable —dijo Lockhart, en el tono que emplearía cualquiera para explicar que uno y uno son dos.

Minerva se froto los ojos cansinamente.

—Ya lo creo que se lo llevaría —dijo Ron, alzando la voz más que Dean.
—Me atrevería a suponer que sé más sobre el arresto de Hagrid que usted, señor Weasley —dijo Lockhart empleando un tono de satisfacción.
Ron comenzó a decir que él no era de la misma opinión, pero se paró en mitad de la frase cuando Harry le arreó una patada por debajo del pupitre.

-No seas impulsivo Ron- corrigio Hermione al libro sin poder evitarlo.

—Nosotros no estábamos allí, ¿recuerdas? —le susurró Harry. Pero la desagradable alegría de Lockhart, las sospechas que siempre había tenido de que Hagrid no era bueno, su confianza en que todo el asunto ya había tocado a su fin, irritaron tanto a Harry, que sintió deseos de tirarle Una vuelta con los espíritus malignos a su cara de idiota.

-Buena idea- felicito Sirius, Lily lo miro mal- mala idea, ¿respeta a tus mayores? ...mm… ¿No rompas las reglas del colegio? Nose que es lo que está haciendo mal en esta situación pelirroja- concluyo exasperado el ojigris. Lily suspiro casi divertida.
-Al menos intentaste sonar responsable. Pero fallaste obviamente- Sirius frunció el ceño ante la risa que se le escapo a Remus.

Pero en lugar de eso, se conformó con garabatearle a Ron una nota: «Lo haremos esta noche.»

Molly y Lily palidecieron.

Ron leyó el mensaje, tragó saliva con esfuerzo y miró a su lado, al asiento habitualmente ocupado por Hermione. Entonces parecieron disiparse sus dudas, y asintió con la cabeza.

Hermione beso a Ron con ternura. Habia pequeños gestos del pelirrojo que lo hacían mucho mas romántico que el hecho de regalar flores o prender velas.

Aquellos días, la sala común de Gryffindor estaba siempre abarrotada, porque a partir de las seis, los de Gryffindor no tenían otro lugar adonde ir. También tenían mucho de que hablar, así que la sala no se vaciaba hasta pasada la medianoche.

-Exasperante- murmuro Alice.

Después de cenar, Harry sacó del baúl su capa para hacerse invisible y pasó la noche sentado encima de ella, esperando que la sala se despejara. Fred y George los retaron a jugar al snap explosivo y Ginny se sentó a contemplarlos, muy retraída y ocupando el asiento habitual de Hermione.

Harry abrazo protectoramente a la pelirroja

Harry y Ron perdieron a propósito, intentando acabar pronto, pero incluso así, era bien pasada la medianoche cuando Fred, George y Ginny se marcharon por fin a la cama.

-Lamentamos la molestia- ironizo Fred.

Harry y Ron esperaron a oír cerrarse las puertas de los dos dormitorios antes de coger la capa, echársela encima y salir por el agujero del retrato.


-Esto será interesante- comento por lo bajo Alastor.

Este recorrido por el castillo también fue difícil, porque tenían que ir esquivando a los profesores.

Minerva frunció el ceño.

Al fin llegaron al vestíbulo, descorrieron el pasador de la puerta principal y se colaron por ella, intentando evitar que hiciera ruido, y salieron a los campos iluminados por la luz de la luna.

Remus sintio un pequeño estremecimiento, la luz de la luna no era algo que le trajera buenos recuerdos.

—Naturalmente —dijo Ron de pronto, mientras cruzaban a grandes zancadas el  negro césped— cuando lleguemos al bosque podría ser que no tuviéramos nada que seguir. A lo mejor las arañas no iban en aquella dirección. Parecía que sí, pero...

Hermione le acaricio la mano con el pulgar, Ron tenia muchos miedos, pero siempre había tenido la valentía suficiente para superarlos.

Su voz se fue apagando, pero conservaba un aire de esperanza.

Molly miro con pena a su hijo.

Llegaron a la cabaña de Hagrid, que parecía muy triste con sus ventanas tapadas. Cuando Harry abrió la puerta, Fang enloqueció de alegría al verlos. Temiendo que despertara a todo el castillo con sus potentes ladridos, se apresuraron a darle de comer caramelos de café con leche que había en una lata sobre la chimenea, de tal manera que consiguieron pegarle los dientes de arriba a los de abajo.

Hagrid sonrio al saber que Fang estaba bien.

Harry dejó la capa sobre la mesa de Hagrid. No la necesitarían en el bosque completamente oscuro.

-Eso no es un consuelo-gimió Molly

—Venga, Fang, vamos a dar una vuelta —le dijo Harry, dándole unas palmaditas en la pata, y Fang salió de la cabaña detrás de ellos, muy contento, fue corriendo hasta el bosque y levantó la pata al pie de un gran árbol.

Fred y George soltaron una risita

Harry sacó la varita, murmuró:
«¡Lumos!», y en su extremo apareció una lucecita diminuta, suficiente para permitirles  buscar indicios de las arañas por el camino.
—Bien pensado —dijo Ron—. Yo haría lo mismo con la mía, pero ya sabes..., seguramente estallaría o algo parecido...

-Explosion nuclear- se burlo Gideon intentando aligerar el ambiente antes de que su hermana colapse, sabiendo que las cosas se pondrían peor.

Harry le puso una mano en el hombro y le señaló la hierba. Dos arañas solitarias  huían de la luz de la varita para protegerse en la sombra de los árboles.
—Vale —suspiró Ron, como resignándose a lo peor—. Estoy dispuesto. Vamos.

-Eres valiente Ron- felicito Charlie.

De esta forma penetraron en el bosque, con Fang correteando a su lado, olfateando las hojas y las raíces de los árboles. A la luz de la varita mágica de Harry, siguieron la  hilera ininterrumpida de arañas que circulaban por el camino.

-Eso es demasiado anormal- comento Marlenne.

Caminaron unos veinte minutos, sin hablar, con el oído atento a otros ruidos que no fueran los de ramas al romperse o el susurro de las hojas. Más adelante, cuando el bosque se volvió tan espeso que ya no se veían las estrellas del cielo y la única luz provenía de la varita de Harry, vieron que las arañas se salían del camino.

-Eso es malo- murmuro Remus, solo ellos y gracias a sus instintos animales podían ubicarse en el bosque, pero un humano por mas sentido de la ubicación que tuviera se perdería sin pensarlo.

Harry se detuvo y miró hacia donde se dirigían las arañas, pero, fuera del pequeño  círculo de luz de la varita, todo era oscuridad impenetrable. Nunca se había internado tanto en el bosque.

-Y no tendrías porque internarte- susurro Lily entre la molestia y la preocupación.

Podía recordar vívidamente que Hagrid, una vez que había entrado con él, le advirtió que no se saliera del camino. Pero ahora Hagrid se hallaba a kilómetros de distancia, probablemente en una celda en Azkaban, y les había indicado que siguieran a las arañas.

-Eso fue muy irresponsable Rubeus Hagrid- regaño Minerva molesta.
-Yo…ejem…es que confiaba en que Aragog…- la profesora lo miro con curiosidad- no debí decir eso…- Albus suspiro conociendo de memoria los deslices verbales del semi gigante.

Harry notó en la mano el contacto de algo húmedo, dio un salto hacia atrás y pisó a Ron en el pie, pero sólo había sido el hocico de Fang.

Muchos suspiraron con alivio.

—¿Qué te parece? —preguntó Harry a Ron, de quien sólo veía los ojos, que reflejaban la luz de la varita mágica.
—Ya que hemos llegado hasta aquí... —dijo Ron.

Ginny y Hermione miraban preocupadas a sus respectivos novios.

De forma que siguieron a las arañas que se internaban en la espesura. No podían avanzar muy rápido, porque había tocones y raíces de árboles en su ruta, apenas visibles en la oscuridad. Harry notaba en la mano el cálido aliento de Fang. Tuvieron que detenerse más de una vez para que, en cuclillas, a la luz de la varita, Harry pudiera volver a encontrar el rastro de las arañas.

-No me esta gustando esto- murmuro Dorcas.
-Sera peligroso- corroboro Sirius consiguiendo una mueca de preocupación en el rostro de Lily

Caminaron durante una media hora por lo menos. Las túnicas se les enganchaban  en las ramas bajas y en las zarzas. Al cabo de un rato notaron que el terreno descendía,  aunque el bosque seguía igual de espeso.  De repente, Fang dejó escapar un ladrido potente, resonante, dándoles un susto tremendo.

-¿Qué paso?- preguntaron Bill, Neville y Gideon al mismo tiempo.

—¿Qué pasa? —preguntó Ron en voz alta, mirando en la oscuridad y agarrándose con fuerza al hombro de Harry.
—Algo se mueve por ahí —musitó Harry—. Escucha... Parece de gran tamaño.

-Demonios- murmuro Percy nervioso.

Escucharon. A cierta distancia, a su derecha, aquella cosa de gran tamaño se abría camino entre los árboles quebrando las ramas a su paso.
—¡Ah no! —exclamó Ron—, ¡ah no, no, no...!
—Calla —dijo Harry, desesperado—. Te oirá.
—¿Oírme? —dijo Ron en un tono elevado y poco natural—. Yo sí lo he oído. ¡Fang!

-¿Qué demonios es eso?- pregunto James preocupado a nadie en particular

La oscuridad parecía presionarles los ojos mientras aguardaban aterrorizados.  Oyeron un extraño ruido sordo, y luego, silencio.

Todos estaban con expresiones de preocupación, como si Harry y Ron no estuvieran sentados entre ellos, sanos y salvos.

—¿Qué crees que está haciendo? —preguntó Harry
—Seguramente, se está preparando para saltar —contestó Ron. Aguardaron, temblando, sin atreverse apenas a moverse.
—¿Crees que se ha ido? —susurró Harry.

—No sé... 

-¿Qué es?- pregunto James entre la curiosidad y la preocupación

Entonces vieron a su derecha un resplandor que brilló tanto en la oscuridad que los dos tuvieron que protegerse los ojos con las manos.

-¿Luz?- Mary se mostro desconcertada

Fang soltó un aullido y echó a correr, pero se enredó en unos espinos y volvió a aullar aún más fuerte.
—¡Harry! —gritó Ron,

-¿Qué paso?- Sirius estaba notoriamente tenso

 tan aliviado que la voz apenas le salía—. ¡Harry, es nuestro coche!

-¿Qué?- la pregunta se escucho por todos los rincones del comedor

—¿Qué?
—¡Vamos!
Harry siguió a Ron en dirección a la luz, dando tumbos y traspiés, y al cabo de un instante salieron a un claro.

-¿Un claro?- pregunto Lily sorprendida, James asintió creyendo saber a que claro se referían.
-Es un lugar bonito…y seguro- agrego ante la mirada escéptica de Lily- podríamos…tener un cita ahí si quieres
-Oh Corni has perdido todo lo que te enseñe sobre chicas, llevarlas a un bosque y hacerla caminar sobre ramas y barro, no es buen…-Sirius fue cortado por Lily
-Si es seguro, suena perfecto- James sonrió anchamente
-Creo que no se nada- comento Sirius con extrañeza
-Hasta que lo aceptas- murmuro Remus.

El coche del padre de Ron estaba abandonado en medio de un círculo de gruesos  árboles y bajo un espeso tejido de ramas, con los faros encendidos.

-¿enserio?- rio Charlie

Ron caminó hacia él, boquiabierto, y el coche se le acercó despacio, como si fuera un perro que saludase a su amo. Un perro de color turquesa.

Nadie pudo evitar reír ante la comparación.

—¡Ha estado aquí todo el tiempo! —dijo Ron emocionado, contemplando el coche— Míralo: el bosque lo ha vuelto salvaje...

-¿Albus es posible…?- Minerva parecía desconcertada.
-Puede Minerva, que al embrujarlo el coche absorbiera un poco de la magia que se le deposito- Minerva asintió conforme- eso o esta poseído por algún ancestro Weasley, con esa familia nunca se sabe cuántos parientes puedes encontrar- comento con diversión haciendo fruncir el seño de la profesora.

Los guardabarros del coche estaban arañados y embadurnados de barro. Daba la impresión de que el coche había conseguido llegar hasta allí él solo. A Fang no parecía hacerle ninguna gracia, y se mantenía pegado a Harry, temblando.

-Pobre perrito- suspiro Tonks ganándose una mirada de aprobación de Sirius.

Mientras su respiración se acompasaba, guardó la varita bajo la túnica.

-No bajes la guardia Potter- regaño Alastor
-Dice que guarde la varita no que la arroje, puedo volver a sacarla- contradijo sorprendido de si mismo, no es que no apreciara los consejos de Alastor, le habían salvado el pellejo varias veces, pero siendo adulto, jefe y además el elegido, hacia demasiado que nadie lo corregía como si fuese un niño pequeño. Pero por el contrario de lo esperado, Moody sonrió conforme, un buen carácter es esencial para un auror.

—¡Y creíamos que era un monstruo que nos iba a atacar! —dijo Ron, inclinándose sobre el coche y dándole unas palmadas—. ¡Me preguntaba adónde habría ido!

-Ron es un auto, no un golden retriever- bufo Ginny

Harry aguzó la vista en busca de arañas en el suelo iluminado, pero todas habían huido de la luz de los faros.

-Estoy en una situación confusa en la que no se si que no haya arañas me alivia o me frustra- comento George

—Hemos perdido el rastro —dijo—Tendremos que buscarlo de nuevo.
Ron no habló ni se movió. Tenía los ojos clavados en un punto que se hallaba a unos tres metros del suelo, justo detrás de Harry. Estaba pálido de terror.

-Prefería el alivio- gimió Fred por lo bajo.

Harry ni siquiera tuvo tiempo de volverse. Se oyó un fuerte chasquido, y de repente sintió que algo largo y peludo lo agarraba por la cintura y lo levantaba en el aire, de cara al suelo.

-Demonios- maldijo James

 Mientras forcejeaba, aterrorizado, oyó más chasquidos, y vio que las piernas de Ron se despegaban del suelo, y oyó a Fang aullar y gimotear... y sintió que lo arrastraban por entre los negros árboles.

-Maldita sea Rubeus Hagrid, llega a pasarle algo a los niños por seguir las estúpidas arañas y te las veras conmigo- grito encolerizada Molly- ¡habrase visto! ¡Dos niños! ¡A un profesor tendría que haberle dicho!- Hagrid se escondió en el asiento lo más que su estatura le permitió.

Levantando como pudo la cabeza, Harry vio que la bestia que lo sujetaba caminaba sobre seis patas inmensamente largas y peludas, y que encima de las dos delanteras que lo aferraban, tenía unas pinzas también negras.

-Podría ser…-Remus se tenso, si era lo que él creía, las cosas se pondrían feas.

 Tras él podía oír a otro animal similar,  que sin duda era el que había cogido a Ron. Se encaminaban hacia el corazón del bosque. Harry pudo ver a Fang que forcejeaba intentando liberarse de un tercer monstruo, aullando con fuerza

-P..profesor, ¿en el bosque prohibido hay… acromantulas?- pregunto Marlenne pálida, Albus la miro significativamente pero no respondió nada.

 pero Harry no habría podido gritar aunque hubiera querido: parecía como si la voz se le hubiese quedado junto al coche, en el claro.

-no hubiese servido de mucho gritar, la verdad- murmuro Fabian preocupado por su sobrino y Harry

Nunca supo cuánto tiempo pasó en las garras del animal, sólo que de repente hubo la suficiente claridad para ver que el suelo, antes cubierto de hojas, estaba infestado de arañas.

-Esto me esta asustando-gimio Ginny y miro a Hermione que estaba igual de palida, una cosa es escuchar un simple relato y otra es saber con detalle lo que sufrieron los chicos.

Estaban en el borde de una vasta hondonada en la que los árboles habían sido talados y las estrellas brillaban iluminando el paisaje más terrorífico que se pueda imaginar.

-Bichos desgraciados - Sirius estaba con los nudillos apretados y el ceño fruncido.

Arañas. No arañas diminutas como aquellas a las que habían seguido por el camino de hojarasca, sino arañas del tamaño de caballos, con ocho ojos y ocho patas negras, peludas y gigantescas.


Las cara de asco y terror se expandieron por todo el comedor, ya de por si las arañas tamaño normal asustaban a muchos, pero las arañas de tamaño caballo definitivamente aterrorizaban a todos.

El ejemplar que transportaba a Harry se abría camino, bajando por la brusca pendiente, hacia una telaraña nebulosa en forma de cúpula que había en el centro de la hondonada, mientras sus compañeras se acercaban por todas partes chasqueando sus pinzas, emocionadas a la vista de su presa.

-¿Presa?- pregunto Lily casi en estado de histeria- ¡Que venga ese maldito bicho y veremos quién es la presa de quien! ¡Llegan a hacerle algo a mi bebé y se enteraran quien es Lilian Evans!- James y las demás personas que estaban cerca de la pelirroja se alejaron asustados por la furia Evans.

La araña soltó a Harry, y éste cayó al suelo de cuatro patas. A su lado, con un ruido  sordo, cayeron Ron y Fang.

Molly soltó un gemido, el resto de los Weasley miraron a Ron preocupados, ninguno de ellos habían siquiera imaginado las cosas que Ron había pasado.

 El perro ya no aullaba; se quedó encogido y en silencio en el mismo punto en que había caído. Ron parecía encontrarse tan mal como Harry había supuesto. Su boca se había alargado en una especie de grito mudo y los ojos se le salían de las órbitas.

Bill apretó el antebrazo de Charlie, ambos se miraron pensando lo mismo, ¿Dónde habían estado ellos cuando su hermano arriesgaba la vida?

De pronto Harry se dio cuenta de que la araña que lo había dejado caer estaba hablando.

-¿Qué?- Tonks se veía traumatizada- ¿Las arañas hablan?
-No, quiero decir si, esas si lo hacen Nymphadora- la pequeña miro mal a su padre por usar su nombre.
-¡No me llames Nymphadora!

 No era fácil darse cuenta de ello, porque chascaba sus pinzas a cada palabra que decía.
—¡Aragog! —llamaba—, ¡Aragog!

-Demonios- susurro Charlie- esto es malo.
-¿Malo? ¡ESTO ES TERRIBLE!- grito Molly desesperada- mi pobre bebito.
-Mamá estoy aquí- murmuro Ron
-¡Por poco!

Y del medio de la gran tela de araña salió, muy despacio, una araña del tamaño de un elefante pequeño. El negro de su cuerpo y sus piernas estaba manchado de gris, y los ocho ojos que tenía en su cabeza horrenda y llena de pinzas eran de un blanco lechoso. Era ciega.     

-Espeluznante- se estremeció Dorcas.
Hagrid iba a comentar que Aragog era muy amable cuando se lo conoce, pero bueno…no era el mejor momento.

—¿Qué hay? —dijo, chascando muy deprisa sus pinzas.
—Hombres —dijo la araña que había llevado a Harry.

-Niños- corrigió Alice.

—¿Es Hagrid? —Aragog se acercó, moviendo vagamente sus múltiples ojos lechosos.
—Desconocidos —respondió la araña que había llevado a Ron.
—Matadlos —ordenó Aragog con fastidio—. Estaba durmiendo...


-Joder, maldito bicho, esperen que consiga un insecticida- bufo Gideon molesto y preocupado

—Somos amigos de Hagrid —gritó Harry. Sentía como si el corazón se le hubiera escapado del pecho y estuviera retumbando en su garganta.
                     
-No creo que decir eso sirva de algo- susurro palido Remus

—Clic, clic, clic —hicieron las pinzas de todas las arañas en la hondonada. Aragog se detuvo.

-Oh dios, espero que si sirva- rogo Molly.

—Hagrid nunca ha enviado hombres a nuestra hondonada —dijo despacio.
—Hagrid está metido en un grave problema —dijo Harry, respirando muy deprisa— Por eso hemos venido nosotros.

-Por tu bien espero que funcione- dijo Lily iracunda mirando al semigigante.

—¿En un grave problema? —dijo la vieja araña, en un tono que a Harry se le antojó de preocupación— Pero ¿por qué os ha enviado?
Harry quiso levantarse, pero decidió no hacerlo; no creía que las piernas lo  pudieran sostener. Así que habló desde el suelo, lo más tranquilamente que pudo.


Ginny apretó la mano de Harry nerviosa.

—En el colegio piensan que Hagrid se ha metido en... en... algo con los estudiantes. Se lo han llevado a Azkaban.

-Pobre Aragog, se preocupara mucho- suspiro Hagrid.
-¿Enserio Hagrid? ¿Enserio?- exclamo exasperado James.

 Aragog chascó sus pinzas enojado, y el resto de las arañas de la hondonada hizo lo mismo: era como si aplaudiesen, sólo que los aplausos no solían aterrorizar a Harry.

-Eso lo decías antes de las conferencias de prensa- se mofo Hermione.

—Pero aquello fue hace años —dijo Aragog con fastidio— Hace un montón de años. Lo recuerdo bien. Por eso lo echaron del colegio. Creyeron que yo era el monstruo que vivía en lo que ellos llaman la Cámara de los Secretos. Creyeron que Hagrid había abierto la cámara y me había liberado.

-¿Entonces no fue él?- pregunto Emmeline desde la mesa de Hufflepuff.
-Claro que no fui yo- se defendió Hagrid- ¿Por qué dañaría de esa forma a los hijos de muggles? ¿Y porque querría perjudicar al profesor Dumbledore?

—Y tú... ¿tú no saliste de la Cámara de los Secretos? —dijo Harry, notando un sudor frío en la frente.
—¡Yo! —dijo Aragog, chascando de enfado— Yo no nací en el castillo. Vine de una tierra lejana. Un viajero me regaló a Hagrid cuando yo estaba en el huevo. Hagrid sólo era un niño, pero me cuidó, me escondió en un armario del castillo, me alimentó con sobras de la mesa.

-En su defensa, suena a algo que Hagrid haría- suspiro Alice.

Hagrid es un gran amigo mío, y un gran hombre. Cuando me descubrieron y me culparon de la muerte de una muchacha, él me protegió. Desde entonces, he vivido siempre en el bosque, donde Hagrid aún viene a verme. Hasta me encontró una esposa, Mosag, y ya veis cómo ha crecido mi familia, gracias a la bondad de Hagrid...

-No se si es bueno que haya crecido tanto su familia- vacilo Bill, mirando a su hermano con preocupación.

Harry reunió todo el valor que le quedaba.
—¿Así que tú nunca... nunca atacaste a nadie?
—Nunca —dijo la vieja araña con voz ronca— Mi instinto me habría empujado a ello, pero, por consideración a Hagrid, nunca hice daño a un ser humano.

-Asombroso, domesticar a una acromantula- exclamo Charlie maravillado.

El cuerpo de la muchacha asesinada fue descubierto en los aseos.

En los aseos… Severus abrió los ojos con sorpresa al entender quien era la niña.

Yo nunca vi nada del castillo salvo el armario en que crecí. A nuestra especie le gusta la oscuridad y el silencio.
—Pero entonces... ¿sabes qué es lo que mató a la chica? —preguntó Harry—Porque, sea lo que sea, ha vuelto a atacar a la gente...
Los chasquidos y el ruido de muchas patas que se movían de enojo ahogaron sus palabras.

-Demonios- bufo Sirius.

Al mismo tiempo, grandes figuras negras parecían crecer a su alrededor.

-Arthur has algo- Molly sacudió a Arthur, histérica.
-¿Qué puedo hacer yo?- respondió desesperado por zafarse de su esposa.

—Lo que habita en el castillo —dijo Aragog— es una antigua criatura a la que las arañas tememos más que a ninguna otra cosa. Recuerdo bien que le rogué a Hagrid que me dejara marchar cuando me di cuenta de que la bestia rondaba por el castillo.

-¿Algo a lo que las arañas temen?- reflexiono Ojoloco.

—¿Qué es? —dijo Harry enseguida.
Las pinzas chascaron más fuerte. Parecía que las arañas se acercaban.
—¡No hablamos de eso! —dijo con furia Aragog— ¡No lo nombramos! Ni siquiera a Hagrid le dije nunca el nombre de esa horrible criatura, aunque me preguntó varias veces.

-Bueno, ahora váyanse de ahí- ordeno Gideon.

Harry no quiso insistir, y menos con las arañas que se acercaban cada vez más por todos lados.

Hermione y Ginny palidecieron.

Aragog parecía cansada de hablar. Iba retrocediendo despacio hacia su tela, pero las demás arañas seguían acercándose, poco a poco, a Harry y Ron.  

-Joder, váyanse- grito James palido.

—En ese caso, ya nos vamos —dijo Harry desesperadamente a Aragog, al oír los crujidos muy cerca.

-No creo que sea tan fácil- susurro Percy.

—¿Iros? —dijo Aragog despacio—. Creo que no...
—Pero, pero...
—Mis hijos e hijas no hacen daño a Hagrid, ésa es mi orden. Pero no puedo negarles un poco de carne fresca cuando se nos pone delante voluntariamente. Adiós, amigo de Hagrid.

-Menudo idiota eres Charlie, menos mal que había domesticado al jodido bicho- bufo Fred.

Harry miró a todos lados. A muy poca distancia, mucho más alto que él, había un frente de arañas, como un muro macizo, chascando sus pinzas y con sus múltiples ojos brillando en las horribles cabezas negras.

Ron palideció, esa habia sido sin duda una de las peores experiencias de su vida.

Al coger su varita, Harry sabía que no le iba a servir, que había demasiadas arañas, pero estaba decidido a hacerles frente, dispuesto a morir luchando.

-Muy bien dicho, muchacho- felicito Ojoloco orgulloso.

Pero en aquel instante se oyó un ruido fuerte, y un destello de luz iluminó la hondonada.

-¿Y ahora que?- se quejo James preocupado por su hijo.

El coche del padre de Ron rugía bajando la hondonada, con los faros encendidos,  tocando la bocina, apartando a las arañas al chocar con ellas.

-¿Eso es malditamente posible?- Gideon estaba atonito, igual que gran parte del comedor.

Algunas caían del revés y se quedaban agitando sus largas patas en el aire. El coche se detuvo con un chirrido delante de Harry y Ron, y abrió las puertas.

-¡Eso es..Es…!- Arthur tartamudeaba- ¡Es imposible!
-No lo es- Albus intervino- como les mencione, al embrujar un objeto, el objeto absorbe un poco de esa magia, lo mas probable es que el auto reconociera quienes son sus dueños.

—¡Coge a Fang! —gritó Harry, metiéndose por la puerta delantera.

-¿enserio recordaste al perro?- seamus lo miraba impresionado, mientras Sirius lo fulminaba con la mirada.
-¿Por qué han de abandonar al perro? ¡El pobre perro sentirá tanto dolor como ellos si se lo comen esos bichos del demonio!- varios miraron a Sirius confundidos por semejante explosión.
-Es que le molesta mucho el maltrato animal- Remus miro mal a Sirius- cuidado con lo que dices o el animal maltrato serás tu- amenazo, el ojigris se cruzo de brazos indignado.

 Ron cogió al perro, que no paraba de aullar, por la barriga y lo metió en los asientos de atrás. Las puertas se cerraron de un portazo. Ni Ron puso el pie en el acelerador ni falta que hizo. El motor dio un rugido, y el coche salió atropellando arañas.

Hagrid negó con la cabeza, no le gustaba pensar que Aragog hubiese querido lastimar a esos niños, pero tampoco le agradaba la idea de matar a los hijos de Aragog.

Subieron la cuesta a toda velocidad, salieron de la hondonada y enseguida se internaron en el bosque chocando contra todo lo que se les ponía por delante, con las ramas golpeando las ventanillas, mientras el coche se abría camino hábilmente a través de los espacios más amplios, siguiendo un camino que obviamente conocía.

-¡Viva por el coche!- festejo Marlenne.

Harry miró a Ron. En la boca aún conservaba la mueca del grito mudo, pero sus ojos ya no estaban desorbitados.

-Eso es hermano- felicito Charlie.
-Fuiste muy valiente- agrego Hermione.

—¿Estás bien?
Ron miraba fijamente hacia delante, incapaz de hablar. Se abrieron camino a través de la maleza, con Fang aullando sonoramente en el asiento de atrás. Harry vio cómo al rozar un árbol arrancaba de cuajo el retrovisor exterior.

-Realmente ese coche se ha ganado una tarde de relajación en el taller- comento Fred.

Después de diez minutos de ruido y tambaleo, el bosque se aclaró y Harry vio de nuevo algunos trozos de cielo.

-Merlin, por favor- Lily suspiro, por fin, aliviada.

El coche frenó tan bruscamente que casi salen por el parabrisas. Habían llegado al final del bosque.

-Oh mis niños- Molly abrazo con fuerza a Ron.

 Fang se abalanzó contra la ventanilla en su impaciencia por salir, y  cuando Harry le abrió la puerta, corrió por entre los árboles, con la cola entre las piernas, hasta la cabaña de Hagrid.

-Pobre perrito- se lamento Tonks con tristeza.

Harry también salió y, al cabo de un rato, Ron lo siguió, recuperado ya el movimiento en sus miembros, pero aún con el cuello rígido y los ojos fijos. Harry dio al coche una palmada de agradecimiento, y éste volvió a internarse en el bosque y desapareció de la vista.

-¿Tanto para nada?- Dorcas se froto el cuello, harta de tantas vueltas.

Harry entró en la cabaña de Hagrid a recoger la capa invisible. Fang se había acurrucado en su cesta, temblando debajo de la manta. Cuando Harry volvió a salir, vio a Ron vomitando en el bancal de las calabazas.

-Pobrecito- Hermione entrelazo sus manos y le beso los nudillos.

—Seguid a las arañas —dijo Ron sin fuerzas, limpiándose la boca con la manga— Nunca perdonaré a Hagrid. Estamos vivos de milagro.
—Apuesto a que no pensaba que Aragog pudiera hacer daño a sus amigos —dijo Harry.

-¡Por supuesto que no crei que Aragog seria capaz!- secundo Hagrd con voz estridente.

—¡Ése es exactamente el problema de Hagrid! —dijo Ron, aporreando la pared de la cabaña—¡Siempre se cree que los monstruos no son tan malos como parecen, y mira adónde lo ha llevado esa creencia: a una celda en Azkaban!

-Hagrid lo lamento, yo no quise decir eso…pero la situación- Ron balbuceo, era pésimo con las disculpas.
-Esta bien supongo- respondió el mediogigante entristecido.

—No podía dejar de temblar—. ¿Qué pretendía enviándonos allá? Me gustaría saber qué es lo que hemos averiguado.
—Que Hagrid no abrió nunca la Cámara de los Secretos —contestó Harry, echando la capa sobre Ron y empujándole por el brazo para hacerle andar—. Es inocente.

-Eso no es de mucha ayuda para el asunto, la verdad- reconoció Alice.
-Solo quería ser positivo y darle un sentido a todo lo que acabábamos de pasar- contradijo Harry.

Ron dio un fuerte resoplido. Evidentemente, criar a Aragog en un armario no era su idea de la inocencia.

-Concuerdo- exclamo Molly que después de la preocupación, habia dejado paso al enojo.

Al aproximarse al castillo, Harry enderezó la capa para asegurarse de que no se les veían los pies, luego empujó despacio la puerta principal, para que no chirriara, sólo hasta dejarla entreabierta. Cruzaron con cuidado el vestíbulo y subieron la escalera de mármol, conteniendo la respiración al encontrarse con los centinelas que vigilaban los corredores.

James y Sirius miraron a Harry con una sonrisa, el cachorro era todo un merodeador.

Por fin llegaron a la sala común de Gryffindor, donde el fuego se había convertido en cenizas y unas pocas brasas. Al hallarse en lugar seguro, se desprendieron de la capa y ascendieron por la escalera circular hasta el dormitorio.

-Por fin podrán dormir- suspiro Ginny.
-¿Dormir? ¿Con Harry-necesito-averiguar-todo-Potter? No lo creo- bufo Ron.

Ron cayó en la cama sin preocuparse de desvestirse. Harry, por el contrario, no tenía mucho sueño. Se sentó en el borde de la cama, pensando en todo lo que había dicho Aragog.

Alastor y Albus prestaron suma atención.

La criatura que merodeaba por algún lugar del castillo, pensó, se parecía a Voldemort, incluso en el hecho de que otros monstruos no quisieran mencionar su nombre. Pero Ron y él no se encontraban más cerca de averiguar qué era aquello ni cómo había petrificado a sus víctimas.

-Interesante- murmuro Dumbledore que ya se hacia una idea de que sucedia.

Ni siquiera Hagrid había sabido nunca qué se escondía en la cámara de los Secretos. Harry subió las piernas a la cama y se reclinó contra las almohadas, contemplando la luna que destellaba para él a través de la ventana de la torre.

-No entiendo como lo hace, después de eso yo dormiría por horas- exclamo Fred.

No comprendía qué otra cosa podía hacer. Nada de lo que habían intentado hasta el momento les había llevado a ninguna parte. Ryddle había atrapado al que no era, el heredero de Slytherin había escapado y nadie sabía si sería o no la misma persona que había vuelto a abrir la cámara. No quedaba nadie a quien preguntar.

-Eso es demasiado frustrante- reconoció Remus.

Harry se tumbó, sin dejar de pensar en lo que había dicho Aragog. Estaba adormeciéndose cuando se le ocurrió algo que podía ser su última esperanza, y se incorporó de repente.

-¿Qué se te ocurrió?- pregunto Andromeda confusa, Harry hizo una seña para que siguieran leyendo.

—Ron —susurró en la oscuridad—, ¡Ron!
Ron despertó con un aullido como los de Fang, abrió unos ojos desorbitados y miró a Harry.
—Ron: la chica que murió. Aragog dijo que fue hallada en unos aseos —dijo Harry, sin hacer caso de los ronquidos de Neville que venían del rincón—. ¿Y si no hubiera abandonado nunca los aseos? ¿Y si todavía estuviera allí?

-Demonios- suspiro James- ¿Myrtle? ¿Myrtle fue la chica que asesinaron?

Bajo la luz de la luna, Ron se frotó los ojos y arrugó la frente. Y entonces comprendió.
—¿No pensarás... en Myrtle la Llorona?

-Eso ha sido todo un descubrimiento- exclamo Lily.
Los murmullos se extendieron por todo el comedor, nadie podía creer que aquel fantasma chillon del que tantos se burlaban hubiese tenido un final tan cruel.

-Ahora comeremos y procederemos a leer el próximo capitulo, por lo que veo, estamos muy cerca de resolver este misterio. 

31 comentarios:

  1. Holis
    ooh amo este fic espero mucho para leer este capi y no es completo *llorar*espero que actualizes pronto bueno cuando tu puedas pero que sea pronto porfis esoy comenzando a olvidar los otros capis jiijijij
    actualiza pronto
    saludos

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  2. me alegra ver que volviste! ya te estaba extrañando en este fic :(
    animo que falta poco para que termine! ademas, ahora tenes mucho para divertirte y divertirnos, el final de este libro esta muy bueno(en mi opinion)
    Empieza lo bueno...

    Hasta la proxima actualizacion!

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  3. me alegra que vuelvas a actualizar, el siguiente libro también es mi favorito, lo espero con ansias.
    actualiza pronto, me encanta la historia

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  4. Hola mi nombre es Gaby hace mucho que empece a leer tu historia pero nunca había dejado un comentario que bueno que volviste por un momento creí que no la continuarías pero que bien que si la continuaste, la intriga nos tendrá en espera pero sabremos esperar; confío en que actualices pronto

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  5. porfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa no demore muchoooo y amo esta historia

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  6. me encanta!! siguelo lo leo siempre!!!! actualiza pronto! gracias muy bueno :)
    besos: jime

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  7. me encanta!! siguelo rapidamente que hace un monton que dejaste de escribir.
    actualiza cundo antes
    besos y gracias ;)

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  8. Espero que actualices pronto, que estoy picadísima :D
    Besitos de chocolate :)

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  9. Hola, soy una nueva lectora, me encanta el fic y creo que ya te he leído en potterfics.
    A mi también se me hace largo este libro y estoy deseando que empieces El prisionero de Azkaban porque, en mi opinión, el mejor libro de la saga.
    En algunos capítulos anteriores he visto gente que se quejaba porque tardabas mucho en actualizar, pero yo creo que tienes razón en recordarles que eres más que una escritora y tienes más cosas que hacer.
    Atte.
    K.R.P.Lawrence
    P.D. Soy Rose Hermione Weasle en potterfics.

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  10. Hoola, me encanta tu manera de escribir y te admiro muuchisimo. Espero que subas pronto!!!!

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  11. Hola espero que actualices pronto me encanta esta historia de todas de las que he leído que se parezcan a esta esta es mi favorita la leo y la vuelvo a leer cada ves que necesito escaparme del mundo .
    Espero que actualices pronto porque quiero saber las reacciones de todos adiós te leo pronto

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  12. Holis!!!!
    Me encanta, en serio, espero que actualices pronto (entro literalmente todos los días para ver si agregaste algo nuevo xD), pero obviamente sin presiones, todos tenemos asuntos importantes y te entendemos.
    Adoro las intervenciones de los personajes, pero quizá deberías cuidar un poco más los acentos y las mayúsculas, claro que los errores de dedo suceden siempre.
    Fuera de eso, definitivamente es uno de mis favoritos de todos los que he leido tuyos (después de Domando a Canuto) Me encanta como siempre callan a Sirius xD.
    Aquí tu fiel lectora te manda muchos besitos. *-*
    Lily Black (ignorando mi nickname de google xD)<3

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  13. Olaaa soy lectora nueva..y me encanta esta historia..me entere de este blog x potterfics y debo decir q me facinan tus fics xD plz actualiza pronto

    -----lily lupin *.*------

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  14. Me encanta tu blog!!! Escribes muy bien, y me encanta ese detalle de que los personajes del futuro vuelvan para leer y contar la historia...
    siguelo, por favor, me he quedado con las ganas de mas.
    Volveré todos los días para saber si has actualizado XD

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  15. Ooh que bueno que has podido volver espero con muchas ganas el siguiente capitulo

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  16. Cuando vas a montar otro capitulo?

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  17. HOLA SOY NUEVA LECTORA LLEGUE A TY BLOG DE CASUALLIDAD PERO ME ENCNATO ESPERO QUE MONTES LA OTRA PARTE DEL CAPITULO PRONTO BYEE *-*

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  18. holaaaaaa... termine como hace una semana y estoy esperando para que sigas escribiendo la verdad creo que esta muy bueno, seguiré visitando para ver si ya has actualizado,te esperamos, bueno cuando tengas tiempo chao chaooooo...

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  19. Holaaa, soy una nueva lectora y la verdad que termine toda la historia en un día, en el que por cierto no dormí, y la ameeeee! es una de las mejores q he leido. Espero con ansias tu actualización y creo q voy a entrar todos los días por si pusiste algo nuevo, pero como dice Fred, no te sientas presionada xD

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  20. Hola me muero de las ansias de que termines este capítulo y mejor dicho este libro, espero con ansias el tercero también es de mis favoritos, ojalá sea pronto.

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  21. holaaaaaaa
    cuando vas actualizar quiero que lleques luego al cuarto libro por q quiero ver bueno en realidad leer las reacciones de james y lily en el torneo pero en fin continua pronto

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  22. hola
    ooh, vaya al fin terminas este capitulo, pero te entiendo cuando no se puedo o la inspiracion no llega no hay nada que hacerle pero me ah gustado el final, espero con muchas ganas el siguiente capitulo de verdad espero que puedas actualizar muy pronto pero si no puedes yo entiendo.
    saludos

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  23. holaaaaaaaaa
    me encanta lo que escribes espero que llegue el siguiente capitulo
    abrazos

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    1. si porfas que llegue el siguiente capitulo seria genial

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  24. porfas que ya legue el siguiente capitulo

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  25. Que llegue el siguiente capítulo

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  26. sigue la historia!! es muy interesante

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  27. Pobre Lily, como va a reaccionar cuando lea que su nuera la secuestraron y que Harry peleo contra un basilisco

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  28. Lily y Molly se van a morir de un infarto en los dos siguientes capítulos!

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