Harry Potter y la camara de los secretos- cap 6

Aclaracion: Bueno todos los personajes y los libros que leen pertenecen a la genialisima JK Rowling ¿ok? yo solo lo traspaso a un blog para que puedan leerlo de una manera diferente con las intervenciones de ciertos personajes pertenecientes a ella.

Espero Disfruten, son un poco largos, pero en cada actualizacion subo un capitulo entero.

Harry Potter y la cámara de los secretos.

Capitulo VI: "Gilderoy Lockhart "

Bill tomo el libro e iba a comenzar a leer cuando la puerta se abrió y entro un muchacho pelirrojo con una niña de tres años aupa

-Perce- dijo Fred- ¿y la niña?- Percy se quedo viendo a su hermano con los ojos abiertos de par en par y lo abrazo

-Papi ¿Quién es?

-es tu tio Fred princesa- la pelirrojita se separo de su papa y Fred la also

-Soy Percival Weasley, tengo 27 años, estoy casado y tengo dos niñas, ella es Molly la mayor.

-le pusiste mi nombre- dijo Molly emocionada, Percy recibió el abrazo de oso de Molly que a pesar de los años nunca cambiaba

-Percy ¿lees tu?- pregunto Bill

-lee tu, leo el siguiente- dijo Percy, Molly jr. (n/a: Molly Junior) se sento en el regazo de Fred

Al día siguiente, sin embargo, Harry apenas sonrió ni una vez.

-comenzamos mal- dijo Lily

­Las cosas fueron de mal en peor desde el desayuno en el Gran Salón. Bajo el techo encantado, que aquel día estaba de un triste color gris, las cuatro grandes mesas correspondientes a las cuatro casas estaban repletas de soperas con gachas de avena, fuentes de arenques ahumados, montones de tostadas y platos con huevos y beicon.

-me dio hambre- dijo Sirius haciendo puchero, Dobby chasqueo los dedos y apareció un plato de comida, que sirius comenzó a devorar

 Harry y Ron se sentaron en la mesa de Gryffindor junto a Hermione, que tenía su ejemplar de Viajes con los vampiros abierto y apoyado contra una taza de leche. La frialdad con que ella dijo «buenos días», hizo pensar a Harry que todavía les reprochaba la manera en que habían llegado al colegio.

-Eres igual a Mcgonagall- dijeron Harry y James al mismo tiempo antes de mirarse sorprendidos

-esto..es…wau- tartamudearon los dos, mientras Lily no sabia si rodar los ojos o reir

 Neville Longbottom, por el contrario, les saludó alegremente.

Neville les sonrio al trio

Neville era un muchacho de cara redonda, propenso a los accidentes, y era la persona con peor memoria de entre todas las que Harry había conocido nunca.

-se nota que no me has conocido a mi- dijo Frank algo avergonzado, Neville no pudo evitar sonreir

—El correo llegará en cualquier momento —comentó Neville—; supongo que mi abuela me enviará las cosas que me he olvidado.

-pobre augusta- dijo divertida Alice- primero con su hijo y luego con su nieto- muchos rieron mientras Frank y Neville se sonrojaron

Efectivamente, Harry acababa de empezar sus gachas de avena cuando un centenar de lechuzas penetraron con gran estrépito en la sala, volando sobre sus cabezas, dando vueltas por la estancia y dejando caer cartas y paquetes sobre la alborotada multitud. Un gran paquete de forma irregular rebotó en la cabeza de Neville, y un segundo después, una cosa gris cayó sobre la taza de Hermione, salpicándolos a todos de leche y plumas.

-odio cuando se caen, mancho mi libro- dijo Hermione en tono reprochante

-¡era un libro de Lockhart!- dijeron Harry, James y Ron

-pero al fin y al cabo era un libro- razono Lily

-ay si…todo por tu Lockhart- dijo James

-vaya que resultaste celoso, si quieres ponme una correa

-no seria mala idea amarrarte peli- comento Sirius guiñándole el ojo a una extremadamente sonrojada Lily

Mientras los de primero intentaban saber de que hablaba Sirius Black, la lectura siguió.

—¡Errol!  —dijo Ron, sacando por las patas a la empapada lechuza.  Errol  se desplomó, sin sentido, sobre la mesa, con las patas hacia arriba y un sobre rojo y mojado en el pico.

-oh oh, creo que se lo que te enviaron- dijo Remus haciendo una mueca

-¡No. ..! —exclamó Ron.

—No te preocupes, no está muerto —dijo Hermione, tocando a Errol con la punta del dedo.

Varios rieron

—No es por eso... sino por esto.

Ron señalaba el sobre rojo. A Harry no le parecía que tuviera nada de particular, pero Ron y Neville lo miraban como si pudiera estallar en cualquier momento.

-¿Mi madre te envio uno?- Neville asintió y Frank suspiro- se lo que se siente.

—¿Qué pasa? —preguntó Harry.

—Me han enviado un howler —dijo Ron con un hilo de voz.

—Será mejor que lo abras, Ron —dijo Neville, en un tímido susurro—. Si no lo hicieras, sería peor. Mi abuela una vez me envió uno, pero no lo abrí y... —tragó saliva— fue horrible.

-si que lo es- dijo Sirius

-¿Qué es un Howler?- pregunto Lily

-¿no sabes?- pregunto sorprendido James, mientras Lily lo miraba con cara de niña curiosa

-si supiera no te preguntaría, ¿me explicas que es?

-ahora lo va a decir princesa

Harry contempló los rostros aterrorizados y luego el sobre rojo.

—¿Qué es un howler? —dijo.

Harry le sonrio a su madre

Pero Ron fijaba toda su atención en la carta, que había empezado a humear por las esquinas.

—Ábrela —urgió Neville—. Será cuestión de unos minutos.

Ron alargó una mano temblorosa, le quitó a Errol  el sobre del pico con mucho cuidado y lo abrió…

-CHAN CHAN CHAN

-¡callate Sirius!- dijeron fuerte Lily, Hermione y Molly

-no se metan con mi medio suegro- defendió Ginny

-esa es mi nuerita- dijo sacándole la lengua a las tres, mientras Harry y James reian

Neville se tapó los oídos con los dedos. Harry no comprendió por qué lo había hecho hasta una fracción de segundo después. Por un momento, creyó que el sobre había estallado; en el salón se oyó un bramido tan potente que desprendió polvo  del techo.

-mezcla un howler con los gritos de mama y no obtendrás nada bueno- dijo George haciendo una mueca

—... ROBAR EL COCHE, NO ME HABRÍA EXTRAÑADO QUE TE EXPULSARAN; ESPERA A QUE TE COJA, SUPONGO QUE NO TE HAS PARADO A PENSAR LO QUE SUFRIMOS TU PADRE Y YO CUANDO VIMOS QUE EL COCHE NO ESTABA...

- oh por dios- dijo Bill frunciendo el ceño

Los gritos de la señora Weasley, cien veces más fuertes de lo normal, hacían tintinear los platos y las cucharas en la mesa y reverberaban en los muros de piedra de manera ensordecedora.

-lo siento por ti- dijo Charlie mirando a su hermano

En el salón, la gente se volvía hacia todos los lados para ver quién era el que había recibido el howler, y Ron se encogió tanto en el asiento que sólo se le podía ver la frente colorada.

—... ESTA NOCHE LA CARTA DE DUMBLEDORE, CREÍ QUE TU PADRE SE MORÍA DE LA VERGUENZA, NO TE HEMOS CRIADO PARA QUE TE COMPORTES ASÍ, HARRY Y TÚ PODRÍAIS HABEROS MATADO...

-me preguntaba cuando te nombraría a ti- dijo Sirius

Harry se había estado preguntando cuándo aparecería su nombre.

Sirius sonrio  

Trataba de hacer como que no oía la voz que le estaba perforando los tímpanos.

—... COMPLETAMENTE DISGUSTADO, EN EL TRABAJO DE TU PADRE ESTÁN HACIENDO INDAGACIONES, TODO POR CULPA TUYA, Y SI VUELVES A HACER OTRA, POR PEQUEÑA QUE SEA, TE SACAREMOS DEL COLEGIO.

-creo querida que exageraste solo un poco- se animo a decir Arthur pero se silencio al ver la mirada de su esposa

Se hizo un silencio en el que resonaban aún las palabras de la carta. El sobre rojo, que había caído al suelo, ardió y se convirtió en cenizas. Harry y Ron se quedaron aturdidos, como si un maremoto les hubiera pasado por encima. Algunos se rieron y, poco a poco, el habitual alboroto retornó al salón.

-todavia recuerdo eso- dijo Ron palido mientras Harry se estremecia y Hermione reia

-¿nunca me mandaras un howler verdad?- pregunto Harry a su madre con la cara de cachorro que hacia sirius, Lily se mordio el labio

-de acuerdo no lo hare- Sirius, James y Harry chocaron las manos

Hermione cerró el libro Viajes con los vampiros y miró a Ron, que seguía encogido.

—Bueno, no sé lo que esperabas, Ron, pero tú...

—No me digas que me lo merezco —atajó Ron.

-odio que me regañes- bufo Ron y Hermione se cruzo de brazos ofendida

Harry apartó su plato de gachas. El sentimiento de culpabilidad le revolvía las tripas

-¿Por qué siempre te sientes culpable por todo?- preguntó Ron

El señor Weasley tendría que afrontar una investigación en su trabajo. Después de todo lo que los padres de Ron habían hecho por él durante el verano... Pero Harry no tuvo demasiado tiempo para pensar en aquello, porque la profesora McGonagall recorría la mesa de Gryffindor entregando los horarios. Harry cogió el suyo y vio que tenían en primer lugar dos horas de Herbología con los de la casa de Hufflepuff.

-Es mejor que cualquier otra cosa- dijo James.

-Mejor que pociones seguro- dijo Neville

Harry, Ron y Hermione abandonaron juntos el castillo, cruzaron la huerta por el camino y se dirigieron a los invernaderos donde crecían las plantas mágicas.

-me encanta herbologia- dijeron Neville y Alice al mismo tiempo para luego sonreírse

El howler había tenido al menos un efecto positivo: parecía que Hermione consideraba que ellos ya habían tenido suficiente castigo y volvía a mostrarse amable.

-siempre le das la razón a mi madre- dijo Ron reprochante

-es que siempre tiene razón- se defendió Hermione

Al dirigirse a los invernaderos, vieron al resto de la clase congregada en la puerta, esperando a la profesora Sprout. Harry, Ron y Hermione acababan de llegar cuando la vieron acercarse con paso decidido a través de la explanada, acompañada por Gilderoy Lockhart.

-¿en todos lados esta este imbesil?- dijo James

-peor yo que tenia que verlo en persona- agrego Harry mientras Lily rodaba los ojos

La profesora Sprout llevaba un montón de vendas en los brazos, y sintiendo otra punzada de remordimiento, Harry vio a lo lejos que el sauce boxeador tenía varias de sus ramas en cabestrillo.

-Al árbol está a punto de matarte y sientes remordimientos por el árbol- dijo Sirius exasperado

La profesora Sprout era una bruja pequeña y rechoncha que llevaba un sombrero remendado sobre la cabellera suelta. Generalmente, sus ropas siempre estaban manchadas de tierra, y si tía Petunia hubiera visto cómo llevaba las uñas, se habría desmayado.

-Anota que se la presente- dijo divertida Lily pensando en su hermana

 Gilderoy Lockhart, sin embargo, iba inmaculado con su túnica amplia color turquesa y su pelo dorado que brillaba bajo un sombrero igualmente turquesa con ribetes de oro, perfectamente colocado.

-no tengo nada contra los gay, pero este tipo es medio afeminado- dijo Bill y todos rieron, pero nadie mas que James, Harry y Ron

—¡Hola, qué hay! —saludó Lockhart, sonriendo al grupo de estudiantes— Estaba explicando a la profesora Sprout la manera en que hay que curar a un sauce boxeador. ¡Pero no quiero que penséis que sé más que ella de botánica! Lo que pasa es que en mis viajes me he encontrado varias de estas especies exóticas y...

-Oh por dios, es mas egocéntrico que Sirius- bufo Lily

-nose si es un cumplido o un insulto- dijo Sirius confundido

-tomalo como un cumplido-  dijo Lily haciendo una mueca, Sirius sonrio y James rio feliz porque su novia hubiese insultad “al idiota”

—¡Hoy iremos al Invernadero 3, muchachos! —dijo la profesora Sprout, que parecía claramente disgustada, lo cual no concordaba en absoluto con el buen humor habitual en ella.

-no es para menos- bufo Ron

Se oyeron murmullos de interés. Hasta entonces, sólo habían trabajado en el Invernadero 1. En el Invernadero 3 había plantas mucho más interesantes y peligrosas.

-es genial ser novato y pensar que realmente van a enseñarte algo peligroso- dijo Sirius

La profesora Sprout cogió una llave grande que llevaba en el cinto y abrió con ella la puerta. A Harry le llegó el olor de la tierra húmeda y el abono mezclados con el perfume intenso de unas flores gigantes, del tamaño de un paraguas, que colgaban del techo.

-me encanta esa hora- dijo Lily- es divertida

Se disponía a entrar detrás de Ron y Hermione cuando Lockhart lo detuvo sacando la mano

rapidísimamente.

-merlin, que tipo mas pesado- dijo ginny molesta

-¿a ti también te gustaba?- pregunto Harry celoso

-claro no, estaba muy ocupada con lo tu sabes y además me gustabas tu- dijo sonriente besando a Harry

—¡Harry! Quería hablar contigo... Profesora Sprout, no le importa si retengo a Harry un par de minutos, ¿verdad?

A juzgar por la cara que puso la profesora Sprout, sí le importaba, pero Lockhart añadió:

—Sólo un momento —y le cerró la puerta del invernadero en las narices.

-Ojala se lo hubiese hecho a Minnie, no hubiese sobrevivido- dijo Sirius con sorna

—Harry  —dijo Lockhart. Sus grandes dientes blancos brillaban al sol cuando movía la cabeza—. Harry, Harry, Harry.

-¿Por qué repites Bill?

-no es el quien repite/no soy yo quien repite- dijeron Harry y Bill al mismo tiempo

Harry no dijo nada. Estaba completamente perplejo. No tenía ni idea de qué se trataba. Estaba a punto de decírselo, cuando Lockhart prosiguió:

—Nunca nada me había impresionado tanto como esto, ¡llegar a Hogwarts volando en un coche! Claro que enseguida supe por qué lo habías hecho. Se veía a la legua.

-Es bastante obvio- dijo Lily y Harry la miro curioso- el estúpido, idiota, romperegl…- Lily vio que James se entristecia, es que ¿Quién podía culparla? Hacia tres dias que eran novios, aun no se acostumbraba a no insultarlo- …as de tu maravilloso padre te ha pasados sus genes merodeadores- dijo con una sonrisa haciendo sonreir a James

-¿de verdad piensas que soy maravilloso?- pregunto James

-me case contigo despues de todo- dijo divertida y el asintió contento

Harry, Harry, Harry.

-te va a gastar el nombre- dijo Fred

Era increíble cómo se las arreglaba para enseñar todos los dientes incluso cuando no estaba hablando.

-perturbador- murmuro Ginny-

—Te metí el gusanillo de la publicidad, ¿eh? —dijo Lockhart— Le has encontrado el gusto. Te viste compartiendo conmigo la primera página del periódico y no pudisteresistir salir de nuevo.

-mi hijo no es ningún arrogante- dijo Lily molesta

-te dije que era un imbesil- saltaron James y Harry

-yo nunca les dije que no lo fuera- grito ella, dando por finalizada la conversación

—No, profesor, verá...

—Harry, Harry, Harry —dijo Lockhart, cogiéndole por el hombro

-a alguien le van a cortar la mano- murmuro Marlene a Dorcas señalando la mirada furibunda de Lily

— Lo comprendo. Es natural querer probar un poco más una vez que uno le ha cogido el gusto. Y me avergüenzo de mí mismo por habértelo hecho probar

-yo que el me avergonzaría de otras cosas- murmuro Lily enfadada

 porque es lógico que se te subiera a la cabeza. Pero mira, muchacho, no puedes ir volando en coche para convertirte en noticia. Tienes que tomártelo con calma, ¿de acuerdo? Ya tendrás tiempo  para estas cosas cuando seas mayor. Sí, sí, ya sé lo que estás pensando: «¡Es muy fácil para él, siendo ya un mago de fama internacional!»

-no creo que mi hijo pensara eso- dijeron Lily y James a coro, y se miraron sorprendidos al igual que casi todo el comedor

-esto es bastante extraño sabes

-es lindo, estar de acuerdo para variar- dijo una sonriente pelirroja que abrazo a James, el oji avellana se sorprendio, porque a lo largo de la lectura Lils se refugiaba en el cuando las emociones la desbordaban, pero ahora lo buscaba solo porque si, porque quería estar cerca suyo, la rodeo con sus brazos y sonrio

Pero cuando yo tenía doce años, era tan poco importante como tú ahora. ¡De hecho, creo que era menos importante! Quiero decir que hay gente que ha oído hablar de ti, ¿no?, por todo ese asunto con El-que-nodebe-ser-nombrado.

Todos en el gran comedor dejaron caer la mandibula al piso, incluyendo los profesores

-oh si, salvar a la comunidad mágica…solo eso- ironizo Ron

—Contempló la cicatriz en forma de rayo que Harry tenía en la frente—. Lo sé, lo sé, no es tanto como ganar cinco veces seguidas el Premio a la Sonrisa más Encantadora, concedido por la revista Corazón de bruja, como he hecho yo, pero por algo hay que empezar.

-Diganme que bromea- dijo Alice asqueada por tanta arrogancia

-Sirius tu eres un humilde corderito al lado de ese tipo- dijo Remus atonito

-gracias…?- dijo Sirius sin saber si eso era bueno o malo

-Sirius no es tan arrogante- dijo Harry y varios lo miraron con exprecion de “Si, claro” –quiero decir, en mi tiempo no lo es…tanto- explico

Le guiñó un ojo a Harry y se alejó con paso seguro. Harry se quedó atónito durante unos instantes, y luego, recordando que tenía que estar ya en el invernadero, abrió la puerta y entró.

-Por fin salio ese idiota- volvieron a decir a coro James y Lily

-¿se volverá costumbre?- pregunto James a su pelirroja que se encogio de hombros...

La profesora Sprout estaba en el centro del invernadero, detrás de una mesa montada sobre caballetes. Sobre la mesa había unas veinte orejeras. Cuando Harry ocupó su sitio entre Ron y Hermione, la profesora dijo:

—Hoy nos vamos a dedicar a replantar mandrágoras. Veamos, ¿quién me puede decir qué propiedades tiene la mandrágora?

-Hermione- dijeron todos los del futuro (seria la generación de Harry) haciendo que la castaña se sonrojase

Sin que nadie se sorprendiera, Hermione fue la primera en alzar la mano.

-era obvio- dijeron Ron y Harry sonriéndole a Hermione

—La mandrágora, o mandrágula, es un reconstituyente muy eficaz —dijo Hermione en un tono que daba la impresión, como de costumbre, de que se había tragado el libro de texto—. Se utiliza para volver a su estado original a la gente que ha sido transformada o encantada.

-perfecto- felicito Minerva

—Excelente, diez puntos para Gryffindor —dijo la profesora Sprout

La mesa de los leones aplaudio

— La mandrágora es un ingrediente esencial en muchos antídotos. Pero, sin embargo, también es peligrosa. ¿Quién me puede decir por qué?

-Hermione- dijeron todos

Al levantar de nuevo velozmente la mano, Hermione casi se lleva por delante las gafas de Harry.

Todos rieron, mientras Hermione se sonrojaba

—El llanto de la mandrágora es fatal para quien lo oye —dijo Hermione instantáneamente.

—Exacto. Otros diez puntos —dijo la profesora Sprout

La mesa escarlata volvió a aplaudir

— Bueno, las mandrágoras que tenemos aquí son todavía muy jóvenes.

Mientras hablaba, señalaba una fila de bandejas hondas, y todos se echaron hacia delante para ver mejor. Un centenar de pequeñas plantas con sus hojas de color verde violáceo crecían en fila. A Harry, que no tenía ni idea de lo que Hermione había querido  decir con lo de «el llanto de la mandrágora», le parecían completamente vulgares.

-estan debajo de la tierra- dijo Lily automáticamente

-ahora lo se- dijo Harry

—Poneos unas orejeras cada uno —dijo la profesora Sprout.

Hubo un forcejeo porque todos querían coger las únicas que no eran ni de peluche ni de color rosa.

Los profesores rodaron los ojos

—Cuando os diga que os las pongáis, aseguraos de que vuestros oídos quedan completamente tapados —dijo la profesora Sprout—. Cuando os las podáis quitar, levantaré el pulgar. De acuerdo, poneos las orejeras.

-pontelas bien- ordeno Lily

-eso ya paso- dijo Harry avergonzado

-si lo siento es que es…

-instinto maternal- dijeron a coro alice y molly

Harry se las puso rápidamente. Insonorizaban completamente los oídos. La profesora Sprout se puso unas de color rosa, se remangó, cogió firmemente una de las plantas y tiró de ella con fuerza. Harry dejó escapar un grito de sorpresa que nadie pudo oír.

-no te preocupes a todos nos pasa- dijo remus

-son realmente desagradables- agrego James

-pero muy útiles- termino Lily

En lugar de raíces, surgió de la tierra un niño recién nacido, pequeño, lleno de barro y extremadamente feo. Las hojas le salían directamente de la cabeza. Tenía la piel de un color verde claro con manchas, y se veía que estaba llorando con toda la fuerza de sus pulmones.

Todos hicieron una mueca de asco especialmente los niños de primero

La profesora Sprout cogió una maceta grande de debajo de la mesa, metió dentro la

mandrágora y la cubrió con una tierra abonada, negra y húmeda, hasta que sólo quedaron visibles las hojas. La profesora Sprout se sacudió las manos, levantó el pulgar y se quitó ella también las orejeras.

-yo quiero ver si alguien se desmaya- dijo Sirius ansioso

-no seas malo Sirius- regaño Lily suavemente

—Como nuestras mandrágoras son sólo plantones pequeños, sus llantos todavía no son mortales —dijo ella con toda tranquilidad, como silo que acababa de hacer no fuera  más impresionante que regar una begonia—. Sin embargo, os dejarían inconscientes durante varias horas, y como estoy segura de que ninguno de vosotros quiere perderse su primer día de clase, aseguraos de que os ponéis bien las orejeras para hacer el trabajo.

- oh merlin, es como asistir a clases- bufo Sirius

-sirius estoy tratando de tenerte paciencia, no tientes a la suerte- dijo Lily que era besada por James en el cuello

Ya os avisaré cuando sea hora de recoger. Cuatro por bandeja. Hay suficientes macetas aquí. La tierra abonada está en aquellos sacos. Y tened mucho cuidado con las Tentacula Venenosa, porque les están saliendo los dientes.

-me abur…- Sirius se cayo al ver la mirada de Lily, la de molly y la de Hermione

Mientras hablaba, dio un fuerte manotazo a una planta roja con espinas, haciéndole  que retirara los largos tentáculos que se habían acercado a su hombro muy disimulada y lentamente.

-deberas me estoy aburriendo- dijo James

-ya termina amor- dijo besándolo con cariño

-yo te dije lo mismo y a mi no me besaste- reprocho Sirius, Lily jalo de su corbata y lo beso en la mejilla- ¿no te molesta no? Quiero decir  es tu mejor amigo- pregunto a James

-para nada…pero solo en la mejilla- dijo James

-claro que si tonto, Sirius es un intento de amigo- dijo divertida, mientras Sirius seguía en shock

Harry, Ron y Hermione compartieron su bandeja con un muchacho de Hufflepuff que Harry conocía de vista, pero con quien no había hablado nunca.

—Justin Finch-Fletchley —dijo alegremente, dándole la mano a Harry—. Claro que sé quién eres, el famoso Harry Potter. Y tú eres Hermione Granger, siempre la primera en todo. —Hermione sonrió al estrecharle la mano—. Y Ron Weasley. ¿No era tuyo el coche volador?

-me agrada el chico- dijo James

-no te agradara dentro de unos capítulos- dijeron Ron y Harry dejando confundidos a muchos

Ron no sonrió. Obviamente, todavía se acordaba del howler.

Muchos rieron

—Ese Lockhart es famoso, ¿verdad? —dijo contento Justin, cuando empezaban a llenar sus macetas con estiércol de dragón—. ¡Qué tío más valiente! ¿Habéis leído sus libros? Yo me habría muerto de miedo si un hombre lobo me hubiera acorralado en una  cabina de teléfonos, pero él se mantuvo sereno y ¡zas! Formidable.

-me da la sensación de que ese hombre no reconocería un hombre lobo aunque le aullara en la cara- dijo Marlene

»Me habían reservado plaza en Eton, pero estoy muy contento de haber venido aquí. Naturalmente, mi madre estaba algo disgustada, pero desde que le hice leer los libros de Lockhart, empezó a comprender lo útil que puede resultar tener en la familia a un mago bien instruido...

-Ja, ese Lockhart es un imbesil- dijo James

-lo dices porque es un idiota o porque invito a Lily a salir?- pregunto Remus divertido

-por las dos- bufo

-hazlo por lo primero, yo estoy aquí contigo- dijo besando la comisura de un bobamente sonriente James

Después ya no tuvieron muchas posibilidades de charlar. Se habían vuelto a poner las orejeras y tenían que concentrarse en las mandrágoras. Para la profesora Sprout había resultado muy fácil, pero en realidad no lo era.

-no es tan difícil- dijo Alice

-si lo es- dijo Dorcas

A las mandrágoras no les gustaba salir de la tierra, pero tampoco parecía que quisieran volver a ella. Se retorcían, pataleaban, sacudían sus pequeños puños y rechinaban los dientes.

-son odiosas- bufo Fred- y ya me aburri de la clase de herbologia, todos nosotros hemos hecho eso

-yo no- dijo Tonks y Fred reparo en ella

-¿ella es…

-sip- dijo Ginny

-oh genial, niña serás la mejor bromista mujer que conozco- Sirius sonrio orgulloso mientras abrazaba a su sobrina

Harry se pasó diez minutos largos intentando meter una algo más grande en la maceta.

Muchos soltaron risitas

Al final de la clase, Harry, al igual que los demás, estaba empapado en sudor, le dolían varias partes del cuerpo y estaba lleno de tierra. Volvieron al castillo para lavarse un poco, y los de Gryffindor marcharon corriendo a la clase de Transformaciones.

Sirius empezó a reir y todos lo miraron interrogante

-es que jajajajaja recordé jajajaja c-cuando…Corn-namenta se cayo en el abono- y comenzó a reir a carcajadas igual que todos los que escucharon

-fue un accidente- se defendió aborchornado

-Jajaja si, pero olias asqueroso- agrego Remus que también reia

-basta ya- dijo avergonzado, Lily undio la nariz en el cuello de James e inhalo

-a mi parecer, hueles delicioso- dijo ella con una pequeña sonrisa y James le agradeció con la mirada

Las clases de la profesora McGonagall eran siempre muy duras, pero aquel primer día resultó especialmente difícil. Todo lo que Harry había aprendido el año anterior parecía habérsele ido de la cabeza durante el verano.

Los profesores lo miraron ofendidos

Tenía que convertir un escarabajo en un botón, pero lo único que conseguía era cansar al escarabajo, porque cada vez que éste esquivaba la varita mágica, se le caía del pupitre.

-Harry, presta atención- regaño su madre mientras su padre le sonreía divertido

A Ron aún le iba peor. Había recompuesto su varita con un poco de celo que le habían dado, pero parecía que la reparación no había sido suficiente. Crujía y echaba chispas en los momentos más raros, y cada vez que Ron intentaba transformar su escarabajo, quedaba envuelto en un espeso humo gris que olía a huevos podridos.

-que asco- dijo Ginny frunciendo la nariz grasiosamente haciendo sonreir a Harry

-callate enana- bufo Ron

-Ron ¿es eso horrible que tienes en la cara?- dijo poniendo cara asustadiza, Ron rápidamente se llevo las manos a la cara- oh es tu nariz…lo siento no tienes la culpa de que este tan torcida- los bromistas rieron mientras Molly los regañaba

Incapaz de ver lo que hacía, aplastó el escarabajo con el codo sin querer y tuvo que pedir otro. A la profesora McGonagall no le hizo mucha gracia.

-pobre profesora, primero estos- dijo apuntando a los merodeadores- despues ella- dijo mirando a Tonks- luego aquellos- dijo por Fred y George- y por ultimo estos tres

-falta James Sirius- dijeron a coro Harry y Ginny, mientras minerva palidecia

Harry se sintió aliviado al oír la campana de la comida. Sentía el cerebro como una esponja escurrida. Todos salieron ordenadamente de la clase salvo él y Ron, que todavía  estaba dando golpes furiosos en el pupitre con la varita.

-si sigues asi no te durara mucho arreglada- ironizo Tonks haciendo reir a los que la escucharon

—¡Chisme inútil, que no sirves para nada!

—Pídeles otra a tus padres —sugirió Harry cuando la varita produjo una descarga de disparos, como si fuera una traca.

—Ya, y recibiré como respuesta otro howler —dijo Ron, metiendo en la bolsa la varita, que en aquel momento estaba silbando— que diga: «Es culpa tuya que se te haya partido la varita.»

-problemente hubiese pasado eso- dijo Percy

Bajaron a comer, pero el humor de Ron no mejoró cuando Hermione le enseñó el puñado de botones que había conseguido en la clase de Transformaciones.

—¿Qué hay esta tarde? —dijo Harry, cambiando de tema rápidamente.

—Defensa Contra las Artes Oscuras —dijo Hermione en el acto.

-muy Lunatico de su parte- comento Sirius

—¿Por qué —preguntó Ron, cogiéndole el horario— has rodeado todas las clases de Lockhart con corazoncitos?

-todavia sigo molesto por eso- dijo Ron con todo enfadado

-vamos, tenia 12…además ¿Cuántas chicas te han gustado a ti? Yo nunca te dije nada

-¿Qué nunca me dices nada?- dijo atonito

-cuando te gustaba cierta rubia no te dije nada

-pero te besaste con Krum para darme celos

-no lo hice por ti- dijo ofendida

-entonces ¿te gustaba Vicky?

-Victor!

-encima lo defiendes

-y cuando salia con lavender me lanzaste pajaros asesinos!

-porque estaba dolida- se defendió Hermione

-oh si, muy dolida saliendo con McLaggen

-eso no lo digas- salto Harry- yo fui el que estuvo con Hermione cuando tenia el corazón roto y se la pasaba llorando por tu culpa

Hermione se sento con la cabeza baja, mientras la culpa invadio a ron…se sento a su lado y la abrazo

-lo siento- murmuro, mientras ella lo abrazaba

-nadie- dijeron Ron y Hermione mientras se sentaban sin mirarseHermione le quitó el horario. Se había puesto roja.

-no es difícil hacer sonrojar a nuestra cuñada- dijo Fred divertido

Terminaron de comer y salieron al patio. Estaba nublado. Hermione se sentó en un peldaño de piedra y volvió a hundir las narices en Viajes con los vampiros. Harry y Ron  se pusieron a hablar de quidditch, y pasaron varios minutos antes de que Harry se diera cuenta de que alguien lo vigilaba estrechamente.

Todos se pusieron alerta

Al levantar la vista, vio al muchacho pequeño de pelo castaño que la noche anterior se había puesto el sombrero seleccionador. Lo miraba como paralizado. Tenía en las manos lo que parecía una cámara de fotos muggle normal y corriente, y cuando Harry miró hacia él, se ruborizó en extremo.

-Colin- dijo con cariño Ginny-  se disputaba conmigo el puesto de fan numero uno de Harry Potter- ante esto Harry se rio divertido

-¿ganaste?- pregunto

-mm gane algo mas que un autógrafo- dijo besándolo

-no me sorprende que tengan 2 hijos- comento Percy

-tres- corrigio ron- esta embarazada de nuevo

—¿Me dejas, Harry? Soy... soy Colin Creevey —dijo entrecortadamente, dando un indeciso paso hacia delante—. Estoy en Gryffindor también. ¿Podría..., me dejas... que te haga una foto? —dijo, levantando la cámara esperanzado.

-el cachorro es famoso- canturrearon los merodeadores

—¿Una foto? —repitió Harry sin comprender

-vamos, no es tan difícil de comprender-  se burlo George

—Con ella podré demostrar que te he visto —dijo Colin Creevey con impaciencia, acercándose un poco más, como si no se atreviera—. Lo sé todo sobre ti. Todos me lo han contado: cómo sobreviviste cuando Quien-tú-sabes intentó matarte y cómo desapareció él, y toda esa historia, y que conservas en la frente la cicatriz en forma de rayo (con los ojos recorrió la línea del pelo de Harry). Y me ha dicho un compañero del  dormitorio que si revelo el negativo en la poción adecuada, la foto saldrá con movimiento. —Colin exhaló un soplido de emoción y continuó—: Esto es estupendo. ¿verdad? Yo no tenía ni idea de que las cosas raras que hacía eran magia, hasta que recibí la carta de Hogwarts. Mi padre es lechero y tampoco podía creérselo. Así que me dedico a tomar montones de fotos para enviárselas a casa. Y sería estupendo hacerte una. —Miró a Harry casi rogándole

-que niño tan dulce…hablador pero dulce- dijo Lily con ternura

-que ternura- dijo Marlene

-eres su héroe- dijo Dorcas sonriendo

-¿es lindo?- pregunto Tonks de repente

-tu eres muy pequeña para tener novio- dijeron Ted, Sirius y Remus…el ultimo sin poder evitarlo

— Tal vez tu amigo querría sacárnosla para que pudiera salir yo a tu lado. ¿Y me la podrías firmar luego?

—¿Firmar fotos? ¿Te dedicas a firmar fotos, Potter?

-uhh huelo a envidia…seguro que es Malfoy- dijo James con asco

En todo el patio resonó la voz potente y cáustica de Draco Malfoy. Se había puesto detrás de Colin, flanqueado, como siempre en Hogwarts, por Crabbe y Goyle, sus amigotes.—¡Todo el mundo a la cola! —gritó Malfoy a la multitud—. ¡Harry Potter firma fotos!

Muchos miraron al rubio en la mesa de slytheryn…pero el solo miraba fijamente a Astoria mientras escuchaban la lectura

—No es verdad —dijo Harry de mal humor, apretando los puños—. ¡Cállate, Malfoy!

-¡eso es cachorro!- felicitaron Sirius y James

—Lo que pasa es que le tienes envidia —dijo Colin, cuyo cuerpo entero no era más grueso que el cuello de Crabbe.

-cada vez me agrada mas ese chico- dijo Tonks y Remus la miro mal mientras Hermione le daba un leve codazo a ginny y las dos reian de la expresión foribunda de Remus

—¿Envidia? —dijo Malfoy, que ya no necesitaba seguir gritando, porque la mitad del patio lo escuchaba—. ¿De qué? ¿De tener una asquerosa cicatriz en la frente? No, gracias. ¿Desde cuándo uno es más importante por tener la cabeza rajada por una cicatriz?

-como si mi pequeño lo hubiese hecho apropocito- defendió Lily

-te vez guapo con la cicatriz- susurro Ginny en el oído del ojiverde haciéndole erizar la piel

Crabbe y Goyle se estaban riendo con una risita idiota.

—Échate al retrete y tira de la cadena, Malfoy —dijo Ron con cara de malas pulgas. Crabbe dejó de reír y empezó a restregarse de manera amenazadora los nudillos,  que eran del tamaño de castañas.

-¡bien dicho Ron!- felicito Charlie

—Weasley, ten cuidado —dijo Malfoy con un aire despectivo—. No te metas en problemas o vendrá tu mamá y te sacará del colegio. —Luego imitó un tono de voz chillón y amenazante—. «Si vuelves a hacer otra...»

-idiota- bufo Bill

Varios alumnos de quinto curso de la casa de Slytherin que había por allí cerca rieron la gracia a carcajadas.

—A Weasley le gustaría que le firmaras una foto, Potter —sonrió Malfoy— Pronto valdrá más que la casa entera de su familia.

-eso fue hiriente- dijo Hermione ofendida

Ron sacó su varita reparada con celo, pero Hermione cerró Viajes con los vampiros  de un golpe y susurró:

—¡Cuidado!

—¿Qué pasa aquí? ¿Qué es lo que pasa aquí? —Gilderoy Lockhart caminaba hacia ellos a grandes zancadas, y la túnica color turquesa se le arremolinaba por detrás

-por melin! No tendremos ni cinco minutos sin escuchar el nombre de este tipo- gruño James

—¿Quién firma fotos?

Harry quería hablar, pero Lockhart lo interrumpió pasándole un brazo por los hombros y diciéndole en voz alta y tono jovial:

—¡No sé por qué lo he preguntado! ¡Volvemos a las andadas, Harry!

Sujeto por Lockhart y muerto de vergüenza, Harry vio que Malfoy se mezclaba sonriente con la multitud.

-estupido- bufo cierta pelirroja ojiverde

—Vamos, señor Creevey —dijo Lockhart, sonriendo a Colin—. Una foto de los dos será mucho mejor. Y te la firmaremos los dos.

Colin buscó la cámara a tientas y sacó la foto al mismo tiempo que la campana señalaba el inicio de las clases de la tarde.

-creo que a colin no le gusto la idea- dijo Hermione con nostalgia

—¡Adentro todos, venga, por ahí! —gritó Lockhart a los alumnos, y se dirigió al castillo llevando de los hombros a Harry, que hubiera deseado disponer de un buen conjuro para desaparecer.

»Quisiera darte un consejo, Harry —le dijo Lockhart paternalmente al entrar en el edificio por una puerta lateral—. Te he ayudado a pasar desapercibido con el joven Creevey, porque si me fotografiaba también a mí, tus compañeros no pensarían que te querías dar tanta importancia.

-oh por dios, ¿podemos saltarnos las partes de Lockhart y sus charlas de “Harry no seas arrogante aprende mi que soy un dios” ya me esta hartando la paciencia y voy a terminar quemando el libro- dijo Lily furiosa

-creo que no hara daño saltarse esos monólogos- acordó Albus cansado del futuro profesor y pensaba “que desesperado debo haber estado para contratarlo”

Sin hacer caso a las protestas de Harry, Lockhart lo llevó por un pasillo lleno de estudiantes que los miraban, y luego subieron por una escalera.

 -bueno aquí hay un poco mas de monologo- anuncio bill mientras buscaba donde terminaba el discurso de Lockhart

[…] Habían alcanzado el aula de Lockhart y éste dejó libre por fin a Harry, que se arregló la túnica y buscó un asiento al final del aula, donde se parapetó detrás de los siete libros de Lockhart, de forma que se evitaba la contemplación del Lockhart de carne y hueso.

-merlin es insoportable- dijo Lily enfadada

-Lils princesa respira, inhala- Lily tomo mucho aire- ahora suelta- Lily solto el aire y le sonrio a James

El resto de la clase entró en el aula ruidosamente, y Ron y Hermione se sentaron a ambos lados de Harry.

—Se podía freír un huevo en tu cara —dijo Ron—. Más te vale que Creevey y Ginny no se conozcan, porque fundarían el club de fans de Harry Potter.

-tecnicamente existe el club de fans de Harry potter- murmuro Ginny sonrojada

-¿Qué?- dijo el ojiverde atonito

-ajam, yo era parte…- dijo sonriendo un poco y Harry le dio un beso

-sabes Feorge todavía no me acostumbro a eso- dijo Fred viendo como su hermana se besaba con Harry

-ni yo- respondio Fred

—Cállate  —le interrumpió Harry. Lo único que le faltaba es que a oídos de Lockhart llegaran las palabras «club de fans de Harry Potter».

Muchos no pudieron evitar reir

Cuando todos estuvieron sentados, Lockhart se aclaró sonoramente la garganta y se  hizo el silencio. Se acercó a Neville Longbottom, cogió el ejemplar de Recorridos con los trols y lo levantó para enseñar la portada, con su propia fotografía que guiñaba un ojo.

-merlin- bufaron todos hartos del profesor

-monologo…monologo…sigue con monologo…-bufaba Bill mientras buscaba donde retomar la lectura

[…] Cuando terminó de repartir los folios con el cuestionario, volvió a la cabecera de la

clase y dijo:

—Disponéis de treinta minutos. Podéis comenzar... ¡ya! Harry miró el papel y leyó:

1. ¿Cuál es el color favorito de Gilderoy Lockhart?

2. ¿Cuál es la ambición secreta de Gilderoy Lockhart?

3. ¿ Cuál es, en tu opinión, el mayor logro hasta la fecha de Gilderoy Lockhart?

Así seguía y seguía, a lo largo de tres páginas, hasta:

54. ¿Qué día es el cumpleaños de Gilderoy Lockhart, y cuál sería su regalo ideal?

-eso es una barbaridad- dijo minerva enfadada- Albus eso es una aberración y una humillación al prestigio de Hogwarts

-lose minerva, ya vere que hare cuando el momento se presente

Media hora después, Lockhart recogió los folios y los hojeó delante de la clase.

—Vaya, vaya. Muy pocos recordáis que mi color favorito es el lila.

-¿lila?- dijo remus entre en la sorpresa y la diversión- ¿lila?¿enserio?

-lo se patético- dijo Harry

Lo digo en Un año con el Yeti. Y algunos tenéis que volver a leer con mayor detenimiento Paseos con los hombres lobo. En el capítulo doce afirmo con claridad que mi regalo de cumpleaños ideal sería la armonía entre las comunidades mágica y no mágica. ¡Aunque tampoco le haría ascos a una botella mágnum de whisky envejecido de Ogden!

-1…2…3…4…5…6- contaba Lily para no prender fuego el libro

Volvió a guiñarles un ojo pícaramente. Ron miraba a Lockhart con una expresión de incredulidad en el rostro; Seamus Finnigan y Dean Thomas, que se sentaban delante, se convulsionaban en una risa silenciosa. Hermione, por el contrario, escuchaba a Lockhart con embelesada atención y dio un respingo cuando éste mencionó su nombre.

-si somos sinceros y olvidas lo que habla no era feo- dijo Hermione justificándose

-no lo era- dijo Marlene

-pero…nadie es mas guapo que mi James- dijo Lily mirando embobada a su ojiavellana que sonreía con arrogancia

—... pero la señorita Hermione Granger sí conoce mi ambición secreta, que es librar al mundo del mal y comercializar mi propia gama de productos para el cuidado del cabello, ¡buena chica! De hecho —dio la vuelta al papel—, ¡está perfecto! ¿Dónde está la señorita Hermione Granger?

-ya me aburri de este capitulo- bufo Harry

Hermione alzó una mano temblorosa.—¡Excelente! —dijo Lockhart con una sonrisa—¡excelente! ¡Diez puntos para Gryffindor! Y en cuanto a... De debajo de la mesa sacó una jaula grande, cubierta por una funda, y la puso encima de la mesa, para que todos la vieran.

-¿con que les hizo enfrentar ese demente?- dijo Remus

—Ahora, ¡cuidado! Es mi misión dotaros de defensas contra las más horrendas criaturas del mundo mágico. Puede que en esta misma aula os tengáis que encarar a las cosas que más teméis.

-eso es obvio por algo son artes oscuras- bufo Remus

Pero sabed que no os ocurrirá nada malo mientras yo esté aquí.

-eso es lo que mas me preocupa- dijo Molly

Todo lo que os pido es que conservéis la calma. En contra de lo que se había propuesto, Harry asomó la cabeza por detrás del montón de libros para ver mejor la jaula. Lockhart puso una mano sobre la funda. Dean y Seamus habían dejado de reír. Neville se encogía en su asiento de la primera fila.

-¿Qué dicen que hay?- pregunto Sirius y James se encogio de hombro

—Tengo que pediros que no gritéis —dijo Lockhart en voz baja—. Podrían enfurecerse. Cuando toda la clase estaba con el corazón en un puño, Lockhart levantó la funda.—Sí —dijo con entonación teatral—, duendecillos de Cornualles recién cogidos.

Todo el comedor rio, incluso los profesores no podían ocultar la risa

Seamus Finnigan no pudo controlarse y soltó una carcajada que ni siquiera Lockhart pudo interpretar como un grito de terror.

—¿Sí? —Lockhart sonrió a Seamus.

—Bueno, es que no son... muy peligrosos, ¿verdad? —se explicó Seamus con dificultad.

-me sorprende que Seamus no haya hecho explotar un duendecillo- comento Ron y los de la generación de Harry rieron

—¡No estés tan seguro! —dijo Lockhart, apuntando a Seamus con un dedo acusador—¡Pueden ser unos seres endemoniadamente engañosos!

Los duendecillos eran de color azul eléctrico y medían unos veinte centímetros de altura, con rostros afilados y voces tan agudas y estridentes que era como oír a un montón de periquitos discutiendo. En el instante en que había levantado la funda, se habían puesto a parlotear y a moverse como locos, golpeando los barrotes para meter ruido y haciendo muecas a los que tenían más cerca.

-son geniales- dijo divertido Sirius- nadie en su sano juicio soltaria duendecillos, siempre hacen estragos- Harry tosio

-¿solto a los duendecillos?- dijo Lily sorprendida por la estupidez de lockhart

—Está bien —dijo Lockhart en voz alta—. ¡Veamos qué hacéis con ellos! —Y abrió la jaula.

-es un imbeil- se le escapo a Hagrid

Se armó un pandemónium. Los duendecillos salieron disparados como cohetes en todas direcciones. Dos cogieron a Neville por las orejas y lo alzaron en el aire. Algunos  salieron volando y atravesaron las ventanas, llenando de cristales rotos a los de la fila de  atrás. El resto se dedicó a destruir la clase más rápidamente que un rinoceronte en estampida. Cogían los tinteros y rociaban de tinta la clase, hacían trizas los libros y los folios, rasgaban los carteles de las paredes, le daban vuelta a la papelera y cogían bolsas  y libros y los arrojaban por las ventanas rotas. Al cabo de unos minutos, la mitad de la clase se había refugiado debajo de los pupitres y Neville se balanceaba colgando de la lámpara del techo.

-eso es un infierno

-aunque en retrospectiva fue algo  divertido- comento Harry

-lo diras tu- murmuro neville sobándose las orejas

—Vamos ya, rodeadlos, rodeadlos, sólo son duendecillos... —gritaba Lockhart. Se remangó, blandió su varita mágica y gritó: —¡Peskipiski Pestenomi!

-¿es que no sabe nada?- grito Arthur

No sirvió absolutamente de nada; uno de los duendecillos le arrebató la varita y la tiró por la ventana. Lockhart tragó saliva y se escondió debajo de su mesa,

Varias risas se escucharon a lo largo del comedor

a tiempo de evitar ser aplastado por Neville, que cayó al suelo un segundo más tarde, al eder la lámpara. Sonó la campana y todos corrieron hacia la salida. En la calma relativa que siguió, Lockhart se irguió, vio a Harry, Ron y Hermione y les dijo:

—Bueno, vosotros tres meteréis en la jaula los que quedan. —Salió y cerró la puerta.

-¿Por qué no me sorprende?- bufo Gideon

—¿Habéis visto? —bramó Ron, cuando uno de los duendecillos que quedaban le mordió en la  oreja haciéndole daño.

—Sólo quiere que adquiramos experiencia práctica  —dijo Hermione, inmovilizando a dos duendecillos a la vez con un útil hechizo congelador y metiéndolos  en la jaula.

-buena elección- felicito Flitwick

—¿Experiencia práctica? —dijo Harry, intentando atrapar a uno que bailaba fuera de su alcance sacando la lengua—. Hermione, él no tenía ni idea de lo que hacía.

-bien dicho- felicito James

—Mentira —dijo Hermione—. Ya has leído sus libros, fíjate en todas las cosas asombrosas que ha hecho...

-que el dice que ha hecho- corrigio Fabian

—Que él dice que ha hecho —añadió Ron.

Fabian le guiño el ojo a su sobrino con una sonrisa

-Ten percy te toca- dijo Bill pasándole el libro a su hermano

Molly Audrey Weasley

Percival Weasley